Paciencia y Constancia son tus Mejores Cualidades

Santiago Ramón y Cajal, en su discurso de ingreso en la Real Academia de las Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, el 5 de diciembre de 1897, dijo que Paciencia y Constancia son las cualidades que debe tener un buen científico.

En que encabezase la Generación de Sabios española no hablaba de esfuerzo como tal, algo que ahora gusta mucho. En la constancia está implícito el esfuerzo.

A los emprendedores, autónomos y empresarios se nos dice que la mejor cualidad para tener una empresa es que tenemos que realizar un gran esfuerzo, haciendo referencia a trabajar muchas horas.

Únicamente por el hecho de trabajar.  Por esa cultura que existe de culto al trabajo.  Pero yo creo que ese planteamiento no es correcto.

Yo creo que, igual que para un científico, las mejores cualidades de un empresario son la paciencia y la constancia.

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Me Gusta que me Paguen por mi Trabajo

No debemos pagar por trabajo realizado, sino por la aportación de valor que nos dan.

No debes cobrar por realizar un trabajo, sino por aportar valor a tu empresa o a tus clientes.

El trabajo que hacemos ya no vale nada si no aporta valor.

Como puedes ver en mi página de servicios de consultoría, yo ofrezco a mis clientes trabajar por resultados, además del pago tradicional.

Creo plenamente en lo que puedo conseguir y el valor que puedo aportar.

Sé que por resultados voy a ganar bastante más dinero que únicamente cobrando por mis horas de trabajo.

Tiene, además, otras ventajas:

  1. Estaré ganando más dinero durante mucho tiempo por un trabajo realizado y finalizado.  Lo que se llaman ingresos pasivos.
  2. Me permite no entrar en una guerra de precios.
  3. Tengo que esforzarme por hacer cada día mi mejor trabajo porque cuanto antes funcione, antes empezaré a ganar dinero.
  4. Minimizo el riesgo de inversión de mis clientes ya que si ellos no ganan yo tampoco gano, lo que me produce una ventaja competitiva importante.

Como ves no tiene inconvenientes, únicamente ventajas, siempre y cuando creas en la aportación de valor que puedes crear con tu trabajo.

No pretendo que todos tengan mi misma visión del trabajo, pero no tolero a los que me dicen que por el mero hecho de hacerme un trabajo me vayan a cobrar.  Independientemente del resultado.

¡¡¡Yo no quiero tu trabajo, quiero mis resultados!!!

 

Trabajar por Resultados

Yo siempre pido trabajar con los demás en formato colaboración porque de esa forma, creo, que la persona sacará todo su potencial y que además se esforzará en crecer.

Todos somos grandes profesionales que damos lo mejor de nosotros mismos con cada cliente.  Sí, vale, muy bien.  Para mi es una frase vacía.

Trabajar por resultados no tiene que tener únicamente como unidad de medida el dinero.

Si haces páginas webs puede ser un % de conversión al objetivo establecido con el cliente.

Para los formadores de contenidos técnicos, la mejora en la productividad de los trabajadores.

Que lo tuyo es la comunicación, las personas que se interesan.

Seguro que siempre puedes encontrar alguna manera en la que poder ofrecer tu trabajo y aportar valor por resultados.

¡Demuéstrale al mundo lo buen@ que eres y todo el valor que puedes aportar!

Trabajar por resultados no es un variable entre cero y lo que le ibas a presupuestar.  Es un variable entre cero y mucho más.

Por ejemplo.  Si en el paradigma actual voy a hacer un presupuesto de 1000 euros, trabajar por resultados no es ganar entre 0 euros y 1000 euros según el resultado.

Trabajar por resultados es establecer unos objetivos por el trabajo que te puedan reportar entre 0 euros y 10.000 – 15.000 – 20.000 – … euros.  Es decir, ganar dinero hasta que los resultados dejen de producirse, si es que alguna vez dejan de hacerlo.

