Bolsa de Empresas, no de Talento

Ahora está de moda en las empresas y sus departamentos de recursos humanos hablar de TALENTO.

Todas las empresas, como es lógico, quieren atraer el mejor talento que les aporte el mayor valor posible (y si es posible pagando lo menos posible, aunque esta es otra historia).

En este artículo no voy a dar mi opinión sobre el posicionamiento de las empresas sobre el talento.

Voy a dar una idea de lo que pueden hacer las empresas para atraer ese talento.

Crear una bolsa de empresas en la que se publiciten para que ese talento las elija como empresas a trabajar.

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Tú También Eres Creativo y Tu Empresa lo Necesita

La semana pasada me invitaron a participar como ponente en el evento de ADNPymes de La Neurona en Oviedo.

Obviamente hablé sobre los intangibles que gobiernan las empresas.

Cuando llegué al último intangible de la lista, la creatividad, pedí a los asistentes, unas sesenta personas, que levantasen la mano quien pensase de sí mismo que era creativ@.

¿Cuántos crees que levantaron la mano?

Efectivamente, ningun@.

Cuando insistí un poco más sólo uno se atrevió a levantar tímidamente la mano.

Tengo buenas noticias.  TODOS SOMOS CREATIVOS, aunque no lo creamos.

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Teoría de la Evolución de las Empresas

Hoy me he levantado más osado que de costumbre y tengo ganas de escribir un artículo que tengo en el tintero desde hace tiempo.

Después de una semana lloviendo en Madrid (que esto parecía Londres 🙂 ), hoy ha salido el sol.  Quieras que no, eso da energía.

Hace tiempo me atreví utilizar a Albert Einstein y su Teoría de la relatividad para modificar su famosa fórmula E=mC² para llegar a las emociones de nuestros clientes.

En este artículo me voy a servir de la teoría de otro de los grandes para plantear uno de mis conceptos sobre supervivencia de empresas.

Charles Darwin y su Teoría de la evolución de la vida que presento en su libro “El origen de las especies”.

En esta teoría nos dice lo que ya sabemos todos y que se utiliza en muchas frases de motivación, procesos de cambio y cosas así.

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¿Eres Justo con Tus Clientes?

Jesús Delgado es uno de los integrantes de Aunapyme, que es un grupo de networking de acceso libre en Villaviciosa de Odón en el que yo también participo.

En Aunapyme, además de networking con el que conocemos más y mejor nuestras empresas, también creamos debates para mejorarlas.

En uno de estos debates, Jesús, cuyas preguntas hacen reflexionar, planteó la cuestión que da título a este artículo.

Y yo te la traslado a ti, porque me parece un elemento muy importante en el posicionamiento de tu empresa.

¿Somos justos con nuestros clientes?

Antes de responder un rápido sí, creo que es conveniente que cada uno de nosotros valoremos las implicaciones de esta pregunta y que lo analicemos en profundidad.

Obviamente nuestra conciencia nos dirá que sí, al menos debería decírnoslo, porque es lógico que queramos sentirnos a gusto con nosotros mismos y tener la conciencia tranquila.

No queremos ser injustos con nadie de forma deliberada.

Aunque es posible que seamos injustos por omisión, no por acción.  Esto lo trato un poco más abajo.

 

El Precio

Es posible que lo primero que pienses al leer esta pregunta es si el precio que cobras por tus productos y servicios es justo.

Sólo nuestros clientes deciden si es justo o no.  Pagan o no pagan.

Resumiendo, para calcular ese precio valoramos nuestros costes (aunque no todos lo hacen bien), el margen de beneficio, si aplicamos descuentos… y determinamos el precio.

Una vez que tomamos esta decisión, damos por hecho que somos justos.  Y otra cosa, mariposa. Pero tenemos que seguir siendo justos continuamente.

Y es posible que ahora empecemos a ser injustos por omisión.  Espera un poco más 🙂

Además del precio hay otros factores en nuestra empresa por los que tenemos que ser justos. Por decir algunos:

 

Injustos por Omisión

Cuando digo que es posible que seamos injustos por omisión me refiero a no estar constantemente ocupándonos de mejorar los puntos que acabas de leer y otros más que se te ocurran a ti.

Ser justos con nuestros clientes no lo veo yo únicamente como dar el precio más justo, sino como la actualización y mejora (para mi esto es la innovación) de nuestra empresa para aportar más valor al cliente.

Ser injustos por omisión lo veo a no trabajar para mejorar nuestros procesos y reducir costes y así aumentar la aportación de valor aumentando producto/servicio o reduciendo el precio final.

O por no trabajar en mejorar la distribución.  O no formar a los trabajadores.  O por acomodarnos en nuestra zona de confort porque ya tenemos una empresa que funciona…

Para mi, ser injustos por omisión en una empresa, es no intentar mejorar cada día y volcar esa mejora en los clientes.

