Donde Dije Digo, Digo Diego

Hace tiempo escribí sobre lo mal que se nos da, a casi todos, dar consejos.

Decía que mucha gente cuando da consejos los da desde su propia perspectiva y no desde la del aconsejado, que es lo correcto.

Este error lo trasladamos a nuestra empresa, motivo de pérdida de ventas.

En este artículo que estas leyendo voy a escribir sobre otra actitud que también es muy general y que también trae muchos problemas cuando está mal gestionada.

Como todas las generalizaciones, seguro que no hago justicia a todo el mundo, pero de lo que hablo en este artículo, ocurre mucho más de lo deseado.

Me refiero a

 

Lo Poco que Nos Conocemos

Pongo un contexto genérico.

Un conocido nos cuenta una experiencia que le ha ocurrido y como la resolvió.  Para bien o para mal.

A lo que nosotros, viendo los toros desde la barrera, le replicamos que lo ha hecho mal y que nosotros en su situación hubiésemos hecho otra cosa, que casualmente siempre creemos que es la correcta.

Y como la vida es así, a veces nos encontramos en la misma situación de nuestro conocido y respondemos igual o peor que él.

Sobre todo, respondemos distinto de lo que dijimos que haríamos.

Un ejemplo concreto, totalmente hipotético, pero que seguro hemos vivido todos.

Estamos en un bar tomando el aperitivo y llega un amigo, hermano, vecino, cuñado o la que quiera que sea la relación que nos une.

Al preguntarle qué tal le va, nos empieza a contar que está harto de su empresa y de su jefe.  Que les obliga a trabajar horas de más pero no se las paga y les amenaza con el despido si no trabajan esas horas de más.

En esos momentos, cómodamente recostados en la barra del bar, nos sale el justiciero que todos llevamos dentro y exclamamos airadamente que nosotros nos enfrentaríamos a la injusticia.  Pasase lo que pasase.

Decimos que nosotros no nos dejaríamos abusar de esa manera.  Que plantaríamos cara al jefe. Que sin cobrar no trabajo ni un minuto de más… Y muchas otras cosas.

Pero cuando llega el momento de la verdad, agachamos las orejas y también dejamos que se aprovechen de nosotros.

No hemos parado a valorar la situación de nuestro conocido, no hemos empatizado con él/ella, que le ha llevado a dar una respuesta totalmente fuera de su realidad y de la nuestra.

Hemos dado nuestra opinión desde nuestro contexto y no desde el de la otra persona.

(Como he dicho antes es un ejemplo, que nadie se me dé por aludido.  Pero todos debemos reflexionar sobre esto.)

 

En tu Empresa Haces lo Mismo

Quizá ahora, si aún sigues leyendo el artículo, te estés preguntando que a cuento de qué hablo de esto en mi blog, que trata sobre empresas y estrategias.

Pues porque esa actitud también la llevamos a nuestra empresa.

No tenemos en cuenta el contexto de nuestros clientes con exclamaciones como esta:  – “el cliente no me compra porque no sabe lo que es bueno de verdad”.

No tenemos en cuenta el contexto de nuestros trabajadores con exclamaciones como esta:  – “sólo vienen a trabajar por el dinero, la empresa les da igual”.

(Todavía hay empresarios que se sorprenden porque sus trabajadores no quieren trabajar gratis.)

No tenemos en cuenta el contexto de nuestros proveedores y colaboradores con exclamaciones como esta:  – “yo soy el cliente y tendrán que hacer lo que yo quiero”.

Me he encontrado a muchos empresarios, directivos y mandos intermedios que basan decisiones en lo que ellos piensan que harían, pero que, cuando estén en la situación real, no harían lo que dicen que harían.

Esto lleva a crear estrategias empresariales totalmente nefastas y fuera de la realidad.

Estrategias de (tomando el ejemplo de más arriba) barra de bar.  No reales y realistas.

También se pueden crear estrategias de barra de bar en un despacho rodeado de expertos y de MBAs.

 

Conócete a Ti Mismo

Esta es la frase que presidía el Oráculo de Delfos.  El Oráculo más reconocido de la antigüedad porque durante varios siglos dio miles de oráculos “sin errar”.

Quizá el mejor de los consejos que dio, al menos que no era ambiguo ni interpretable, es el de conocerse a sí mismo.

Conocernos bien.  Saber de verdad cómo vamos a reaccionar antes situaciones, es el primer paso para vislumbrar cómo van a reaccionar otras personas ante esas u otras situaciones.

Cuando intuimos cómo van a reaccionar otras personas es cuando podemos, ayudados por herramientas, adelantarnos y crear productos y servicios que sean los que realmente van a ser consumidos por nuestros clientes.

Un conocimiento profundo y cierto del contexto del cliente, revela las necesidades que tienen o los beneficios que quieren cubrir.

Lo mismo pasa con el resto de la red de contactos que tenemos en nuestra empresa.

Lo más importante de una empresa son los clientes, cierto.  Pero sin trabajadores (si los tienes) nuestra empresa no puede funcionar.  Ni sin proveedores.  Ni sin colaboradores.

Todos tienen su contexto.  Todos tienen su lucha interior, sus necesidades.

Tu función como empresario o directivo es descubrir el contexto de todos y hallar el punto de equilibrio.

Es posible que no imaginases que esta fuese una de tus funciones como empresario, pero así es.

No es tarea fácil, lo sé.  Porque empieza en el conocimiento de uno mismo, algo que a muchos asustará al encontrarse lo que va a hallar dentro de sí mismos.

Tarea difícil la que te dejo para estos días.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis

 

Imagen de Ben White

 


 

¿Tienes Estrategias para Poner al Cliente en el Centro?

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¿Cómo Tener una Empresa Libre de Deudas?

Con la Capitalización total de tu empresa, que es uno de los conceptos que promuevo para PYMEs, microempresas y profesionales.

¿Por qué capitalización total?  Porque, valorando pros y contras, creo que es la mejor opción para la gestión de una empresa.

Pero empecemos por el principio, ¿qué es esto de la capitalización total?

Lo primero es explicar qué es capitalizar.  Según la primera acepción de la RAE capitalizar es:

Proveer de capital a una empresa.

Y siguiendo con la RAE, la séptima acepción de capital es:

Conjunto de activos y bienes económicos destinados a producir mayor riqueza.

Por lo tanto capitalizar es suministrar a nuestra empresa los activos y bienes económicos que necesita para producir sus productos y servicios y ponerlos a la venta para, así, generar beneficio.

Este capital se puede conseguir de varias formas:

  • con los ahorros de los fundadores,
  • con un préstamo, ya sea de un banco o de familiares/conocidos, o línea de crédito,
  • por un inversor que participa en la empresa.

Todos estas alternativas está bien utilizarlas en un momento puntual (que puede durar varios años) porque estamos empezando o vamos a lanzar una nueva línea de productos o servicios, o porque queremos expandirnos…

Mi recomendación es no abusar de estas fuentes de financiación externas porque, obviamente, alguien nos deja dinero con la idea de obtener un beneficio, como es lógico.