Nuevos paradigmas para nuevas realidades.

 

Trabajadores por Cuenta Ajena

Los trabajadores por cuenta ajena también pueden trabajar así.

Es un cambio de paradigma radical, ya no sólo para los trabajadores, sino también para las empresas.

Los trabajadores tienen que darse cuenta que están abocados a una dualidad:

  1. Estar aportando y renovando constantemente el valor que dan a la empresa, o
  2. Ser barato y competir por ser el que menos cobra para que no te quiten el puesto de trabajo.

En cualquiera de estas dos situaciones trabajas por resultados.  Una positivos y otra negativos.

Con la primera opción es una lucha constante por aprender y mejorar cada día.

Si cada día eres mejor y aportas más, ¿por qué no percibir una remuneración variable y acorde con lo que hacemos?.

 

Empresas

Para el que esté pensando que en las empresas actuales esto es inviable porque los empresarios se intentarían aprovechar, sí, les doy la razón, las empresas también tienen que cambiar el paradigma.

Si eres empresario y estás leyendo esto quizá compartir los resultados con tus trabajadores sea la manera de sacar tu empresa adelante.

Aunque es difícil, tienes que darte cuenta que “ya no es tu empresa”.  La empresa la hacéis todos los miembros de tu red de contactos.

Piensa que ya no tienes trabajadores.  Piensa que tienes colaboradores y que los tienes que empresarizar (concepto recogido de Tom Peters).

Los trabajadores empresarizados:

  • Llevan a cabo proyectos iniciados por ellos mismos en su mayor parte.
  • Aplican soluciones especialmente pensadas para el cliente concreto, sea interno o externo.
  • Trabajan en grupos multifuncionales y tienen libertad para recurrir a expertos de dentro y fuera de la empresa; y
  • Se miden en función de los resultados económicos obtenidos y de las evaluaciones de los clientes y los compañeros de equipo, no de la apreciación subjetiva de un jefe.

Si eres empresario y quieres saber los pasos principales para empresarizar a tus trabajadores, aquí los tienes:

  1. Formación completa: para poder desarrollar el proceso completo de principio a fin.
  2. Presupuestación: responsabilidad de la formulación, seguimiento y modificación de presupuestos.
  3. Control de calidad: procesos de medición, supervisión y mejora.
  4. Autonomía y autoridad para empleo de recursos: lugar propio dentro de una organización sin niveles jerárquicos y reestructurada, así como autoridad para decidir, incluso decidir el empleo de recursos sustanciales (dinero, también) sin tener que pedir permiso a los de arriba.
  5. Acceso a los expertos: posibilidad de recurrir inmediatamente a especialistas de la empresa y a consultores externos cuando sea preciso.
  6. Clientes propios de verdad: internos y externos, que potencien en el empleado-empresario la sensación de que es propietario del negocio.

 

Incertidumbre

Este es el mayor problema para implantar esta forma de trabajar.   La aversión al riesgo inherente en el ser humano.

Incertidumbre por el qué pasará.  Incertidumbre por el futuro.  Pero es que el futuro siempre ha sido incierto.

Ahora las oportunidades están para los que quieren “romper la baraja” y preocuparse por hacer cosas importantes.  Que son las cosas que tienen un duro trabajo a largo plazo.

En la situación actual, riesgo es lo que hay por todas partes.  Riesgo de perder ingresos.

Muchos consideran que es más seguro dar presupuestos y cobrar por el trabajo porque la situación está muy complicada.

Yo te pregunto ¿qué tal te va con esa estrategia?

 


 

¿Tienes Estrategias para Poner al Cliente en el Centro?

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Mentalidad de Dueño = Éxito (casi) Seguro

Tener la mentalidad correcta es fundamental para tener una empresa que funcione durante muchos años.

En este artículo voy a hablar de una mentalidad que falta mucho entre emprendedores, autoempleados, dueños de negocios y pequeños empresarios.  La mentalidad de ser dueño de su empresa.