 

Un saludo y qué tengas una fantástica semana,

Luis

 

Imagen de Doug Swinson

 


 

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Me Gusta que me Paguen por mi Trabajo

No debemos pagar por trabajo realizado, sino por la aportación de valor que nos dan.

No debes cobrar por realizar un trabajo, sino por aportar valor a tu empresa o a tus clientes.

El trabajo que hacemos ya no vale nada si no aporta valor.

Como puedes ver en mi página de servicios de consultoría, yo ofrezco a mis clientes trabajar por resultados, además del pago tradicional.

Creo plenamente en lo que puedo conseguir y el valor que puedo aportar.

Sé que por resultados voy a ganar bastante más dinero que únicamente cobrando por mis horas de trabajo.

Tiene, además, otras ventajas:

  1. Estaré ganando más dinero durante mucho tiempo por un trabajo realizado y finalizado.  Lo que se llaman ingresos pasivos.
  2. Me permite no entrar en una guerra de precios.
  3. Tengo que esforzarme por hacer cada día mi mejor trabajo porque cuanto antes funcione, antes empezaré a ganar dinero.
  4. Minimizo el riesgo de inversión de mis clientes ya que si ellos no ganan yo tampoco gano, lo que me produce una ventaja competitiva importante.

Como ves no tiene inconvenientes, únicamente ventajas, siempre y cuando creas en la aportación de valor que puedes crear con tu trabajo.

No pretendo que todos tengan mi misma visión del trabajo, pero no tolero a los que me dicen que por el mero hecho de hacerme un trabajo me vayan a cobrar.  Independientemente del resultado.

¡¡¡Yo no quiero tu trabajo, quiero mis resultados!!!

 

Trabajar por Resultados

Yo siempre pido trabajar con los demás en formato colaboración porque de esa forma, creo, que la persona sacará todo su potencial y que además se esforzará en crecer.

Todos somos grandes profesionales que damos lo mejor de nosotros mismos con cada cliente.  Sí, vale, muy bien.  Para mi es una frase vacía.

Trabajar por resultados no tiene que tener únicamente como unidad de medida el dinero.

Si haces páginas webs puede ser un % de conversión al objetivo establecido con el cliente.

Para los formadores de contenidos técnicos, la mejora en la productividad de los trabajadores.

Que lo tuyo es la comunicación, las personas que se interesan.

Seguro que siempre puedes encontrar alguna manera en la que poder ofrecer tu trabajo y aportar valor por resultados.

¡Demuéstrale al mundo lo buen@ que eres y todo el valor que puedes aportar!

Trabajar por resultados no es un variable entre cero y lo que le ibas a presupuestar.  Es un variable entre cero y mucho más.

Por ejemplo.  Si en el paradigma actual voy a hacer un presupuesto de 1000 euros, trabajar por resultados no es ganar entre 0 euros y 1000 euros según el resultado.

Trabajar por resultados es establecer unos objetivos por el trabajo que te puedan reportar entre 0 euros y 10.000 – 15.000 – 20.000 – … euros.  Es decir, ganar dinero hasta que los resultados dejen de producirse, si es que alguna vez dejan de hacerlo.

Nuevos paradigmas para nuevas realidades.

 

Trabajadores por Cuenta Ajena

Los trabajadores por cuenta ajena también pueden trabajar así.

Es un cambio de paradigma radical, ya no sólo para los trabajadores, sino también para las empresas.

Los trabajadores tienen que darse cuenta que están abocados a una dualidad:

  1. Estar aportando y renovando constantemente el valor que dan a la empresa, o
  2. Ser barato y competir por ser el que menos cobra para que no te quiten el puesto de trabajo.

En cualquiera de estas dos situaciones trabajas por resultados.  Una positivos y otra negativos.

Con la primera opción es una lucha constante por aprender y mejorar cada día.

Si cada día eres mejor y aportas más, ¿por qué no percibir una remuneración variable y acorde con lo que hacemos?.

 

Empresas

Para el que esté pensando que en las empresas actuales esto es inviable porque los empresarios se intentarían aprovechar, sí, les doy la razón, las empresas también tienen que cambiar el paradigma.

Si eres empresario y estás leyendo esto quizá compartir los resultados con tus trabajadores sea la manera de sacar tu empresa adelante.

Aunque es difícil, tienes que darte cuenta que “ya no es tu empresa”.  La empresa la hacéis todos los miembros de tu red de contactos.

Piensa que ya no tienes trabajadores.  Piensa que tienes colaboradores y que los tienes que empresarizar (concepto recogido de Tom Peters).

Los trabajadores empresarizados:

  • Llevan a cabo proyectos iniciados por ellos mismos en su mayor parte.
  • Aplican soluciones especialmente pensadas para el cliente concreto, sea interno o externo.
  • Trabajan en grupos multifuncionales y tienen libertad para recurrir a expertos de dentro y fuera de la empresa; y
  • Se miden en función de los resultados económicos obtenidos y de las evaluaciones de los clientes y los compañeros de equipo, no de la apreciación subjetiva de un jefe.