Ese beneficio que quieren es una parte del nuestro.

Y mucho menos para intentar mantener un negocio con deficiencias estructurales como la falta de clientes, una mala propuesta de valor o una incorrecta organización de costes, por poner sólo tres ejemplos.

 

Enfoque Capitalización Total

En la teoría económica existe un concepto que es el apalancamiento financiero, que consiste en buscar un equilibrio entre el capital propio de la empresa y el capital prestado.

El apalancamiento financiero, es algo muy complejo de gestionar para dueños de empresas sin conocimientos de gestión financiera, que es lo más común.  Saben sobre su sector, pero el tema financiero se les escapa.

La otra opción de capital es el capital propio de la empresa.  El que empieza con nuestros ahorros o ese dinero a fondo perdido “que nos deja” algún familiar.

Así que tenemos dos tipos de capital:

  • Capital interno: el propio que aportamos nosotros.
  • Capital externo: el que nos prestan oficialmente y que tenemos que devolver incrementados con intereses (entidades bancarias) o con parte del beneficio (inversores).

Mi consejo es que trabajes para reducir completamente el capital externo y tener únicamente capital interno.

 

Eso es la Capitalización Total

No depender de terceros, ni de las decisiones de terceros para seguir nuestro parecer y andar nuestro camino.

El que pensamos nosotros que es el mejor, sin tener que perder tiempo en convencer a otros.

La capitalización procede de la evolución del capital a lo largo del tiempo.

Y esta evolución debe ser dirigida a darnos más libertad de acción.

Capitalización total es sinónimo de libertad para tomar nuestras decisiones.

(Esto no es óbice para estar bien asesorados constantemente.)

 

Consejos para la Capitalización Total

Y para terminar este artículo algunos consejos para conseguir esta capitalización total.

Son consejos que dicta el sentido común y nada difícil de hacer, al menos en teoría. Principalmente dependen de nuestra mentalidad.

Reinvierte más cantidad del dinero del beneficio en tu negocio hasta que sea estable y rentable.

En el artículo sobre el ciclo económico vimos que el dinero que se genera en el punto cinco es para pagar gastos, beneficio y reinvertir en el negocio.

Al principio recomiendo aumentar la cantidad de dinero que reinviertes en la empresa y no quedártelo como excedentes de tu nómina.

A modo de ejemplo, Amancio Ortega siempre reinvertía todo el beneficio en la empresa, hasta que sacó Inditex a bolsa.  ¿Te sirve de ejemplo?

Si tienes dinero prestado devuélvelo cuanto antes.  Además de las cuotas mensuales intenta hacer otras aportaciones para reducir el capital del préstamo.  De esta forma conseguirás pagar menos intereses.

Una vez que hayas cubierto todos tus gastos y reinvertido en tu empresa, si te queda algo, coge una parte de la tesorería de la empresa y amortiza más capital del préstamo.

Haz que tus inversores dejen de serlo.  Si tienes inversores externos habla con ellos para que salgan de tu negocio comprándoles su participación o de cualquier otra vía que acordéis.

Posiblemente tú y los inversores no tengáis la misma idea de cómo debe ir el negocio ni los mismos objetivos.  Con el tiempo esto será una fuente de problemas.

Y además se llevan, como es lógico, una parte del beneficio.

Al principio tú, como dueño de la empresa, poniendo en práctica estos consejos te quedarás con menos dinero, pero tu negocio cada vez tendrá más.

Esto es en el corto-medio plazo, después la cantidad de dinero que recibirás de tu negocio crecerá exponencialmente porque ya no tienes que repartirlo con nadie más.

Y eso es lo que buscamos al abrir nuestra empresa ¿no?

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis

 


 

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No me Digas lo que Hago Mal

No te lo consiento.  Yo he levantado esta empresa desde cero y la conozco como la palma de mi mano.

Muchas veces me he encontrado con esta situación.

Un empresario o profesional que no acepta que otra persona le diga que hay cosas que está haciendo mal o que, directamente, no sabe hacer.

… este que sabrá de mi negocio.

Piensan la mayoría.

Este problema es más crítico si alguna vez ha tenido éxito con su empresa.

… he ganado mucho dinero con mi empresa en el pasado, ahora también soy capaz de hacerlo.

No quieren darse cuenta que ahora el contexto es distinto.  Que los gustos y necesidades de los clientes han cambiado.

Actualmente los productos y servicios están pasando  a ser considerados como herramientas.

(Esto ahora.  Es posible que dentro de 10 años las cosas sean distintas otra vez.)

Estos empresarios y profesionales no se quieren dar cuenta de esos cambios, por lo que no admiten que otra persona les pueda enseñar volver a tener éxito.

El ego no les permite reconocer que tienen que volver a aprender.  Y mucho menos si la otra persona es más joven que él/ella.

No les gusta oír que lo están haciendo mal.  Y esta actitud es lo que está hundiendo su empresa.

Porque hay una cosa que sí tienen razón.  No hay nadie que sepa más de su negocio que ellos/ellas.  Pero otras personas si saben más de otras áreas empresariales que les vendrían muy bien escuchar y conocer.

Como decía Sócrates: no sabemos que no sabemos lo que no sabemos.  Y esto nos hace ignorantes.

Al desconocer otras estrategias, otras herramientas de desarrollo de negocio, otras tecnologías y, en definitiva, otra forma de mejorar empresas, nunca podremos ponerlas en práctica.

 

¡Déjate Ayudar!

El primer paso es nuestro, nadie más lo puede dar.

Es un primer paso tan sencillo en teoría como difícil en la práctica.  Cambiar la actitud.

Esto permite recuperar esa mentalidad de empresario que en el pasado nos llevó al éxito.

La mentalidad de empresario es la que nos ayuda a aceptar que necesitamos colaboración exterior porque ya hemos puesto en práctica todo lo que sabemos pero no da resultados.

Nos estrujamos el cerebro para idear nuevas acciones, nuevas campañas de comunicación, nuevas ofertas y descuentos.  Pero nada da resultado.  Al menos un resultado duradero.

Es difícil cortase el pelo a uno mismo y que quede bien, pero pocos quieren reconocerlo.

Lo mejor es buscar un profesional externo a la empresa que pueda tener una visión sistémica y objetiva.

Sí, vale, cuesta dinero y ahora escasea.  ¿Cuánto tiempo vas a poder aguantar en la situación actual?

 

Todo No se Reduce a Vender Más

En general, que siempre hay excepciones, los empresarios y profesionales únicamente valoran una opción para mejorar su empresa.  Vender más.

Lo que les lleva a buscar únicamente nuevas estrategias de ventas y/o de marketing.  Sin pararse a considerar si el problema es más profundo.

Esto es pan para hoy y hambre para mañana, como dice el dicho popular.