No tienen mentalidad de dueños, y pensándolo ahora, puede ser el mayor problema que tienen.

Hace unos meses, durante una conversación online con mi amigo Jesús Delgado, hablábamos sobre ese 80% de nuevas empresas que no llegan a los 24 meses de vida.

La opinión que yo le di es que consideraba como primer problema que el entorno de emprendimiento en España está mal enfocado.  El autoempleo se trata como peyorativo. Hay que ser emprendedor o startup.

Meditando sobre ello me di cuenta que, aunque sigo pensando lo mismo sobre el entorno de emprendimiento en España, el principal problema es la actitud que tienen los emprendedores, que, considero, no es la correcta.

 

Cambio de mentalidad

Los motivos para emprender y abrir una empresa son varios.  Cada uno tiene el suyo:

  • Por necesidad.
  • Por ilusión de tener una empresa propia.
  • Porque estás cansado de aguantar a tu jefe.
  • Para hacerte millonario.
  • … y tantos motivos más.

La mayor parte de los que empiezan sólo tienen conocimientos de su actividad profesional. Pero llevar una empresa, aunque sea una pequeña como autónomo, requiere tener conocimientos básicos de otras áreas.

Por otra parte, somos muchos los que decimos abiertamente que el sistema educativo actual prepara para ser empleado y no empresario, para llenar de trabajadores las fábricas y las oficinas, pero no para dirigirlas.

Estas dos realidades son las que imperan sobre los emprendedores, autoempleados, dueños de negocios y pequeños empresarios; y son las que provocan un gran porcentaje de los fracasos de emprendimientos.

Si quieres abrir una empresa y vivir de ella tienes que cambiar de paradigmas.   Debes cambiar tu mentalidad de empleado a mentalidad de dueño.

A veces hablo con emprendedores ¡¡¡que no saben cuánto deben facturar al mes para cubrir gastos y pagar su nómina!!!

A veces hablo con autoempleados ¡¡¡que no saben lo que han gastado en el último año!!!

A veces hablo con dueños de negocios ¡¡¡que se permiten perder clientes porque sólo es un cliente más… !!!

A veces hablo con pequeños empresarios ¡¡¡que no saben cuántos clientes tienen!!!

Y ya cuando empiezo a preguntar por los temas financieros y de tesorería se “les hiela la sangre” 🙂

Desde aquí animo a quien lo desea a lanzarse a abrir su negocio, pero tiene que tener presente que ahora no tienen un jefe controlando, ahora se tienen que autocontrolar.  Y esto requiere un gran esfuerzo.

 

Mentalidad de dueño

Vender es importante, para lo que tienes que conseguir clientes, pero no es lo único.

Los que tienen mentalidad de dueño analizan su empresa y conocen si es rentable y si genera beneficios.

Tienen perfectamente definida su propuesta de valor.

Saben en cada momento los ingresos y gastos que tienen y cuando empiezan a tener tesorería positiva cada mes.

Valoran la productividad por encima de todas las cosas.

Buscan oportunidades de negocio, no dejan que lleguen solas (que normalmente no llegan).

Son muy cuidadosos con la imagen de su negocio y utilizan todos los medios a su disposición, sin miedo a lo desconocido, para comunicar su mensaje.

Comprenden que no pueden hacer ellos todo el trabajo.

Y son conscientes que viven del futuro y no del pasado.

Cómo ves, tener una empresa es algo más que hacer muy bien lo que sabes hacer.

Esto es importante, pero falta algo más, algo fundamental que te hará salir vencedor de esta guerra de guerrillas que es tener una empresa y vivir de ella.

Tu eres el dueño y tienes que pensar como dueño.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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Lo que de Verdad Importa

No es el dinero.

No es el beneficio.

No son las pérdidas.

No es el control de gastos.

No es el plan de compras.

No es el plan de marketing.

No es el estudio de mercado.

No es el plan financiero.

No es el plan de recursos humanos.

