El Fondo de Tranquilidad o Cómo Mejorar tus Reservas de Liquidez

El Fondo de Tranquilidad es una versión para pequeñas empresas que he desarrollado desde el concepto de Fondo de Maniobra, haz clic aquí para saber lo que es (que esto no quiere decir que sea el Fondo de Maniobra en pequeño).

El Fondo de Tranquilidad es el colchón de dinero que tienes que tener para cubrir los gastos de tu negocio hasta que cobres a tus clientes.

En el desarrollo de tu empresa tienes que realizar desembolsos de dinero: compra de materia prima (si negocias con productos físicos), gastos generales del negocio, quizá gastos de personal, pagar impuestos, etc.

Todo ese dinero lo tienes que ir adelantando de los fondos que tenga tu empresa.

También es posible que por adelantar ese dinero tengas más gastos añadidos como los bancarios.

Con el Fondo de Tranquilidad consigues aumentar tu disponibilidad de dinero y derechos de cobro para que hagas frente en mejores condiciones a todo esa cantidad de dinero que tienes que adelantar.

¿Por qué el Fondo de Tranquilidad?

Porque te va a permitir obtener la Tranquilidad que buscabas al crear tu empresa.

Creas tu negocio para conseguir un nivel de vida.  Si tu vida profesional va bien tu vida personal también va bien.

Y es que no es lo mismo saber de un oficio que saber de negocios.  Y esto lo confunden 7 de cada 10 dueños de pequeños negocios.

¿Cuánto tienes que facturar al mes para cubrir gastos y llevarte tu beneficio? Esta pregunta tan básica hay dueños de empresas que no la saben responder.

El Fondo de Tranquilidad está pensado para negocios que tengan menos de 2 millones de facturación al año, menos de 1 millón en activos y menos de 10 trabajadores. Es decir microempresarios, autónomos y emprendedores.

Así que EMPEZAMOS.

Primero quiero comentar brevemente el ciclo económico de cualquier negocio, incluido el tuyo.

Quiero dar las gracias a Javier Criado Nesofsky que es a quien he cogido esta imagen.
  1. El emprendedor o empresario;
  2. obtiene y gestiona unos recursos: dinero y bienes;
  3. con los que realiza un proceso que añade valor (producto o servicio);
  4. que vende a sus clientes y por lo que
  5. percibe un dinero y genera liquidez, caja.
  6. Con la liquidez que va generando, el emprendedor o empresario, puede realizar dos acciones.  Meter una cantidad de ese dinero excedente otra vez en la empresa para volver a iniciar el ciclo económico, a esto se le llama reinvertir.  Y el resto quedarselo como fruto de su trabajo, a esto se le llama rentabilidad.

Bien, si estás en el caso del empresario (los emprendedores no suelen estar en este caso) que genera beneficios al finalizar el año, con una parte del dinero que reinviertes en la empresa puedes ir creando el Fondo de Tranquilidad.

Estos son los 4 pasos para generar el Fondo de tranquilidad.  El contenido de cada uno de los pasos lo voy a dar esquematizado porque creo que así es más fácil su comprensión.

1.- Busca la información correcta
  • Analiza tu propuesta de valor a tus clientes con Lienzo de Propuesta de Valor.
  • Revisa si tu ventaja competitiva sigue siendo tu ventaja competitiva.
  • Actualiza la relación con tus clientes para adaptarla a la nueva situación que ha dejado la crisis con el Mapa de Empatía con Clientes.
  • El gestor es tu amigo 🙂 . ¡Pídele tu información!.
  • Tu aplicación de gestión también es tu amiga 🙂 . ¡Utiliza tu información!.
2.- Ordena y clasifica esa información
  • Recoge toda esa información y organízala.
  • Clasifica la información y estructura los datos.
    • Los ingresos por cada producto o línea de productos.
    • Los gastos variables separados de los gastos fijos.
    • Los gastos directos de los indirectos.
    • Las inversiones de los costes.
  • Los datos económicos son los que generan un derecho o una obligación, mientras que los datos financieros son los que ocasionan movimientos de dinero.
  • Ten clara la estructura económica de tu empresa. ¿Qué tengo? y ¿cómo lo pago?.
  • Conoce los tempos de tu negocio: ciclo de maduración y ciclo de caja. Trabaja desde ya para reducirlos.
  • Habla con tus clientes para reducir los plazos de cobro y también habla con tus proveedores para ampliar los plazos de pago.
3.- Lee, entiende y saca conclusiones
  • Controla tu tesorería todos los días. Ten una tabla diaria, o semanal, o quincenal, o mensual en la que apuntas los cobros y los pagos. Calcula el total por periodo y un acumulado de cada periodo. Es la gasolina de tu negocio.
  • Exprime tu cuenta de resultados operativa. Anota todos los ingresos y todos los gastos, y saca la diferencia. Ese es tu beneficio. Es el motor de tu negocio.
  • La combinación de estos dos puntos y su optimización es lo que hace incrementar el valor real de tu negocio.
  • Productividad = resultados obtenidos / recursos utilizados.  La productividad se puede conseguir aumentando los resultados o reduciendo los recursos utilizados.
  • Haz trazabilidad del origen de los fondos y su aplicación.
  • A partir de ahora podrás ir haciendo un seguimiento histórico de la evolución de tu negocio.
4.- Pon a trabajar las decisiones
  • Diferencias entre ahorro y deuda. Huye de la deuda y tiende a la capitalización total. Deja el apalancamiento financiero para las empresas más grandes que tu negocio.
  • Si amplias la capitalización de tu negocio reduces tus gastos bancarios y aumentas los ingresos extraordinarios porque …
  • … puedes aprovechar el negocio financiero que puedes desarrollar de tu negocio no financiero. Tienes que tener un asesor de confianza.
  • Pon en números los próximos pasos que vas a dar. Realiza tu planificación financiera con los ingresos pendientes de cobrar y los gastos seguros.
  • Establece objetivos de beneficio. Con la tabla de tesorería debes haber detectado gastos innecesarios que puedes reducir. Ahora es cuando vas a aumentar tu beneficio de verdad.
  • Piensa cómo y utiliza el sistema de prueba-error para mejorar tus acciones diarias. Esto es innovación en procesos.

Conclusiones

  • CONSIDERA EUROS EN EL BANCO COMO LA MÉTRICA DEFINITIVA Y TRABAJA PARA CONSEGUIRLO.
  • Errores comunes:
    1. Preferir costes fijos a variables.
    2. Incurrir en demasiados costes fijos.
    3. No tener una estructura de costes adecuada a tu estructura de ingresos.
  • Controla la tesorería todos los días. Es como montar en bicicleta. Una vez que te habitúas a gestionar tu negocio lo haces para toda la vida.
  • Es adictivo. Cuando empiezas a ver cuánto aumenta tu beneficio ya no puedes parar.
  • Gestiona en tareas pequeñas y ponte un calendario de trabajo según el dinamismo de tu empresa.
  • Aplica el pensamiento estratégico. Sal del corto plazo y enfócate en el largo plazo.

Espero que con todos estos puntos te ayude a mejorar la liquidez de tu negocio y te permita estar más desahogado.

 

Un saludo y ¡qué tengas una fantástica semana!

Luis

 

Photo by Aaron Ang on Unsplash


 

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