Si eres empresario y quieres saber los pasos principales para empresarizar a tus trabajadores, aquí los tienes:

  1. Formación completa: para poder desarrollar el proceso completo de principio a fin.
  2. Presupuestación: responsabilidad de la formulación, seguimiento y modificación de presupuestos.
  3. Control de calidad: procesos de medición, supervisión y mejora.
  4. Autonomía y autoridad para empleo de recursos: lugar propio dentro de una organización sin niveles jerárquicos y reestructurada, así como autoridad para decidir, incluso decidir el empleo de recursos sustanciales (dinero, también) sin tener que pedir permiso a los de arriba.
  5. Acceso a los expertos: posibilidad de recurrir inmediatamente a especialistas de la empresa y a consultores externos cuando sea preciso.
  6. Clientes propios de verdad: internos y externos, que potencien en el empleado-empresario la sensación de que es propietario del negocio.

 

Incertidumbre

Este es el mayor problema para implantar esta forma de trabajar.   La aversión al riesgo inherente en el ser humano.

Incertidumbre por el qué pasará.  Incertidumbre por el futuro.  Pero es que el futuro siempre ha sido incierto.

Ahora las oportunidades están para los que quieren “romper la baraja” y preocuparse por hacer cosas importantes.  Que son las cosas que tienen un duro trabajo a largo plazo.

En la situación actual, riesgo es lo que hay por todas partes.  Riesgo de perder ingresos.

Muchos consideran que es más seguro dar presupuestos y cobrar por el trabajo porque la situación está muy complicada.

Yo te pregunto ¿qué tal te va con esa estrategia?

 


 

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Toma Ya las Riendas de Tu Futuro

Buff…. Prefiero no tener que pensar.  Quejarme es menos cansado.

Esta es la conclusión que saco cuando hablo con dueños de negocios o pequeños empresarios y les pregunto sobre qué otras posibilidades de negocio han sondeado.

La cosa está muy mal … y seguirá igual de mal si no toman medidas.

Estoy esperando a que termine la crisis … su crisis terminará cuando ellos quieran salir de la crisis.

A ver si … excusas, excusas y más excusas.

En vez de ponerse a trabajar.

Hoy en día cualquiera puede tomar las riendas de su futuro y que su éxito (lo que quiera que sea) dependa única y exclusivamente de sí mismo.

(La verdad es que siempre ha sido así y siempre lo será).

Lo que necesitamos para conseguirlo es remangarnos las mangas de nuestra camisa y buscar nuevas cosas importantes con las que aportar valor a la sociedad.

Es posible que nuestro sector esté  punto de desaparecer, si no ha desaparecido ya.  Tendremos que buscar otro sector.  Tendremos que volver a aportar valor de otra manera.

Yo sigo en Guinea Ecuatorial.  Y me están ocurriendo una serie de cosas que jamas hubiese sospechado que me fuesen a pasar.  Estoy aportando valor de una forma que no me imaginaba hace unas pocas semanas.

Es algo que me está haciendo crecer como persona en primer lugar y después como profesional.

(El crecimiento profesional es imposible si antes no hay un crecimiento personal).

Y no es por el curso de formación que estoy impartiendo aquí.  Ya he impartido mucha formación y seguiré impartiendo mucha formación, en España.  Esto ya me hace crecer poco.

 

Aportar Valor a la Sociedad

Este es el secreto (que no es ningún secreto).

Con mi negocio tradicional, la formación y la consultoría, lo que hago es aportar mi conocimiento.  Pero nada más.

Lo que me está haciendo crecer es valorar y profundizar en la idiosincrasia, forma de ser y de vivir de los ecuatoguineanos.

Sus patrones sociales.  Su cultura.  Su forma de plantearse y de vivir la vida.  Son distintas a las que tenemos en España.

Esto me está haciendo abrir mi mente y revisar mis valores y principios, para mantenerlos o para modificarlos.

Incorporar a mi manera de impartir el curso estos valores y principios modificados me está haciendo ser partícipe de un grupo excepcional, ahora que conozco cómo son.

Esto nos lleva a todo el grupo a un crecimiento extraordinario y sorprendente para propios y extraños.

Volviendo al tema del artículo, la única manera de seguir teniendo un negocio o pequeña empresa funcionando durante los próximos años es aportando valor.

Siempre ha sido así y siempre lo será.

El problema es que las vías tradicionales de aportación de valor del siglo XX, dominado por el modelo racional, ya no añaden valor.

Liberémonos del lastre, de la mentalidad que tenemos actualmente.  De esta mentalidad que nos hace no querer volver a pensar.

Tenemos que hacer un ejercicio interior de apertura mental y de revisión de nuestros valores y principios.

Este cambio de paradigmas es el punto inicial para poder volver a aportar valor a la sociedad.