No es la estrategia comercial.

No es la estrategia de distribución.

No son los servicios generales.

No son los servicios externos.

No son los productos.

No son los servicios.

No es la próxima negociación.

No es la próxima innovación.

No es el próximo avance tecnológico.

 

Son las personas

Hacer el bien a las personas.

Personas clientes.

Personas empleados.

Personas proveedores.

Personas acreedores.

Personas accionistas.

Cualquier persona que de un modo u otro vaya a recibir un impacto de nuestra empresa.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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Pocos Ven la Luz Desde el Principio

Es muy frecuente en entornos de emprendimiento, sobre todo de startups, que pongan ejemplos de gente joven que ha triunfado con su primer proyecto.

A veces lanzan frases del tipo: “Si a los 20 años no sabes lo que quieres nunca lo conseguirás“.

Es lógico, tienen que motivarles a seguir adelante.  Pero, en mi opinión, esta no es la realidad.

Es curioso, yo tengo casi 42 años (aunque aparento casi 41) y me cuesta hacer una reflexión más o menos nítida de lo que quiero.  No lo tengo muy claro.

Y es que la mayoría de los empresarios de éxito han llegado a donde están después de un largo y duro camino dando tumbos hasta encontrar EL camino que seguir.

Estadísticamente hay muchos más emprendedores de éxito con 40-50 años que con 20.

¿Por qué?  Para mi la respuesta es muy sencilla (y no digo que sea la correcta, sólo digo que es la mía), porque tienen experiencia.

Hace unos meses escribí un artículo en el que decía que prefería la buena actitud a la experiencia y lo sigo prefiriendo.  Pero terminaba el artículo diciendo que prefiero las dos cosas juntas.  Y lo sigo prefiriendo.

Cuando pasas de los 40 y decides emprender tienes muchas más probabilidades de triunfar que si emprendes a los 20.

A los 40 tenemos quince años de experiencia profesional a cuestas que nos hace ser mucho más conscientes de como funciona el mundo en realidad.

Con 20 años nuestra visión del mundo es muy idealizada.

Por supuesto, casos hay que chavales y chavalas que con 20 años tienen la cabeza muy bien amueblada y un gran sentido de la realidad.  Pero seamos sinceros, esto no es muy común porque de joven es el momento de ser idealista y revolucionario.

 

No te Pasa Sólo a Ti

La mayoría de nosotros emprendemos después de llevar mucho tiempo pensándolo y dándole vueltas en la cabeza.

Algo pasa entre los 35 y los 45 años.

Ya no buscamos el reconocimiento social:  una buena carrera, un buen puesto, mucho dinero… donde crear una familia es secundario.  La satisfacción personal la encontramos fuera de nosotros.

A partir de los 35-45 buscamos el reconocimiento interior: hacer lo que queremos hacer, estar a gusto con nosotros mismos.  La satisfacción personal la encontramos dentro de nosotros.

¿Será la famosa crisis de los 40?

No lo sé (yo creo que sí), pero en este momento estamos en el mejor momento de nuestras vidas.  Con 40-50-60 años.

Tenemos experiencia y una ración extra de actitud ante la perspectiva de lo desconocido.  Ante ese abismo que se abre bajo nosotros y que cruzamos sobre una cuerda sin red de protección.

Con la familia y amigos diciéndonos si estamos locos por dejar un buen puesto en una multinacional para abrir una tienda de alquiler de bicicletas de montaña en el pirineo oscense (por poner un ejemplo…).

Y es que la magia se encuentra fuera de la zona de confort.

No nos importa trabajar de sol a sol todos los días del año porque estamos tan ilusionados como un niño con zapatos nuevos.

Lo que nos importa es alcanzar nuestro sueño.

 

El éxito no llega rápido.

La mayoría tenemos que, en el mejor de los casos, pivotar y coger otro camino del que habíamos pensado inicialmente.