Decía más arriba que los productos y servicios ahora son herramientas.  Herramientas generadoras de experiencias que es lo que los clientes buscamos.

El producto/servicio en estos momentos es reemplazable porque carece de valor en sí mismo.  Lo que importa es la experiencia.

Vender más de forma consistente en el tiempo es una consecuencia de nuestra estrategia global.

Buscar la ayuda de un profesional que tenga esa capacidad de visión sistémica de tu empresa contribuirá a que hagamos un análisis más realista de su situación.

Y a partir de ahí desarrollar las soluciones a largo plazo.

Si creemos que necesitamos algo concreto y buscamos  un profesional de ese algo concreto, es lo que nos va a vender: algo concreto; porque todos vemos clavos.

Estar dentro de nuestra empresa nos hace tener una visión subjetiva de ella y, por lo tanto parcial, no global.

Los árboles no nos dejan ver el bosque.

 

Una Estrategia Global Incluye

  • Una revisión de las creencias, valores y principios de la empresa (con esto no quiero decir que haya que cambiarlos obligatoriamente, pueden seguir siendo válidos, al menos algunos.)
    • Determinar nuestro posicionamiento, que no es más que la filosofía de nuestra empresa.
  • Adoptar una cambio cultural hacia la cultura C:  contactos, comportamiento, conocimiento, colaboración, calidad, creatividad, confianza, comunicación.
  • Redefinir los nichos de clientes en el mercado.  Segmentar emocionalmente y no demográficamente.
  • Propuestas de valor para cada nicho de mercado.
    • Esto no es crear nuevos productos/servicios, pero no debe ser la misma propuesta de valor para un hombre de 30 años que para uno de 60 años.
  • Estructuras ágiles.  Diseñadas de forma horizontal para dar servicio a cada tipo de cliente.
    • Potenciando la colaboración entre equipos (verdadera ventaja competitiva de hoy y de siempre.)
  • Diseñar servicios secundarios alrededor de los productos/servicios principales para fomentar las experiencias.
  • Poner al día el modelo de negocio para que permita provocar el aumento de ingresos recurrentes provenientes del aumento de la rotación y no del aumento del margen.
  • Corregir la estructura de costes para aumentar los variables y reducir los fijos.
  • Promover la capitalización total que es la eliminación de deuda reinvirtiendo el beneficio anual en la empresa.

 

Conclusión

Una vez actualizada la estrategia global de la empresa, ya es cuando debemos enfocarnos en las ventas y el marketing.

No siempre somos capaces de sobrevivir solos o con los consejos de amigos/conocidos que posiblemente estén pasando por lo mismo que nosotros.

En ocasiones necesitamos la ayuda de alguien externo y ajeno que no esté condicionado emocionalmente a nuestra empresa, que sea capaz de hacer ese análisis objetivo que siempre es necesario.

Si queremos seguir teniendo una empresa de la que vivir… ¡dejémonos ayudar!

Por muy grande que hayamos sido, todos somos susceptibles de extinguirnos, como los dinosaurios.

 

Un saludo y ¡qué tengas una fantástica semana!

Luis

 

Imagen de Andrew Yardley


 

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¿Eres Justo con Tus Clientes?

Jesús Delgado es uno de los integrantes de Aunapyme, que es un grupo de networking de acceso libre en Villaviciosa de Odón en el que yo también participo.

En Aunapyme, además de networking con el que conocemos más y mejor nuestras empresas, también creamos debates para mejorarlas.

En uno de estos debates, Jesús, cuyas preguntas hacen reflexionar, planteó la cuestión que da título a este artículo.

Y yo te la traslado a ti, porque me parece un elemento muy importante en el posicionamiento de tu empresa.

¿Somos justos con nuestros clientes?

Antes de responder un rápido sí, creo que es conveniente que cada uno de nosotros valoremos las implicaciones de esta pregunta y que lo analicemos en profundidad.

Obviamente nuestra conciencia nos dirá que sí, al menos debería decírnoslo, porque es lógico que queramos sentirnos a gusto con nosotros mismos y tener la conciencia tranquila.

No queremos ser injustos con nadie de forma deliberada.

Aunque es posible que seamos injustos por omisión, no por acción.  Esto lo trato un poco más abajo.

 

El Precio

Es posible que lo primero que pienses al leer esta pregunta es si el precio que cobras por tus productos y servicios es justo.

Sólo nuestros clientes deciden si es justo o no.  Pagan o no pagan.

Resumiendo, para calcular ese precio valoramos nuestros costes (aunque no todos lo hacen bien), el margen de beneficio, si aplicamos descuentos… y determinamos el precio.

Una vez que tomamos esta decisión, damos por hecho que somos justos.  Y otra cosa, mariposa. Pero tenemos que seguir siendo justos continuamente.

Y es posible que ahora empecemos a ser injustos por omisión.  Espera un poco más 🙂

Además del precio hay otros factores en nuestra empresa por los que tenemos que ser justos. Por decir algunos:

 

Injustos por Omisión

Cuando digo que es posible que seamos injustos por omisión me refiero a no estar constantemente ocupándonos de mejorar los puntos que acabas de leer y otros más que se te ocurran a ti.

Ser justos con nuestros clientes no lo veo yo únicamente como dar el precio más justo, sino como la actualización y mejora (para mi esto es la innovación) de nuestra empresa para aportar más valor al cliente.

Ser injustos por omisión lo veo a no trabajar para mejorar nuestros procesos y reducir costes y así aumentar la aportación de valor aumentando producto/servicio o reduciendo el precio final.

O por no trabajar en mejorar la distribución.  O no formar a los trabajadores.  O por acomodarnos en nuestra zona de confort porque ya tenemos una empresa que funciona…

Para mi, ser injustos por omisión en una empresa, es no intentar mejorar cada día y volcar esa mejora en los clientes.

 

Un saludo y qué tengas una fantástica semana,

Luis

 

Imagen de Doug Swinson

 


 

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Me Gusta que me Paguen por mi Trabajo

No debemos pagar por trabajo realizado, sino por la aportación de valor que nos dan.

No debes cobrar por realizar un trabajo, sino por aportar valor a tu empresa o a tus clientes.

El trabajo que hacemos ya no vale nada si no aporta valor.

Como puedes ver en mi página de servicios de consultoría, yo ofrezco a mis clientes trabajar por resultados, además del pago tradicional.

Creo plenamente en lo que puedo conseguir y el valor que puedo aportar.

Sé que por resultados voy a ganar bastante más dinero que únicamente cobrando por mis horas de trabajo.

Tiene, además, otras ventajas:

  1. Estaré ganando más dinero durante mucho tiempo por un trabajo realizado y finalizado.  Lo que se llaman ingresos pasivos.
  2. Me permite no entrar en una guerra de precios.
  3. Tengo que esforzarme por hacer cada día mi mejor trabajo porque cuanto antes funcione, antes empezaré a ganar dinero.
  4. Minimizo el riesgo de inversión de mis clientes ya que si ellos no ganan yo tampoco gano, lo que me produce una ventaja competitiva importante.