Iniciado este nuevo camino con el remodelado de nuestros paradigmas, podremos salir a la calle a ofrecer nuevas soluciones a nuevos problemas.

Nuevas metas.  Nuevos esfuerzos (inteligentes).  Nuevas oportunidades.

 

No Rechaces nada Sólo Porque No te Apetece.  

Sólo porque no quieres tener que pensar otra vez y empezar de nuevo.

Si te ofrecen algo que no te encaja, recházalo.  Di que parece una gran idea pero que hay algo dentro de ti que te dice que no o que no por ahora.  Que lo tienes que pensar.

No busques respuestas de mercadillo (con todos mis respetos a los mercadillos que me gustan mucho) porque, si han hecho bien su trabajo, tendrán el contraargumento perfecto para cada argumento que des.

No des ninguno.  Están preparados y adiestrados en hacerte quedar como tonto o tonta si no coges inmediatamente lo que te ofrecen.  Es su táctica.  A nadie nos gusta parecer tontos.

En este siglo XXI el cronómetro se ha puesto ha cero y todos estamos empezando de nuevo.  No te quedes atrás.

El siglo XXI es el siglo de las personas.  No de la tecnología como muchos quieren hacernos creer.

La tecnología está a nuestro servicio, no al revés.

Si no sabes qué hacer para aportar valor de nuevo.  Si no se te ocurren ideas de negocio “geniales”.   Piensa en las personas.

Busca maneras de que esas personas tengan una vida que deseen vivir.  Busca maneras de que esas personas vuelvan a tener una ilusión por la que vivir.

No me refiero a que des talleres de motivación.

La motivación tiene que ser como la ducha, todos los días, sino no sirve para nada.  Busca y ofrece algo que les sirva para la vida.

(Como tantas cosas es muy fácil de decir pero muy difícil de hacer.  Es una búsqueda constante.)

 

Es que Yo Busco un Sueldo

Para los que buscan sueldo el mensaje es el mismo.

Ya no hay sueldos como los de antes.  Ni contratos como los de antes.  Ahora lo que funciona es la temporalidad.

Eso de trabajos para toda la vida ya no existe.

Las empresas necesitan resolver cosas puntuales.  Puede ser durante 3 meses o durante 20 años.  Pero cuando la empresa lo tenga resuelto, prescindirá de ti.

Escucho a personas de más de 50 años diciendo que ya no tienen tiempo de lanzarse a aventuras.  Que lo que necesitan es un sueldo.

No, lo que necesitas es pararte a pensar y buscar algo con lo que volver a aportar valor a la sociedad.

Si con tus conocimientos y experiencia ya no aportas valor, nunca conseguirás ese sueldo que buscas.

Debes adquirir nuevos conocimientos y mantener una buena actitud.

Busca algo con lo que aportar valor en la empresa del siglo XXI o a las personas del siglo XXI.

Sino, lo vas a pasar mal.

Muy mal.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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La Personalización de las Masas

Antiguamente, si queríamos tener algo personalizado, teníamos que ir a un artesano o profesional y que nos lo fabricase.  Sólo para nosotros.

Lógicamente el precio de tener artículos personalizados era muy elevado.

Si no disponíamos del dinero suficiente para poder adquirir artículos personalizados, debíamos conformarnos con los artículos producidos en serie.

Que eran iguales a los de todos los demás.  No permitían diferenciarnos.

Por ejemplo, yo recuerdo que me abuelo contaba como anécdota del paso del tiempo que cuando él se compró su primer coche no pudo elegir ni el color.  Entonces elegías el modelo y ya te lo entregarían del color que te tocase.

(Y el que conseguía que le regalasen en el concesionario unas alfombrillas para el coche era recibido a hombros en el barrio y considerado un gran negociador.)

Las cosas han ido cambiando mucho.

En la actualidad, Cuando entramos en un concesionario de coches podemos elegir prácticamente cualquier modificación en el coche.  Las posibilidades de configuración son muy elevadas.  Lo único que falta es que fabriquen el coche en el mismo concesionario 🙂

 Es más… las cosas siguen cambiando mucho.

Ahora se ha dado un paso más hacia delante.

 

La fábrica 4.0

Henry Ford construía todos sus coches en negro porque ese color se secaba antes y así tardaba menos tiempo en producir sus coches, con lo que reducía costes.

Pero, en mi opinión, eso era porque no conocía la fábrica 4.0.  Una fábrica en la que se puede conocer en un periodo muy corto de tiempo los gustos del mercado.

Tal como Alvin Toffler indicó hace 36 años en su libro (altamente recomendable) La tercera ola, ahora, los consumidores, ya no aceptamos lo que hay en el mercado. Ahora ya todos sabemos lo que queremos.  Y si no existe, lo construimos.

Precisamente, esto que comento en el párrafo anterior, lo están aprovechando muchos emprendedores para abrir sus empresas.

Ven las nuevas necesidades del mercado y aprovechan que se pueden mover rápido para explotar el mercado.