En el peor de los casos muchos han tenido que cerrar negocios y empresas que no han funcionado, algo que ocurre con frecuencia.

Por poner un ejemplo, los fundadores de PayPal cambiaron siete veces el modelo de negocio hasta encontrar el que funcionaba bien.

(Ahora no voy a hacer apología del fracaso, algo que está muy de moda en el mundillo del emprendimiento y de lo que no estoy en absoluto de acuerdo.

Sí, del fracaso se aprende.  Pero se aprende mucho más del éxito, propio o ajeno.)

En mi opinión sólo hay una manera de saber si nuestra idea gusta al cliente… y es presentándoselo al cliente.

Preguntándole si es lo que quiere y cuánto estaría dispuesto a pagar por ello.

Sí, estas son dos frases muy básicas y muy obvias… que no todos siguen para crear sus emprendimientos… ni siguen para actualizar sus empresas en declive.

La aparición de metodologías ágiles como el Mapa de Empatía del Cliente, como el Lienzo de Propuesta de Valor, como el Mapa de Viaje del Cliente y otras más ha facilitado enormemente estos trabajos.

Enfocarte en los gustos y necesidades de tus futuros clientes es gracias a una disposición básica para el éxito de tu negocio:  tener mentalidad de dueño.

Así que no te inquietes demasiado si no ves la luz desde el principio.

Nos pasa a la mayoría.  Es más, muchos no ven la luz hasta que ya han llegado a su destino.

Porque un túnel no es más que una cueva con una luz al final.

Es probable que la salida esté detrás de un recoveco que impide que llegue la luz.

¡Vamos a buscar por la cueva hasta que se convierta en un túnel!

¡No te desanimes!

¡Sigue adelante!

Si me permites un último consejo, ve a reuniones de networking con otros empresarios.  No sólo para hacer contactos, sino para coger ánimos y energía con otras personas que están en tu misma situación.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis

 


 

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Plan Estratégico: Hacer las Cosas

Esta semana vuelvo a traer al blog a Herb Kelleher, uno de los empresarios de los que más se puede aprender.

Sus consejos destilan conocimiento y sentido común.

Fue quien ideo el modelo de compañía aérea low cost. Southwest Airlines es una de las compañías mejor valoradas por los clientes.

Es un ejemplo de que ser barato no implica inevitablemente ser cutre y malo.

Si tu modelo de negocio es dar un servicio barato es perfecto pero cumple con lo que prometes a tus clientes y lo que hagas hazlo muy bien. No te escudes en que eres barato para dar un mal servicio o entregar un mal producto.

Esto me lleva al plan estratégico de Southwest Airlines, que es el título de este artículo:

 

Haz Las Cosas

Hagamos lo que nos hemos propuesto hacer.

Demos a nuestros clientes el servicio o producto que le hemos prometido.

Sólo cada uno de nosotros tenemos la idea en nuestra cabeza de la empresa que queremos tener. Los demás únicamente podrán hacerse una idea aproximada de lo que buscamos.  Siempre faltan las palabras adecuadas que para hacerles partícipes de nuestra visión.

No es un problema de palabras.  Simplemente cada uno tenemos nuestro punto de vista y es difícil ponernos en la piel del otro.

La única manera de hacerlo ver a los demás es demostrándoselo.

 

Luchemos por Nuestros Sueños

Lucha por esa empresa que tienes en la cabeza. Si crees que tu servicio o producto es bueno sigue adelante.

Pide consejos, sí.  Sopésalos y valóralos antes de aplicarlos.  Pero no los sigas a pies juntillas, por mucho respeto y admiración que tengas por el consejero.  Analiza si ese consejo es bueno para ti… o si es mejor una transformación de esa sugerencia.. o si simplemente piensas que no lo puedes aplicar.

Esta última frase no es una vía abierta al engreimiento y la arrogancia.  Tenemos que ser humildes (siempre) al valorar el consejo.