Como ves no tiene inconvenientes, únicamente ventajas, siempre y cuando creas en la aportación de valor que puedes crear con tu trabajo.

No pretendo que todos tengan mi misma visión del trabajo, pero no tolero a los que me dicen que por el mero hecho de hacerme un trabajo me vayan a cobrar.  Independientemente del resultado.

¡¡¡Yo no quiero tu trabajo, quiero mis resultados!!!

 

Trabajar por Resultados

Yo siempre pido trabajar con los demás en formato colaboración porque de esa forma, creo, que la persona sacará todo su potencial y que además se esforzará en crecer.

Todos somos grandes profesionales que damos lo mejor de nosotros mismos con cada cliente.  Sí, vale, muy bien.  Para mi es una frase vacía.

Trabajar por resultados no tiene que tener únicamente como unidad de medida el dinero.

Si haces páginas webs puede ser un % de conversión al objetivo establecido con el cliente.

Para los formadores de contenidos técnicos, la mejora en la productividad de los trabajadores.

Que lo tuyo es la comunicación, las personas que se interesan.

Seguro que siempre puedes encontrar alguna manera en la que poder ofrecer tu trabajo y aportar valor por resultados.

¡Demuéstrale al mundo lo buen@ que eres y todo el valor que puedes aportar!

Trabajar por resultados no es un variable entre cero y lo que le ibas a presupuestar.  Es un variable entre cero y mucho más.

Por ejemplo.  Si en el paradigma actual voy a hacer un presupuesto de 1000 euros, trabajar por resultados no es ganar entre 0 euros y 1000 euros según el resultado.

Trabajar por resultados es establecer unos objetivos por el trabajo que te puedan reportar entre 0 euros y 10.000 – 15.000 – 20.000 – … euros.  Es decir, ganar dinero hasta que los resultados dejen de producirse, si es que alguna vez dejan de hacerlo.

Nuevos paradigmas para nuevas realidades.

 

Trabajadores por Cuenta Ajena

Los trabajadores por cuenta ajena también pueden trabajar así.

Es un cambio de paradigma radical, ya no sólo para los trabajadores, sino también para las empresas.

Los trabajadores tienen que darse cuenta que están abocados a una dualidad:

  1. Estar aportando y renovando constantemente el valor que dan a la empresa, o
  2. Ser barato y competir por ser el que menos cobra para que no te quiten el puesto de trabajo.

En cualquiera de estas dos situaciones trabajas por resultados.  Una positivos y otra negativos.

Con la primera opción es una lucha constante por aprender y mejorar cada día.

Si cada día eres mejor y aportas más, ¿por qué no percibir una remuneración variable y acorde con lo que hacemos?.

 

Empresas

Para el que esté pensando que en las empresas actuales esto es inviable porque los empresarios se intentarían aprovechar, sí, les doy la razón, las empresas también tienen que cambiar el paradigma.

Si eres empresario y estás leyendo esto quizá compartir los resultados con tus trabajadores sea la manera de sacar tu empresa adelante.

Aunque es difícil, tienes que darte cuenta que “ya no es tu empresa”.  La empresa la hacéis todos los miembros de tu red de contactos.

Piensa que ya no tienes trabajadores.  Piensa que tienes colaboradores y que los tienes que empresarizar (concepto recogido de Tom Peters).

Los trabajadores empresarizados:

  • Llevan a cabo proyectos iniciados por ellos mismos en su mayor parte.
  • Aplican soluciones especialmente pensadas para el cliente concreto, sea interno o externo.
  • Trabajan en grupos multifuncionales y tienen libertad para recurrir a expertos de dentro y fuera de la empresa; y
  • Se miden en función de los resultados económicos obtenidos y de las evaluaciones de los clientes y los compañeros de equipo, no de la apreciación subjetiva de un jefe.

Si eres empresario y quieres saber los pasos principales para empresarizar a tus trabajadores, aquí los tienes:

  1. Formación completa: para poder desarrollar el proceso completo de principio a fin.
  2. Presupuestación: responsabilidad de la formulación, seguimiento y modificación de presupuestos.
  3. Control de calidad: procesos de medición, supervisión y mejora.
  4. Autonomía y autoridad para empleo de recursos: lugar propio dentro de una organización sin niveles jerárquicos y reestructurada, así como autoridad para decidir, incluso decidir el empleo de recursos sustanciales (dinero, también) sin tener que pedir permiso a los de arriba.
  5. Acceso a los expertos: posibilidad de recurrir inmediatamente a especialistas de la empresa y a consultores externos cuando sea preciso.
  6. Clientes propios de verdad: internos y externos, que potencien en el empleado-empresario la sensación de que es propietario del negocio.

 

Incertidumbre

Este es el mayor problema para implantar esta forma de trabajar.   La aversión al riesgo inherente en el ser humano.

Incertidumbre por el qué pasará.  Incertidumbre por el futuro.  Pero es que el futuro siempre ha sido incierto.

Ahora las oportunidades están para los que quieren “romper la baraja” y preocuparse por hacer cosas importantes.  Que son las cosas que tienen un duro trabajo a largo plazo.

En la situación actual, riesgo es lo que hay por todas partes.  Riesgo de perder ingresos.

Muchos consideran que es más seguro dar presupuestos y cobrar por el trabajo porque la situación está muy complicada.

Yo te pregunto ¿qué tal te va con esa estrategia?

 


 

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No Puede Haber Pasión sin Enamorarte de Tu Producto

Seguro que tú, igual que yo, has oído muchas veces que no nos enamoremos de nuestro producto/servicio.

Dan todo tipo de argumentos racionales perfectamente deducidos y que, desde el punto de vista racional, no les falta razón.  Y yo no se la voy a quitar.  Al menos la razón racional.

En mi opinión, la razón y la pasión son como el agua y el aceite, las puedes remover al principio y que parezca que están juntas, pero con el tiempo se terminan separando.

Como decía el psicólogo y neurocientífico Antonio Damasio:

El homo sapiens no es un animal racional que tiene emociones, sino un animal emocional que puede pensar.

Y es que si no nos enamoramos de nuestro producto/servicio no tendremos la pasión suficiente y necesaria para sacar nuestro proyecto adelante.

Lo que no debemos hacer nunca es perder la percepción de la realidad y no tener los pies en el suelo.  De esto hablo en la última parte del artículo.

Como decía el filósofo Blaise Pascal:

El corazón tiene razones que la razón no entiende.

Esto es la visión de ese trabajo importante que conseguimos hacer con nuestro producto o servicio y que nadie más puede ver al principio.

No me imagino a Steve Jobs sin enamorarse de su producto, ni a Henry Ford, ni a Anita Roddick, ni a Coco Chanel, ni a Pablo Picasso, ni a tantos y tantos otros.

Según la séptima acepción que da la RAE de amor, este es:

Esmero con que se trabaja una obra deleitándose en ella.

