Queremos que No Pienses…

Así te pagamos por tu trabajo y no por tus resultados, que nos costaría más dinero.

Lamentablemente esta es la forma de pensar aún de muchos empresarios españoles.

Digo españoles porque son los que conozco bien, pero, por otros contactos, creo que también es la forma de pensar de muchos empresarios a lo largo y ancho del planeta.

Quieren que sus trabajadores se limiten a hacer los procesos que ellos o los mandos intermedios (que tampoco quieren que piensen mucho) les indican.

Sin más.  Ya están ellos (los empresarios) para saber qué es lo mejor para la empresa, que para eso son ellos los que mejor la conocen porque la han fundado.

Grabe problema pensar así para las PYMEs, microempresas y profesionales.

Todas las empresas del mundo necesitan que sus trabajadores se movilicen voluntariamente (porque sino no funciona) en busca de nuevo valor añadido para la empresa.

Cuando les expongo esta última frase a los empresarios o responsables de equipos con los que trabajo, les gusta.  Se preguntan que por qué no lo hacen ya sus trabajadores.

La respuesta es muy sencilla.  Porque no sienten que la empresa se movilice en busca de valor añadido hacia sus trabajadores.

Como siempre, todo sentimiento es recíproco.

Comportamiento genera comportamiento.

Son los empresarios o responsables de equipos, como líderes, los que tienen que dar el primer paso en esta aportación generosa de respeto y valoración hacia la otra parte.

Está claro que cada uno tiene su lugar en la pirámide de la jerarquía, pero todos son importantes para que la empresa, de la que todos ganan dinero, sea en sueldos o en beneficios, siga funcionando durante mucho tiempo.

 

Información de Primera Mano

En cuanto la empresa crece un poco, el empresario deja de tomar contacto con el día a día de la empresa.

Ese contacto es el que le da la información de primera mano de lo que pasa en su empresa.

Aunque siga centrado en buscar clientes y cerrar contratos, a medida que pasa el tiempo va perdiendo contacto con la ejecución de las tareas.  Algo lógico y normal.  Los empresarios tienen que centrarse en dirigir.

El día a día de la ejecución de las tareas de la empresa también genera mucha información valiosa para la empresa.

Una información que ahora pueden recoger los trabajadores, pero que no lo hacen.

¿Por qué?

Porque el empresario “cree” que no están capacitados para recoger la información necesaria.

El empresario “cree” que sus empleados le pedirán más dinero por esa labor.

Efectivamente, los trabajadores pedirán más dinero y el empresario debería dárselo.

Pagar a sus trabajadores por las aportaciones de valor que hacen.

Están en contacto directo con clientes, proveedores, colaboradores, otras personas.  Tienen familiares y amigos en otras empresas en las que también hay procesos.

Cantidades ingentes de información que el empresario no puede recoger.  Información de primera mano que puede ayudar en la mejora continua de la empresa.

Como decía un poco más arriba, los empresarios se preguntan que por qué no lo hacen ya sus trabajadores de forma voluntaria… porque no les pagas para eso.

Les pagan para hacer el trabajo por el que les han contratado.

Los trabajadores, igual que los empresarios, también quieren ganar más dinero.   Y tener mejores condiciones laborales.

No puede pretender que los trabajadores se movilicen en busca de valor añadido cuando se sienten ninguneados y olvidados por el empresario.

Son los empresarios los que tienen que liderar esta cultura de respeto entre todos.

(Y con esto no me refiero a que el empresario sepa como se llaman y se interesen por la salud de sus hijos.)

 

Juego de Suma Cero

Un empresario líder está pendiente de los detalles.

Un empresario líder da a sus trabajadores lo mismo que quiere para él.

Recientemente he visto una empresa en la que los operarios del almacén no tenían un lugar limpio y tranquilo donde comer.

Tienen un microondas en una estantería con otras cajas y productos de la empresa y tienen que comer en sus mesas de trabajo.  Sucias de polvo y elementos de trabajo.