La mayoría de consejos que recibimos son de los que no nos gustan, porque son para corregir lo que estamos haciendo mal.

Nos han dado el consejo con la mejor intención. Ese consejo es bueno para el emisor, pero no tienen por qué funcionar igual de bien a los demás.

 

Promesas a los Clientes

Y para terminar vuelvo con las promesas a los clientes.

Si no podemos dar al cliente lo que le hemos prometido lo mejor es decírselo.

Cualquier cosa antes de hacerle sentirse engañado.

Los negocios se basan en la confianza. Que cuesta mucho ganar y muy poco perder, por ejemplo haciendo a un cliente sentirse estúpido.

Ya sabes que yo no soy de grandes planificaciones que con el transcurso de los meses cada vez son más difíciles de cumplir.

Sí soy de establecer metas y luchar hasta conseguirlas.

Una meta es ese fantástico servicio o producto que has imaginado.

Ya conoces el plan estratégico: haz las cosas hasta conseguirlo.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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Huye de los Estudios de Mercado

Y no lo digo porque los estudios de mercado no sean una buena herramienta para averiguar la viabilidad económica de una empresa o de un producto.

Te recomiendo que huyas de los estudios de mercado porque lo que consiguen es matar tu creatividad y originalidad.  Esa llama que tienes dentro.

Mira este vídeo, realizado en clave de humor representa muy bien uno de los problemas que tienen los estudios de mercado: la falta de visión (lógica) que tenemos los demás sobre las posibilidades de tu producto o servicio.

 

Digo que es lógica la falta de visión porque cada uno tenemos nuestro propio sistema de creencias y nos cuesta salir de ellas.

¿Cuántos productos o servicios maravillosos habrán hundido los focus group…?

Normalmente la gente, que no tenemos esa visión que tiene el empresario o emprendedor, solemos querer algo como lo que ya existe en el mercado pero más bonito, más barato o de mejor calidad.

Recuerda la famosa frase de Henry Ford que si hubiese preguntado lo que querían a sus clientes le hubiesen pedido un caballo más rápido.

Yo creo más en el poder de la originalidad y de la creatividad que en la comparación con la competencia y las preguntas a grupos de personas que normalmente no dan una respuesta válida ni real.

A modo de ejemplo sobre el párrafo anterior, el fracaso de la Coca-cola de cereza después de hacer un estudio de mercado enorme en varios países.

Si lo que hacemos es comparar con la competencia, al final terminamos haciendo un producto igual pero en vez de azul, en rojo.

Huye de los estudios de mercado cuando sea algo sistematizado.

En el mundillo “oficial” del emprendimiento recomiendan los estudios de mercado, profundos estudios de mercado, a cualquiera.  En plan tómese esto cada 8 horas.

La gran mayoría de los emprendedores lo que quieren en abrir un negocio tradicional de lo que saben hacer, ya sea aprendido por oficio o por hobby.

Por ejemplo, una pastelería en el barrio.  Para esto no se necesita desarrollar todos los puntos de un estudio de mercado, con hacer una valoración sincera de si hay mercado suficiente para otra pastelería debe valer (con una previsión realista de tesorería.)

A partir de ahí, tu esfuerzo (inteligente), tu pasión, tus ganas de trabajar y tu creatividad y originalidad.

Escribo este ejemplo pensando en un caso real de mi barrio (como muchos de mis ejemplos 🙂 ) que ha conseguido consolidarse a escasos 200 metros de la pastelería de más éxito del barrio.

 

Agilidad

Con todo esto no quiero decir que no analices el mercado antes de sacar tu producto o servicio.

Muchos emprendedores malinterpretan la famosa frase de Steve Jobs, que los clientes no saben lo que quieren hasta que se lo muestras, para meterse hasta el cuello en su “gran idea que va a cambiar el mundo y con la que me voy a forrar” y luego es un fracaso absoluto.

La capacidad de visión de Steve Jobs pocos más la tienen.  Él tenía siempre presente a sus clientes cuando desarrollaba sus productos, no hacía las cosas únicamente por su gusto personal.