 

Pasión

La pasión es el motor que hace que luchemos contra viento y marea para seguir trabajando en dar a conocer y vender nuestro producto o servicio.

La pasión nos da las fuerzas suficientes para trabajar tantas horas en el proyecto.

La pasión nos permite afrontar todas las recomendaciones en contra de nuestro entorno para que no dejemos ese trabajo seguro o para que no invirtamos todo nuestro capital.  O para no ceder a los consejos de presentarnos a una oposición.

La pasión es la que nos permite no aceptar todas esas opiniones negativas sobre el producto o el proyecto porque sabemos que tenemos la razón.  Es difícil transmitir nuestra visión.

La pasión es lo que nos ayuda a permanecer fuera de la zona de confort.

En definitiva y por resumir algo que ya conoces, la pasión nos da el empuje necesario para crear una empresa que nos permita  ganar el dinero suficiente para conseguir nuestros sueños.

 

Con los Pies en el Suelo

Esta parte es fundamental.

No creo que sea incompatible con estar enamorado de nuestro producto/servicio.  Pero sí reconozco que es fácil dejarnos llevar por el amor y estropearlo todo.

Que no nos pase como a la empresa que pidió consejo a Homer Simpson para diseñar el coche que quieren los americanos…

Intuimos una manera novedosa y disruptiva de aportar un beneficio a la comunidad. Pocos lo verán (si tienes la suerte que lo vea alguien más) pero estamos seguros de nosotros.

No debemos obsesionarnos con que tenemos la razón absoluta en la manera de plantear la solución.  Posiblemente nuestra intuición sea buena, pero  hay que plantearlo de otra manera.

Para tener un negocio funcionando y operativo tienes que cumplir varias condiciones, por ejemplo, tener la mentalidad correcta, que sea financieramente viable y que esté bien dirigido

Tenemos que averiguar si el cliente realmente quiere lo que le ofrecemos.  Y esto te lo digo por experiencia propia.

Es posible que hayas detectado un problema en un grupo relativamente grande de personas. Incluso es posible que reconozcan el problema.  Eso no quiere decir que vayan a gastar dinero en solucionarlo.

Aquí es donde tenemos que sacar nuestro lado racional.  Analizar tranquila y pausadamente la información que nos va llegando.  Dejar a un lado nuestro ego y crear algo grande.

Para tener los pies en el suelo recomiendo aplicar metodologías ágiles que han surgido en los últimos años como el mapa de empatía, el mapa del viaje del cliente contigo, la propuesta de valor, el modelo de negocio y otros más…

 

Conclusión

Tú eres el que tienes la visión.  Tú sabes lo que quieres conseguir.  Tú sabes que puedes hacer cosas importantes.

Apasiónate por tu proyecto.  Enamórate de tu producto.  Ten los pies en el suelo.  Cambia lo que tengas que cambiar.  Y sigue adelante.

Cuando yo estudiaba nos decíamos una frase entre nosotros:

Si alguien te dice que tienes cara de camello no le hagas caso pero si te lo dice una segunda persona, mírate al espejo.

Quiero decir que no hagas caso a todos los clientes porque cada uno te pedirá cubrir sus necesidades.  Tienes que hablar con una cantidad suficientemente grande de clientes como para que los resultados tengan valor.

Esto aplícalo cuando recibas feedback de posibles clientes.  Los consejos de otros que no son clientes analízalos y, si crees que tienen razón, hazles caso, sino no.

Pero los clientes siempre tienen razón en lo que quieren o no quieren.  No te obceques en intentar vender algo que nadie más quiere, como el coche de Homer Simpson.

Busca un nicho de clientes que quieran lo mismo.

Si la mayoría del feedback que recibes de clientes es negativo tienes que hacerte esta pregunta: ¿Estás trabajando con el nicho de clientes adecuado?

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis

Imagen de Michał Grosicki

 


 

¿Tienes Estrategias para Poner al Cliente en el Centro?

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Hay Vida Antes de la Muerte de tu Empresa

Ya no se escapa a nadie que, en este principio del siglo XXI, las cosas están cambiando.  Y mucho.

Algunos dicen que son los cambios más grandes y más rápidos de la humanidad (… bueno, tienen que vender su producto, que es la revolución tecnológica y la transformación digital).

Grande y rápido son términos relativos.  Supongo que para los medievales los cambios que trajo el renacimiento también fueron los más grandes y rápidos vividos por la humanidad y, a pesar de esto, la humanidad siguió adelante.

Lo que quiero decir con esta breve entrada es que a pesar de los grandes y rápidos cambios que están ocurriendo, tu empresa puede seguir viviendo.  Si muere es porque tú la has dejado morir.

(Esto no va dirigido únicamente a los empresarios, también a los empleados si quieren seguir recibiendo su sueldo a fin de mes en los próximos años deben hacer cambios en sus creencias sobre ser empleado y la empresa.)

Después de leer esto posiblemente estés pensando que tú estás totalmente desconectado del mundo tecnológico y que no sabes cómo luchar contra él, porque, además, cada vez la brecha se hace más grande.

Eso nos pasa a muchos, pero tenemos otras alternativas.  LAS PERSONAS.

Para resurgir nuestra empresa y luchar contra el enemigo competitivo que tengas, lo primero que tenemos que hacer es recuperar nuestra mentalidad de empresarios y volver a ver nuestra empresa como lo que es, el sustento del estilo de vida que queremos tener.

Después tenemos que definir nuevos objetivos para nuestra empresa, pero no unos objetivos del modelo racional que, normalmente, están determinados por la esperanza y no por la realidad.

Te propongo que cambies tus objetivos por estos, que alcanzarlos depende únicamente de ti:

  • Actitud.
  • Mente abierta.
  • Flexibilidad.
  • Implicación.
  • Energía.
  • Interés.
  • Atención.
  • Confianza.
  • Paciencia.
  • Constancia.

 

Manos a la Obra

Una vez que tenemos de nuevo la mentalidad correcta y definido nuevos objetivos para nuestra empresa, ya podemos empezar a actualizarla a los nuevos paradigmas vigentes actualmente.

Tenemos que tener en cuenta una cosa que ha sido siempre así, no es algo nuevo.  Y es que tenemos que aportar el suficiente valor a nuestros clientes como para que quieran darnos su dinero.

Hace tiempo escribí sobre el mejor plan estratégico que puede tener cualquier empresa, sea de la época que sea y del sector que sea:  hacer las cosas.

Por mucho que definamos planes estratégicos, procesos, previsiones, presupuestos, planes de marketing y un largo etcétera de tareas que tenemos, si luego no ejecutamos nada, en nada se quedan.

Así que con todos estos primeros pasos que hemos dado, cambios en nuestro sistema de creencias (los más dificultosos), ya podemos empezar a analizar nuestra empresa con nuevos ojos.

Para este análisis tenemos muchas herramientas a nuestra disposición, algunas son clásicos y otras han surgido en los últimos años gracias a las metodologías ágiles.