Pero las fábricas actuales también pueden aprovecharlo.

Tienen a su disposición las mismas herramientas y los mismos métodos que esos emprendedores que les están comiendo el mercado poco a poco (o mucho a mucho).

Tienen a su disposición Internet y toda la información que se mueve en la red.

 

El Cliente en el Centro

¡Por fin cada vez más empresas se están dando cuenta que el secreto del éxito siempre ha sido tener al cliente en el centro de toda la estrategia!

Ahora las fábricas también pueden hacerlo.

Gracias a Internet los clientes ya pueden elegir en tiempo real qué producto quieren y cómo lo quieren.  

Ya no es necesario tenerlo fabricado (en algunos casos).

Se puede fabricar bajo demanda.

Pueden tener unos productos base y sobre esos productos aplicar distintas personalizaciones, por poner sólo un ejemplo sencillo de todo lo que se puede hacer.

Gracias al Big data se puede saber, casi en tiempo real, los cambios en las tendencias y modas que están ocurriendo y así poder ofrecer productos y servicios que serán demandados.

El periodo de tiempo en conocer la demanda del mercado se ha reducido casi a cero.

Extraer esta información de la Red nos permitirá reducir los costes de diseño de artículos de prueba a ver si gustan en el mercado.  Entre otras reducciones de costes.

Y conocer esta información nos permitirá huir de los estudios de mercado.

Sí, hay que invertir.  Sí, hay que renovar los sistemas.  La Revolución industrial 4.0 ya está aquí y si quieres seguir produciendo y no quedarte atrás es recomendable que te subas al tren de la tecnología.

Precisamente de esto hable, hace unos meses, en una vídeoentrevista en la plataforma HablemosD.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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La Investigación es la Clave (mis Nuevos Servicios)

Últimamente se habla mucho de innovación.  Y eso está bien, hay que innovar.  Por supuesto siempre se lo digo a todas las personas con las que me relaciono.  Hay que ser innovador.

¡Pero ojo!  que ser innovador no está reservado sólo para las grandes compañías tecnológicas como Google, Apple o Microsoft; ni para las startups de chavales brillantes.  Todos podemos ser innovadores en nuestros negocios, por pequeño o grande que seamos.

Creo que fue en la web de la Agencia Española de Investigación e Innovación, donde recogí está definición de lo que es la innovación, que me encantó.

INNOVACIÓN

TODO CAMBIO no sólo tecnológico

BASADO EN EL CONOCIMIENTO no sólo científico

QUE APORTE VALOR no sólo económico

Por lo tanto cualquier cosa que mejores en tu negocio y que te aporte valor, ya sea aumento de beneficios, como reducción de tiempo en ejecución de tareas o cualquier otra aportación de valor, es una innovación.

Vale muy bien hasta aquí.  Puedes encontrar mucha información sobre innovación por poco que busques en Internet.

Esta definición recoge un aspecto que para mi es fundamental para que la innovación sea exitosa y que, creo, es algo que casi siempre se olvida.

Solemos innovar fundamentándonos en lo que “creemos” que pueden querer nuestros clientes (y para esto algunos esgrimen el comentario de Steve Jobs de que la gente no sabe lo que quiere hasta que se lo enseñas u otros por el estilo.)

Esto no es así, el cliente sabe perfectamente lo que quiere, o al menos lo que le duele, otra cosa es que no sepa expresarlo correctamente.  Y ahí tenemos que estar nosotros para saber “descubrir” que es lo que realmente quiere (sobre esto escribiré más adelante).

Así que para que la innovación sea exitosa…

 

El elemento fundamental es la investigación

Puedes investigar sobre muchas materias.  Aquí te presento tres de esas materias.

 

Investigación sobre cómo es nuestro cliente.

¿Nuestro mercado es difuso?  ¿Nuestro cliente puede ser cualquier persona o empresa? ¿Tienes identificadas cinco cualidades específicas de tu cliente ideal?  Y no me refiero a una segmentación socio-demográfica.

¿Comprendes qué es en lo que realmente creen y a qué le tienen miedo tus clientes?

La típica segmentación socio-demográfica de los clientes ya no vale.  Tenemos que descubrir cuál es el motivo por el que la gente hace las cosas.  Descubrir esa emoción primaria que le lleva a tomar decisiones.

Una vez que sepamos por qué toman decisiones, podemos hacer palanca sobre esa emoción y dirigir ese movimiento hacia nuestro negocio o empresa.

 

Investigación sobre qué es lo que quiere el cliente.

¿Sigue queriendo lo mismo que le ofrecemos desde hace varios años? ¿Quiere algo distinto (y no se va por pereza, pero terminará yéndose a la competencia)? ¿Sigue queriendo lo que tenemos pero habría que actualizarlo?

¿Tus clientes recomiendan enfervorecidamente tus productos o servicios? ¿Tus productos o servicios son fascinantes?  ¿O sólo son uno más?