(No quiero pensar en la fauna que recorrerá ese almacén por las noches.)

Ni siquiera tienen un perchero donde dejar los abrigos.

Lógicamente, esos trabajadores, no se preocuparán por aportar valor a la empresa.  Se limitan a hacer su trabajo.

No aportan porque no quieran el bien de la empresa, claro que quieren seguir cobrando durante muchos meses.  No aportan porque no se sienten respetados y valorados.

Este tipo de empresarios juegan a juegos de suma cero.

Estos juegos son:  hacen un trabajo y les pago por ello.  Hacen un trabajo por valor de 1000, les paga 800 y 200 de beneficio.  Resultado final:  cero.

 

Juego de Crecimiento Continuo

Todos los trabajadores pueden aportar valor.  TODOS.

Unos más que otros, ahora no voy a entrar en el buenismo de que todos somos iguales y podemos aportar lo mismo.

Lo anterior no lo digo por los títulos.  Hay muchos trabajadores con títulos que no aportan nada, ni saben aportar nada.

Todos los trabajadores interactúan con terceras personas, dentro y fuera de la empresa.

Todos pueden acceder a “secretos” que pueden venir bien a la empresa en la que trabajan.

Los empresarios deben crear sistemas de información con los que todos los trabajadores puedan dar a conocer a la empresa (al empresario) otras ideas y procesos que están funcionando bien en otros lugares.

También tienen que dar la posibilidad a sus trabajadores de aplicar nuevas ideas que mejoren su desempeño.  Y recompensarles por ello.

Unas ideas funcionarán y otras no.  Es la forma de aprender y de mejorar para ser más productivos.

Y por supuesto, toda esta recopilación y aplicación de nuevo conocimiento lo deben realizar durante su horario laboral.  No fuera de él.

Es algo bueno para ellos, porque mejoran los procesos que tienen que realizar, lo que les permite ir antes a su casa para estar con su familia o jugar con la videoconsola, cada uno tiene sus motivos.

Y también es algo bueno para la empresa porque la hace más competitiva.

 

La Empresa Son las Personas

Todas las personas que la integran, desde el empresario hasta los trabajadores de base.

Todos pueden aportar valor desde el puesto en el que están.  Todos tienen que aportar ese valor.

Después de que James Watts desarrollase su máquina de vapor, un simple empleado realizó una mejora que revolución el trabajo de la máquina.

Esta mejora la hizo para poder “escaquearse” del trabajo y poder “salir a fumar” u otras cosas.

(No recuerdo los datos exactamente, así que alguno puede no ser correcto, pero lo que quiero transmitir es la idea. Incluso es posible que sea apócrifa.)

La función de este trabajador era levantar una tapa para dejar salir el vapor cada cierto tiempo.  Siempre en un momento concreto.

El trabajador se dio cuenta que había una pieza de la máquina que se movía en el mismo momento que debía levantar la tapa.  Así que decidió atar una cuerda desde esa parte de la máquina hasta la tapa.

El trabajo se realizaba sin necesidad de estar él presente y además con mayor precisión.

Es misión del empresario crear la cultura necesaria para la generación de ese valor.

El empresario tiene que dirigir la empresa.

Los trabajadores tienen que ejecutar los procesos.

El cliente del empresario son tus trabajadores.  Es hacia los que tiene que volcar todo su pensamiento y capacidad de mejora.  Tiene que respetarlos sinceramente.

Mientras no respete a sus trabajadores y no los considere sus semejantes, nunca conseguirá que éstos aporten el valor suficiente para que la empresa mejore día a día.

Los trabajadores aportarán valor por un motivo egoísta propio.  Salir antes.  Ganar más dinero.  Trabajar menos.

Tu empresa les da igual.  Pero su motivación es buena para tu empresa si saber como canalizarlo.

El primer paso es del empresario.

 

Un saludo y ¡qué tengas una fantástica semana!

Luis

 

Photo by Ben White on Unsplash


 

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