 

Pasos a Seguir

Generalizando este es el orden que yo seguiría y que te recomiendo para rebrotar tu empresa (aunque si no se ajusta a tus necesidades pon un comentario y lo vemos).

  1. DAFO.  Clásico entre los clásicos y que sin embargo no ha perdido frescura.  Siempre, antes de empezar, analizar la situación actual de nuestra empresa.
  2. Un análisis financiero de los ingresos y gastos, pero si aún estas leyendo esto es porque tu empresa está mal y financieramente también.  Te aconsejo la serie de artículos que he escrito en agosto sobre gestión financiera.  Primero, segundo y tercero.
  3. También es importante conocer en profundidad las interacciones que tienen nuestros clientes con nuestra empresa.  La valoración final de la experiencia del cliente es la suma de todas las interacciones intermedias.  Una valoración intermedia mala reduce enormemente la valoración final.
  4. Otro punto a revisar, la Propuesta de Valor que ofreces a tus clientes, ¿es atractiva? ¿hace que tu empresa sea interesante? ¿marca la diferencia?  Hay una diferencia muy grande entre atraer a los clientes o ir a buscarlos.
  5. Seguimos.  ¿Cuál es nuestra ventaja competitiva?  Ser serio, tener muchos años de antigüedad, ser rápidos y cosas así ya no son una ventaja competitiva.  Vamos a empatizar con nuestros clientes y vamos a buscar una ventaja competitiva que pueda luchar contra la tecnología.  Aquí tienes una idea.  Y aquí otra idea más.
  6. En mi opinión, más del 90% del éxito de una empresa se debe a factores intangibles. Reflexionemos sobre ellos para aplicarlos en nuestra empresa.  Creatividad e intuición frente a planificación y análisis (sin descartarlos definitivamente).
  7. Las ventas.  Unas de las tres patas fundamentales de una empresa, junto con el producto o servicio y la gestión.  ¿Nuestra oferta comercial está enfocada a nuestros clientes o a nuestro ego?  Nuestra estructura de ventas tiene que ser fluida, por lo que, primero, tenemos que centrarnos en vender mejor.
  8. La Calidad es una actitud.  O tenemos actitud de Calidad (con C mayúscula) o no la tenemos. Nada tienen que ver la tecnología ni las certificaciones.  Con la actitud y el enfoque correcto sobre la Calidad conseguiremos hacer el trabajo que merece la pena e impactar a nuestros clientes.

Con todo este análisis, que es una revisión completa a nuestra empresa, debemos poder saber determinar cual es el trabajo que importa hacer para nuestra comunidad.

Este trabajo que importa será con el que consigamos crear una afinidad con las personas que se alineen con nuestra filosofía, generando ese sentimiento de pertenencia que buscamos los humanos como animal social que somos.

En nuestra sociedad occidental, ya no buscamos cubrir una necesidad con un producto o servicio, sino la experiencia que nos produce.

 

Yo te Puedo Ayudar

Como decía en el título de artículo, hay vida antes de la muerte.

Están ocurriendo muchos cambios que nos están sacando fuera del mercado, pero la culpa de que nuestra empresa muera es nuestra, de nadie más.

Mientras hay vida hay esperanza.

– ¿Qué después de 10 – 20 – 30 – 40 años haciendo lo mismo ahora no tienes ganas de cambiar?  Te entiendo perfectamente.  Pero te pregunto ¿vas a tirar todos esos años por la borda?

Probablemente, después de leer los ocho pasos anteriores no te veas capaz o con fuerzas para hacerlo tú sólo.  Esto es porque, como dice el dicho (valga la redundancia), es difícil cortarse el pelo a uno mismo.

Si todavía puedes, busca a una persona ajena a tu empresa que pueda ayudarte a renovarla para meterla de lleno en el siglo XXI.

Yo puedo guiarte en este camino que debes empezar.

Sí, he puesto guiarte, ya que el camino debes andarlo tú.  No creo en ese tipo de consultoría en la que te digo lo que a mi me parece bien pero que no tiene nada que ver contigo ni tu forma de dirigir tu empresa.

Así que si quieres nos podemos tomar un café, físico si vives en Madrid o virtual, para valorar la situación de tu empresa y ver si yo puedo guiarte a reavivarla para que te siga dando alegrías.

Haz clic aquí para contactar conmigo.

 

Un saludo y qué tengas una fantástica semana,

Luis

 


 

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8 Razones por las que Abrir una Empresa

Seth Godin da estas 8 razones por las que podemos abrir una empresa:

  1. Por dinero.
  2. Por los desafíos.
  3. Por el placer o vocación de ese trabajo.
  4. Por su impacto en el mundo.
  5. Por la reputación que te creas en la comunidad.
  6. Para resolver problemas interesantes.
  7. Para formar parte de un grupo y experimentar la misión.
  8. Para que te aprecien.

En mi opinión, al abrir una empresa entran en juego al menos dos de estas razones.

Siguiendo con mi opinión una de estas dos razones es la primera.

Es más, opino que la primera es la razón principal de cualquiera que abra una empresa de la que quiera vivir y con el que mantener su estilo de vida.

En segundo lugar cualquiera de las otras siete razones.

Si sólo nos centramos en la primera razón no nos diferenciamos de narcotraficantes y especuladores de bolsa.

Porque una empresa no es más que una herramienta legal para conseguir dinero.

Los narcotraficantes utilizan una herramienta ilegal para conseguir dinero.  Lo mismo que los atracadores de bancos.  Que también es ilegal.

Pero tienen el mismo objetivo que nosotros.  Conseguir dinero.

Objetivo que compartimos con los especuladores de bolsa.  Pero estos tampoco tienen más razones.  Sólo especular para ganar más dinero.  Pero esto sí es legal.

Como decía, lo que nos diferencia de narcotraficantes y de especuladores de bolsa es que además tenemos alguna de las otras razones de la lista, que aparecen (o deben aparecer) cuando pensamos en abrir un negocio.

 

Razones Después de Abrir una Empresa

¿Es posible abrir una empresa (legal) sólo con la primera razón, es decir, sólo por dinero.?

Sí.

¿Es posible tener una empresa rentable sólo por dinero?

Sí.  (En contra de la opinión de muchos comentarios que quizá oigas en otros sitios.)

¿Seré feliz con una empresa abierto sólo por dinero?

Lo más probable es que no.

Porque si no aplicamos alguna del resto de las siete razones, cuando se nos pase la euforia por ganar dinero, terminaremos teniendo una jaula de oro, que nos dará dinero, sí, pero nos aprisionará y seremos infelices.

Otra consecuencia de abrir una empresa sólo por dinero es que no harás nada destacable ni te ganarás el aprecio de tu comunidad.

No lo neguemos.  Todos necesitamos satisfacer nuestra necesidad de pertenencia en la sociedad.

