¿Cómo Tener una Empresa Libre de Deudas?

Con la Capitalización total de tu empresa, que es uno de los conceptos que promuevo para PYMEs, microempresas y profesionales.

¿Por qué capitalización total?  Porque, valorando pros y contras, creo que es la mejor opción para la gestión de una empresa.

Pero empecemos por el principio, ¿qué es esto de la capitalización total?

Lo primero es explicar qué es capitalizar.  Según la primera acepción de la RAE capitalizar es:

Proveer de capital a una empresa.

Y siguiendo con la RAE, la séptima acepción de capital es:

Conjunto de activos y bienes económicos destinados a producir mayor riqueza.

Por lo tanto capitalizar es suministrar a nuestra empresa los activos y bienes económicos que necesita para producir sus productos y servicios y ponerlos a la venta para, así, generar beneficio.

Este capital se puede conseguir de varias formas:

  • con los ahorros de los fundadores,
  • con un préstamo, ya sea de un banco o de familiares/conocidos, o línea de crédito,
  • por un inversor que participa en la empresa.

Todos estas alternativas está bien utilizarlas en un momento puntual (que puede durar varios años) porque estamos empezando o vamos a lanzar una nueva línea de productos o servicios, o porque queremos expandirnos…

Mi recomendación es no abusar de estas fuentes de financiación externas porque, obviamente, alguien nos deja dinero con la idea de obtener un beneficio, como es lógico.

Ese beneficio que quieren es una parte del nuestro.

Y mucho menos para intentar mantener un negocio con deficiencias estructurales como la falta de clientes, una mala propuesta de valor o una incorrecta organización de costes, por poner sólo tres ejemplos.

 

Enfoque Capitalización Total

En la teoría económica existe un concepto que es el apalancamiento financiero, que consiste en buscar un equilibrio entre el capital propio de la empresa y el capital prestado.

El apalancamiento financiero, es algo muy complejo de gestionar para dueños de empresas sin conocimientos de gestión financiera, que es lo más común.  Saben sobre su sector, pero el tema financiero se les escapa.

La otra opción de capital es el capital propio de la empresa.  El que empieza con nuestros ahorros o ese dinero a fondo perdido “que nos deja” algún familiar.

Así que tenemos dos tipos de capital:

  • Capital interno: el propio que aportamos nosotros.
  • Capital externo: el que nos prestan oficialmente y que tenemos que devolver incrementados con intereses (entidades bancarias) o con parte del beneficio (inversores).

Mi consejo es que trabajes para reducir completamente el capital externo y tener únicamente capital interno.

 

Eso es la Capitalización Total

No depender de terceros, ni de las decisiones de terceros para seguir nuestro parecer y andar nuestro camino.

El que pensamos nosotros que es el mejor, sin tener que perder tiempo en convencer a otros.

La capitalización procede de la evolución del capital a lo largo del tiempo.

Y esta evolución debe ser dirigida a darnos más libertad de acción.

Capitalización total es sinónimo de libertad para tomar nuestras decisiones.

(Esto no es óbice para estar bien asesorados constantemente.)

 

Consejos para la Capitalización Total

Y para terminar este artículo algunos consejos para conseguir esta capitalización total.

Son consejos que dicta el sentido común y nada difícil de hacer, al menos en teoría. Principalmente dependen de nuestra mentalidad.

Reinvierte más cantidad del dinero del beneficio en tu negocio hasta que sea estable y rentable.

En el artículo sobre el ciclo económico vimos que el dinero que se genera en el punto cinco es para pagar gastos, beneficio y reinvertir en el negocio.

Al principio recomiendo aumentar la cantidad de dinero que reinviertes en la empresa y no quedártelo como excedentes de tu nómina.

A modo de ejemplo, Amancio Ortega siempre reinvertía todo el beneficio en la empresa, hasta que sacó Inditex a bolsa.  ¿Te sirve de ejemplo?

Si tienes dinero prestado devuélvelo cuanto antes.  Además de las cuotas mensuales intenta hacer otras aportaciones para reducir el capital del préstamo.  De esta forma conseguirás pagar menos intereses.

Una vez que hayas cubierto todos tus gastos y reinvertido en tu empresa, si te queda algo, coge una parte de la tesorería de la empresa y amortiza más capital del préstamo.

Haz que tus inversores dejen de serlo.  Si tienes inversores externos habla con ellos para que salgan de tu negocio comprándoles su participación o de cualquier otra vía que acordéis.

Posiblemente tú y los inversores no tengáis la misma idea de cómo debe ir el negocio ni los mismos objetivos.  Con el tiempo esto será una fuente de problemas.

Y además se llevan, como es lógico, una parte del beneficio.

Al principio tú, como dueño de la empresa, poniendo en práctica estos consejos te quedarás con menos dinero, pero tu negocio cada vez tendrá más.

Esto es en el corto-medio plazo, después la cantidad de dinero que recibirás de tu negocio crecerá exponencialmente porque ya no tienes que repartirlo con nadie más.

Y eso es lo que buscamos al abrir nuestra empresa ¿no?

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis

 


 

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