El mejor marketing es un producto bien diseñado y notable.  Esto es lo que permite que se pueda iniciar el boca a boca, que hasta el momento es el mejor tipo de marketing que existe.  LA RECOMENDACIÓN.

Que tus productos o servicios hagan lo que dices que hacen, sin errores, eso no reseñable (lo siento 🙁 ).  Pero lo que sí que es reseñable es que tu cliente diga: –“UAU, ¿cómo saben que yo quería eso, si nunca se lo pedí?

Tenemos que trabajar desde la base, que es que nuestros productos y servicios funcionen correctamente, e investigar para saber qué es lo que sorprenderá a nuestros clientes.

 

Investigación sobre quién se relaciona con el cliente.

El 90% del éxito de tu negocio o empresa es intangible.  Se produce en la red de contactos. Así que es fundamental pulir nuestro comportamiento con ell@s, saber cómo recopilar información valiosa para crear nuestros productos y servicios.  Dominar cómo nos comunicamos.

La dirección no consiste en controlar a la gente.  Más bien consiste en permitirles que colaboren.

Y la colaboración se ha postulado como una de las más grandes metacompetencias actuales y de cara al futuro próximo en entornos de empresas y de negocios.

La colaboración con todos los integrantes de nuestra red de contactos: empleados, clientes, proveedores, colaboradores y otras personas que conozcas que no se puedan catalogar en los anteriores.

El nuevo paradigma de negocios es que éstos se basan en personas, no en los números de una hoja de cálculo.

 

Yo puedo ayudarte

Como ves, antes de ponerte a innovar, tienes una primera labor por delante que es investigar.

Como toda investigación tiene que ser meticulosa y tener su metodología.

Es posible que esto no sea lo tuyo y que no te veas capaz tú sol@ de empezar a investigar.  Sí, las cosas han cambiado desde que abriste tu negocio o empresa, pero ese no puede ser un pretexto para  no sacar adelante tu negocio.

Si tú no te ves con las fuerzas para hacerlo, yo puedo ayudarte.

Puedo ayudarte a investigar y descubrir esos nichos de clientes para saber qué es lo que buscan y que puedas ofrecérselo.

También puedo ayudarte a investigar cómo renovar tus productos y servicios para adaptarlos a los nuevos gustos y necesidades de tus clientes.

Y por último, igualmente puedo ayudarte a investigar en el desarrollo profesional de tu equipo para fomentar la excelencia en tu negocio o empresa y, por extensión, la satisfacción de tus clientes.

En mis diecisiete años de experiencia he ayudado a muchos otros dueños de negocios, empresarios o profesionales como tú a investigar en sus problemas para que luego la innovación y mejora salga de forma natural.

Utilizo metodologías y herramientas novedosas para ayudarte con la investigación necesaria para que puedas desarrollar esas innovaciones inevitables e incorpores tu negocio o empresa al nuevo modelo económico de este siglo.

Si quieres saber más de en qué y cómo te puedo ayudar puedes ir a mi página de Servicios directos o bien contactar conmigo y hablamos.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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Puedes incrementar el servicio, la productividad, el conocimiento, el cambio y la rentabilidad de tu empresa.  Te ayudo a identificar lo que añade valor a tus procesos, a tus productos y servicios y potencia el trabajo de tu equipo.

 

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Qué tal te va, qué dificultades tienes, qué te ha parecido este artículo, si has aplicado algo y te ha ido bien. O si no te funciona como esperabas.

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¿Por qué Tanto Miedo a Decir Nuestras Cifras?

Estaba yo el martes pasado en la reunión quincenal de AunaPYME, junto que el resto de compañeros que allí nos reunimos, y surgió un tema que siempre crea mucha controversia.

(Por si no te lo he dicho todavía, AunaPYME es una reunión quincenal de empresarios, libre y gratuita, que se organiza en Villaviciosa de Odón (Madrid) a la que estáis todos invitados.  Puedes ver más información y apuntarte a la próxima reunión en la página de Facebook.)

El tema que salió es la cuestión de decir abiertamente las cifras de nuestros negocios.  Tema siempre polémico y que genera debate.

Muchos estaban totalmente en contra de dar a conocer sus cifras, pero me pareció que alguno no estaba tan en desacuerdo.  Cosa que me alegró.

Vaya por delante que esto de mostrar abiertamente las cifras de mi negocio es un paradigma y cambio de mentalidad que aún no me he aplicado.  Quiero hacerlo, pero aún no lo he conseguido.

Ya sabemos todos que en este país está muy mal visto hablar de dinero.  Es una mentalidad que nos inculcan desde pequeños.

Y mantenemos esa mentalidad firmemente durante toda la vida:  ¿por qué voy a decir cuál es mi sueldo?  ¿Y tú por qué quieres saberlo?… Y cosas así

Si lo llevamos al terreno de los negocios: ¿por qué voy a decir cuánto facturo?  ¿Cuanto he tenido de beneficio, o de pérdida?  ¿Cuáles son mis costes?…  Ni a mis empleados ni a mis proveedores.