Por otra parte, las razones van cambiando a medida que pasan los años.  Las razones por las que abres tu empresa seguramente no sean las mismas razones por las que quieras seguir teniéndolo abierto dentro de 10 años.

Nosotros vamos evolucionando, y nuestra empresa evoluciona con nosotros.  Es una extensión de nosotros mismos.  Es nuestra herramienta para servir a la sociedad.

Ese objetivo de servir a la sociedad es lo que hace que tu empresa siga funcionando.

Independientemente de cuales sean tus razones para abrir tu negocio, desde este blog voy a estar a tu lado para ayudarte a impulsar tu empresa poniendo al tu cliente en el centro.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

¿Tienes Estrategias para Poner al Cliente en el Centro?

Puedes incrementar el servicio, la productividad, el conocimiento, el cambio y la rentabilidad de tu empresa.  Te ayudo a identificar lo que añade valor a tus procesos, a tus productos y servicios y potencia el trabajo de tu equipo.

 

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¿Cuánto Tardo en Recuperar mi Dinero? Parte 2

La semana pasada escribí la primera parte de este artículo sobre los ciclos del dinero de tu negocio.

Te recomiendo que no sigas leyendo este artículo sin leer la primera parte en la que expliqué unos conceptos básicos necesarios para entender lo que vas a leer a continuación.

Bueno, continuamos.  Ya hemos visto la diferencia entre económico y financiero.  Lo económico genera un derecho o una obligación pero NO hay movimiento de dinero y en lo financiero SÍ hay movimiento de dinero.

Esto es importante para comprender correctamente cómo funcionan el ciclo de maduración y el ciclo de caja.

 

Ciclo de Maduración

El ciclo de maduración es el tiempo que pasa desde que haces acopio de materiales hasta que cobras a tus clientes.

Con esta imagen podrás comprender mejor lo que esto significa.

Es un ejemplo de una empresa que produce bienes y lo pongo porque me parece que es el de más fácil comprensión.

 

  • El ciclo de maduración empieza con la recepción de las materias primas con las que se van a fabricar los productos (Recepción de materiales).
  • Estas materias primas hay que acumularlas en un almacén (Stock de materias primas).
  • Después se empieza a realizar la producción de los artículos (Inicio de producción).
  • Si esta producción se realiza en varias fases, que es lo más común, hay que almacenar los productos en curso (Stock de productos en curso).
  • Terminan los procesos de producción (Fin de producción) y tenemos los productos listos para la venta que hay que guardar en un almacén, que puede ser el mismo almacén o no que el de las materias primas y de productos en curso (Stock de productos acabados).

Todos estos pasos componen el Ciclo de producción, otro ciclo más 🙂

Una vez que ya se tienen los productos acabados empiezan los procesos de venta a clientes.

Hasta aquí, todos estos pasos son económicos porque no hay movimientos de dinero ya que no he hablado del pago a los proveedores, esto lo vemos más abajo.

Y después de vender, si se tiene aplazado el cobro, supongamos que a 30 días, se recibe el cobro de los clientes (Cobro de clientes).

Este paso sí es financiero porque sí hay movimiento de dinero.

Durante todos estos pasos, desde la recepción de materiales hasta (sin incluir) el cobro a clientes va generando una serie de gastos que la empresa tiene que ir adelantando.

  • Compra de materias primas.
  • Gastos de producción.
  • Gastos de almacenamiento.
  • Gastos de ventas.
  • Gastos de empleados.
  • Y además tú como dueño del negocio tendrás que comer durante todos estos días, ¿no?

Después de leer esto se comprende mejor lo que dije la semana pasada de que tienes que trabajar desde ya para reducir este ciclo.

Profundizo sobre esto un poco más adelante.

Se puede decir que el ciclo de maduración mide los tiempos de los hechos económicos de la empresa.

 

Ciclo de Maduración de Empresas de Servicios

Las empresa es de servicios no crean que se libran del ciclo de maduración, que también lo tienen.

El cliente encarga el servicio y lo normal es que se tarde un tiempo en terminarlo y entregarlo al cliente.

El desarrollo de una web, defensa en un juicio, servicios de limpieza, asesoramiento …

Desde que el cliente  encarga el servicio hasta que se cobra pasa un tiempo en el que, como poco, el profesional tendrá que comer todos los días.

Y es posible que también tengan que incurrir en gastos para realizar tus servicios.  Si tienen empleados, pagar la nómina todos los meses.

Este es el ciclo de maduración de las empresas de servicios.  Normalmente más reducido que las empresas de producción, pero un ciclo al fin y al cabo.

 

Ciclo de Maduración en Comercios

Los comercios también tienen su ciclo de maduración.  Es incluso más reducido que el de las empresas de servicios.

Compran la mercancía a sus proveedores y la venden a sus clientes.

Gastos de local, salarios y aprovisionamiento.  Pero aún sí, es ciclo de maduración.

 

Ciclo de Caja

En el ciclo de caja lo que voy a hacer es incluir los hechos financieros al ciclo de maduración y donde vamos a ver con mayor precisión cómo se mueve nuestra tesorería durante el ciclo.

Fíjate en la parte superior de la imagen que es donde he incluido los hechos financieros.

Todo empieza con la compra de las materias primas a los proveedores.

Posiblemente den aplazamiento de pago, supongamos que a 30 días, por lo que el ciclo de caja (financiero) tiene un desfase con el ciclo de maduración (económico) y empieza más tarde.

Así que, en este caso, el ciclo de caja tiene duración menor que el ciclo de maduración.  Algo que es bueno, porque como ya he dicho en un par de ocasiones, hay que reducir el ciclo todo lo que se pueda.

Después del pago a los proveedores están los pagos de mano de obra y los costes de fabricación.  Los pagos de gastos de ventas y finalmente llegamos al cobro del cliente.

Como ves, cuanto antes se cobre a los clientes menos gastos financieros hay que soportar.  Sobre todo de los gastos de mano de obra y los costes de almacenamiento.

Tener el producto parado cuesta dinero.

Te propongo un ejercicio muy sencillo.  Coge papel y bolígrafo.  Traza una línea recta y ve marcando los hitos de tu ciclo de maduración y de tu ciclo de caja.  Calcula los días que pasan desde el primer hito hasta el último.

 

Consejos para Reducir el Ciclo de Caja

Para terminar algunos consejos para reducir este ciclo y en este otro artículo puedes profundizar más en estos consejos.

Intentar aplazar al máximo el pago a proveedores por las materias primas .

Encuentro a profesionales y empresarios que se jactan de pagar a sus proveedores todo al contado.  Éticamente está muy bien, pero financieramente no tanto.

Esto ya depende del músculo financiero que tenga cada uno.

Está claro que a todos nos gusta cobrar lo más pronto posible.

Lógicamente, intentar reducir el plazo de cobro a clientes todo lo que se pueda.

Probar a regalar algo si pagan pronto en vez de alargar el plazo de cobro.  También te va a costar dinero y con un regalo siempre se queda mejor con el cliente.