Supongo que una de las razones es porque, seamos sinceros, no nos va tan bien como nos gustaría o como queremos hacer ver.

 

Política de Libros Abiertos

Pues creo que es un error.  Considero que tener una política de libros abiertos no puede traernos más que ventajas.

Hablado abiertamente de nuestras cifras facilitaremos a la otra persona para que pueda ayudarnos mejor a conseguir nuestros objetivos.

Por supuesto esto aplica a empleados y a proveedores. 

Si tus empleados (si los tienes, yo no tengo) conocen el dinero que se mueve en tu empresa, cuánto se ingresa, cuanto se gasta, cuanto queda y cómo se reparte ese beneficio, podrán implicarse más con tu negocio:

  1. Gestionar mejor los gastos en los que incurren.
  2. Comprometerse más en la generación de ingresos.
  3. Proponer alternativas innovadoras para mejorar tu negocio.
  4. Tomar mejores decisiones operativas alineadas con el foco de tu negocio.

 

Aquí sólo he puesto 4 ventajas.  Seguro que si lo piensas un poco se te ocurren más.

Y además así te podrás evitar eso que se piensa mucho de:  -“fíjate cuánto tiene que estar ganando mi jefe (dueño de negocio) y a mi sólo me paga X euros”.  Con los libros abiertos podrás explicarle y comprenderá por qué las cosas son como son.

Si escondemos lo que pasa en nuestro negocio, es normal crear suspicacias y que se empiece a pensar mal, como en el ejemplo que ponen en el artículo que he enlazado sobre los libros abiertos.

Si no tienes nada que esconder, no lo escondas.

 

Respecto a los proveedores

Claro ¿por qué no?

Ten en cuenta que somos su cliente.  Y que si nos va bien a nosotros, mantendrán el cliente durante mucho tiempo y puede que con mayor facturación.

Todos queremos agradar a nuestros clientes ¿tú no?

Con una política de libros abiertos hacia nuestros proveedores podremos conseguir los mismos frutos que con nuestros empleados.

Que nos ayuden a alcanzar nuestro objetivo.

No pensemos que no lo van a hacer por envidia o rencor.  En nuestra naturaleza llevamos ayudar a los demás.

 

¿Y a los Clientes También?

Claro ¿por qué no?

¿Alguién va a dejar de ser cliente nuestro porque nos vayan bien las cosas?  No lo creo.

Es más, creo que es al revés.  Siempre y cuando el cliente vea que él también se beneficia de que nos vayan bien las cosas, con un incremento de la calidad o del servicio.

Como he tratado de exponer en este artículo, considero que, poniendo en una balanza los beneficios que nos puede aportar una política de libros abiertos son superiores a los problemas.

Y además, si tu empresa es una sociedad, tus cuentas están en el Registro Mercantil y son de libre acceso, pagando, pero libre acceso.  Por lo tanto quien quiera conocer tus cuentas puede hacerlo cuando quiera.  (Yo por ahora soy autónomo).

Así que no te preocupes por tu competencia, que si quieren pueden saber cómo te va.

Y sí.  Si estas pensando que escribo esto pero no lo hago, te doy la razón.  No lo hago aún.  Pero algún día terminaré consiguiéndolo.  Y todo lo que conseguiré serán beneficios.

Y tú ¿te has decidido ya a abrir los libros de tu negocio?  No hagas como yo y da el paso cuanto antes.

 

Un saludo,

Luis


 

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Cuando tienes un martillo en la mano sólo ves clavos

Necesitamos una nueva cultura empresarial que nos permita evolucionar.

El modelo racional sobre el que se basa la gestión de empresas ya no es operativo.  O al menos no funciona tan bien como antes.  Durante el siglo XX.

Es un modelo “matemático” que deja a las personas fuera de la ecuación.

El modelo racional lo que busca es maximizar el beneficio de las empresas a toda costa.

Incluso en el Lean Start up (voy más allá de la mera detección de necesidades de clientes).

Algunos han intentado incluir a las personas en la ecuación con mayor o menor aceptación.

Y las personas hemos empezado a ser recursos, como las materias primas o la electricidad.  Pero somos considerados humanos: recursos humanos.  ¡Qué considerados!

También hemos sido un activo, junto con los edificios, los muebles y los ordenadores, entre otros.  Para justificarlo nos dicen que somos el mayor activo de la empresa.

Las personas no somos ni recursos ni activos.  No somos clavos y las cúpulas directivas no son un martillo.

Esto pasa en grandes empresas.  Pero es que el modelo racional de gestión de empresas no distingue en la manera de gestionar una gran empresa de una pequeña empresa.

Repito por enésima vez y no me cansaré de decirlo:  un pequeño negocio no se gestiona ni tiene las mismas necesidades que una mediana o gran empresa.  Y por mucho que desde las universidades y escuelas de negocios se empeñen en decirnos que sí son iguales, no cuela.

Los que quieren aplicar el modelo racional en pequeñas empresas quieren que los dueños de los negocios sean martillos para clavar clavos.

Pero es que los negocios son de personas y para personas.

Y las personas no somos clavos.

 

Nuevos paradigmas

El modelo racional de maximización del beneficio hace que tengamos una visión a corto plazo.

Esta visión a corto plazo es lo que nos hace trabajar por horas.  Buscando maximizar el beneficio por cada operación.

Esta forma de trabajar nos obliga a estar siempre presentes para poder generar ingresos.  Porque cuando no trabajamos no ingresamos.  ¿Y quién puede permitirse eso durante un largo periodo de tiempo de más de 15 días?

El problema es que creemos que esa es la forma correcta de trabajar.  Es la cultura de culto al trabajo que nos hace convertir el esfuerzo en sacrificio para así pensar que estamos más involucrados en nuestro negocio.

Esta forma de trabajar sólo nos permite crecer de modo lineal.  Porque cada día tiene un límite de horas, que son 24.

Pero no tiene por qué ser así.  Para que tu negocio de soporte a los deseos que tenías al crearlo éste debe tener un crecimiento escalado.

Y para esto necesitamos nuevos paradigmas sobre los que asentar nuestros negocios.

Un paradigma que nos permita gestionar conocimiento y no vender horas.

De esa forma podremos tener ese crecimiento escalado basado en tres principios fundamentales:

  1. Sistematizar los procesos que se realizan en tu negocio, para se que puedan
  2. Multiplicar y repetir constantemente y así
  3. Globalizar el negocio pudiendo llegar a más clientes sin aumentar los gastos.

Esta sistematización de los procesos te permite crear un modelo de ingresos que fomenta los flujos de caja.

Que es lo que permitirá que sigas ingresando aún cuando tú no estés presente.

Es más.  La idea es que tú no estés presente y tu negocio siga funcionando como un reloj suizo.

Y eso no se consigue sólo con cambiar.  Cambiar es hacer las cosas distintas pero sobre los mismos paradigmas.  Como por ejemplo aplicar metodologías de gestión del tiempo.  Que sí.  Que son necesarias.  Pero necesitas seguir estando presente para generar ingresos.

Lo que yo propongo es abandonarlo todo.  Todos esos paradigmas y buscar nuevos paradigmas que nos permitan introducir nuestro negocio en el siglo XXI.

Un siglo que empieza con un objetivo central: las personas y no los beneficios económicos.

 

Nueva cultura empresarial

¿Quieres dejar de ver clavos (horas de trabajo) por todas partes?

¿Quieres soltar el martillo y empezar a utilizar otras herramientas (nuevos paradigmas)?

¿Quieres empezar a dominar tu negocio y que no sea él el que te domina a ti?

Creo que otra cultura empresarial y otra manera de hacer las cosas es posible en los pequeños negocios.

Una cultura empresarial basada en el respeto, las diferencias y el valor de las personas.

Confianza, conocimiento, comportamiento, calidad, comunicación, creatividad y productividad son los pilares que deben tener los negocios del siglo XXI.

Ven a conocer esta nueva cultura empresarial en la conferencia gratuita que voy a impartir el día 16 de diciembre  de 10:30 a 13:30 en el Vivero de Empresas de Carabanchel.

Título de la conferencia:  ¿Vives o trabajas?  Pon tu negocio a trabajar para ti.

En esta conferencia te voy a dar las claves para tener un pequeño negocio escalable:

  • los principios básicos del negocio del siglo XXI,
  • te voy a detallar las causas no económicas que generan beneficios económicos,
  • y a enumerar las palancas de escalabilidad con las que podrás llevar tú negocio hasta donde tu quieras.

Una conferencia que el año pasado ya vieron más de 80 pequeños empresarios y emprendedores (al final te dejo un par de fotos), que les provocó ver y entender su negocio de otra manera.

Una luz al final del túnel de todas esas horas trabajadas por el modelo racional.

Y una conferencia que va a ser la última vez que imparta en abierto (al menos de manera gratuita).

Así que si el año pasado no pudiste asistir o si quieres volver a recordar el contenido y conocer materia nueva que he incorporado, no te lo puedes perder.

Si quieres venir al taller no te olvides de registrarte aquí para que puedan organizar correctamente la conferencia.  No te olvides de indicar nombre y apellidos, empresa (si tienes), email y teléfono de contacto.

Si no eres de Madrid y te interesa el tema, puedes empezar a dominar las claves suscribiéndote a mi boletín semanal.  Tienes la opción al final del artículo.

Al suscribirte podrá acceder a un vídeo GRATIS de 50 minutos con las primeras claves para empezar a gestionar el conocimiento y tener un pequeño negocio escalable.

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En Vivero de Vallecas

 

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En Madrid On Rails

 

 

 

 

 

 

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Luis



 

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