Pedir anticipos de dinero.  Esto es más factible en empresas de servicios.  Pero ahí está la opción.

Hacer una buena planificación de fabricación basaba en una previsión de ventas realista.

Esto permite no hacer acopio de más, fabricación de más, almacenamiento de más, procesos de venta de más… y la reducción de todos sus hechos financieros.

Ciclo de caja negativo.  Esto es cobrar a tus clientes antes de pagar a tus proveedores.

Es lo que hacen las cadenas comerciales.  Por ejemplo un supermercado: tú pagas al contado cuando compras e ingresan el dinero.  La cadena tiene pactado el pago a sus proveedores a 120 días, por ejemplo, por lo que reciben el cobro antes de tener que realizar el pago.

A esto se le llama financiarse con los clientes, que es lo que todo empresario tiene que tener siempre en mente y buscar constantemente como si se tratase del Santo Grial.

Esto es más fácil hacerlo en comercios que en empresas productivas o de servicios.  Por ejemplo trabajando en consigna con los productos de los proveedores.

O si realizas formación, normalmente se cobran antes de empezar el curso.

Y con esto termina este artículo, que he tenido que dividir en dos, sobre el tiempo que tarda un empresario en recuperar su dinero.

¿Conoces el ciclo de maduración de tu negocio?  ¿Tú ya has reducido tu ciclo de caja? Cuéntanos en los comentarios cómo lo has hecho para aprender todos nuevas maneras de hacerlo.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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¿Cuánto Tardo en Recuperar mi Dinero?

La semana pasada escribí sobre el Ciclo económico de una empresa para dar respuesta a Diego, que nos preguntaba cómo puede generar caja/dinero en su empresa.

Como comenté en el artículo anterior voy a seguir profundizando en los ciclos de dinero en las empresas.

Como bien sabes, en el desarrollo de tu empresa tienes que realizar desembolsos de dinero: compra de materia prima (si negocias con productos físicos), gastos generales de la empresa, quizá gastos de personal, pagar impuestos, etc.

Si ofreces servicios, las horas de servicio, adquisición de conocimiento por cursos u otros, etc.

Todo ese dinero lo tienes que ir adelantando de los fondos que tenga tu empresa.

También es posible que por adelantar ese dinero tengas más gastos añadidos como los bancarios.

Y al final del ciclo está el cobro que haces a tus clientes por tus productos y servicios.

Como ya te habrás dado cuenta, cuanto más corto sea este ciclo es mejor para ti porque menos dinero tienes que adelantar.

No es lo mismo tardar tres semanas en recuperar tu dinero que tres meses, ¿no crees?.  Porque además de los gastos del negocio, también tienes gastos personales que tienes que cubrir.

Hay emprendedores y empresarios que alargan sus plazos de cobro para “aumentar el valor de su oferta comercial”, pero no se dan cuenta que pueden entrar en una espiral negativa que les ahogará financieramente.

La única causa de cierre de un negocio es que se queda sin dinero, sin tesorería.

Así que vamos a remediarlo, ¿estas conforme?  Seguro que si 🙂

 

Económico vs Financiero

Todo este tiempo que pasa desde que empiezas a poner dinero hasta que lo recuperas mediante el cobro lo mide el ciclo de caja, que es lo que vamos a ir viendo en este artículo y el de la próxima semana, para que seas consciente de tu ciclo y empieces a reducirlo desde ya.

Para tener una correcta comprensión del ciclo de caja y de cómo funciona, voy a ir explicando desde el principio algunos conceptos sobre los que se soporta este concepto.

Primero quiero explicar la diferencia entre económico y financiero, que parece lo mismo pero no lo es y mucha gente lo confunde.

Un hecho económico es el que genera un compromiso por tu parte.  Por ejemplo el compromiso de suministrar a tus clientes tus productos o tus servicios.

Un ejemplo de hechos económicos son los ingresos/costes de producción y la facturación.

  • Ingreso: los productos que vas fabricando y almacenando; o si ofreces servicios, el desarrollo del servicio antes de entregar al cliente.
  • Coste: los compromisos de pago que tienes que incurrir para que tus proveedores te sirvan las materias primas y así fabricar tus productos o desarrollar tus servicios.
  • Facturación:  recoge oficialmente el hecho de la entrega de productos o servicios al cliente y que genera la obligación impositiva (IVA).

Hacer y entregar la factura es un hecho económico porque sigue haciendo referencia al compromiso de cobro, pero no es el cobro como tal.

Como ves, hasta ahora no hemos hablado en ningún momento de intercambio de dinero, únicamente de compromisos.

Un hecho financiero es cuando hay movimiento de dinero (físico o virtual), es cuando se realiza el cobro o pago como tal.  Es decir, cuando entra el dinero en tu caja o banco, o cuando sale el dinero.

Comprender esta diferencia es importante para poder avanzar en lo que vamos a ir viendo (y te ayudará a entender muchas noticias económicas que parece que hablan de lo mismo pero que son cosas distintas).

 

Ciclo Económico y Ciclo Financiero

Estos movimientos económicos y financieros se pueden representar igualmente en un ciclo, como el que se muestra en esta imagen.

Este ciclo es una línea temporal que empieza con el Acopio de materias primas –> continúa con la Fabricación de los productos que vas a comerciar–> después la Venta de estos productos.

Hasta aquí es ciclo económico porque aún no te ha entrado ninguna cantidad de dinero.

A partir de la venta y entrega de la factura es cuando empieza el ciclo financiero con el Cobro de la factura, con la recepción del dinero.

Porque es importante facturar, pero es más importante cobrar, algo que a muchos se les olvida.

Como ves primero se producen los hechos económicos y después los financieros.

Una forma rápida de definir la diferencia puede ser que en lo económico NO hay movimiento de dinero y que en lo financiero SÍ hay movimiento de dinero.

Obviamente estoy simplificando mucho los procesos para que se puedan ir entendiendo los conceptos de forma sencilla.

Seguro que estás pensando en situaciones que alteran esta estructura como el cobro al contado, los pagos a proveedores y otros.  No tengas prisa que todo esto lo vamos a ir viendo.

Creo que ya ha sido suficiente por hoy ¿no lo crees tú también?  La extensión de este artículo es tan grande que prefiero dividirlo en dos para que puedas ir digiriéndolo poco a poco.

Aquí puedes ir a la segunda parte del artículo en la que explico el ciclo de maduración y el ciclo de caja, así como algunos casos especiales.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

¿Tienes Estrategias para Poner al Cliente en el Centro?

Puedes incrementar el servicio, la productividad, el conocimiento, el cambio y la rentabilidad de tu empresa.  Te ayudo a identificar lo que añade valor a tus procesos, a tus productos y servicios y potencia el trabajo de tu equipo.

 

Escríbeme un correo y cuéntame lo que quieras.

Qué tal te va, qué dificultades tienes, qué te ha parecido este artículo, si has aplicado algo y te ha ido bien. O si no te funciona como esperabas.

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