Que es lo que pasa a muchos emprendedores y empresas que fracasan en sus lanzamientos. Que piensan que lo que les gusta a ellos y a dos personas más pueden proyectarlo con éxito al resto del mundo.

Por supuesto que tienes que analizar a tus clientes potenciales, pero hay otras alternativas para hacerlo.

La que más me gusta a mi y que yo utilizo con mis clientes, no de forma pura , sino con mis adaptaciones personales, son las metodologías ágiles.

En este artículo que te enlazo sobre estas metodologías, presentan ocho ventajas respecto a las metodologías tradicionales:

  1. Mejoran la satisfacción del cliente.
  2. Mejoran la motivación e implicación del equipo (si eres tu sol@, pues de ti).
  3. Ahorran tiempo y costes.
  4. Mayor velocidad y eficiencia.
  5. Elimina características innecesarias el producto o servicio.
  6. Mejora la calidad del producto o servicio.
  7. Alerta rápidamente de errores y problemas.
  8. Permiten rentabilizar la inversión más rápidamente.

Hay mucha más información en Internet sobre estas metodologías y cómo utilizarlas.

Aunque estas metodologías se desarrollaron para el software y mucha de la información que encuentres irá en esa línea, el origen real es el Lean Manufacturing, que desarrolló la industria automovilística japonesa.

El problema que yo veo sobre estas metodologías es que se utilizan, hasta donde yo sé, casi exclusivamente en el mundo de las start ups.  Y no todos los emprendedores quieren ser una start up.

Aunque sí que es cierto que poco a poco, algunos vamos extendiendo estas metodologías a otras líneas de emprendimiento y de desarrollo de empresas.

 

Nuestro cliente

¿Cómo lo tenemos que hacer?  En mi opinión, poniéndonos delante del cliente y mostrándole lo que tenemos, pero antes de llegar a este paso hay que dar otros pasos.

Es importante que nos mantengamos firmes en lo que queremos aportar a la sociedad y ser variables en cómo lo vamos a conseguir.

Para saber qué es lo que queremos aportar recomiendo utilizar el Mapa de empatía del cliente para buscar deseos que tienen los posibles clientes o necesidades a solucionar.

El cómo lo conseguimos es otra historia… cada uno tomamos nuestro camino, dictado por nuestro sistema de creencias.  Lo único que puedo recomendarte es que seas valiente y que contrastes tus ideas con el sentido común.

Un elemento fundamental para lograr el éxito es incluir nuestra salsa secreta, que es eso distinto que tenemos cada uno de nosotros y que nos hace únicos.

Nuestra imaginación, nuestra creatividad, nuestra experiencia, nuestras creencias, los paradigmas sobre los que nos movemos.  Todo esto son ingredientes de la salsa secreta.

Una salsa distinta/única que tenemos cada uno de nosotros y que es el origen de nuestra diferenciación. Potencia tu salsa secreta.  No dejes que nadie la quite del plato (que es lo que suelen hacer los estudios de mercado encargados a terceros).

Una vez que ya sepas qué quieres aportar a la sociedad, una vez que ya tengas los ingredientes de tu salsa secreta: habla con tus futuros clientes.

Pregúntales, saca información, confirma tus ideas, plantea la solución que propones, recoge sus opiniones, introdúcelas en tus prototipos… y empieza de nuevo.  Ve paso a paso verificando si estás en lo cierto o equivocado.

Escuchamos a nuestros clientes, por supuesto.  Pero luego tenemos que analizar y cribar toda esa información para separar la paja del grano y modelarlo con nuestra salsa secreta.

¿Hay otras formas de conseguirlo? Sí, claro.  Yo creo que esta es la mejor manera de hacerlo para los que no tenemos la capacidad de visión de Steve Jobs, Bill Gates, Amancio Ortega y otros.

Todo este proceso entendiendo la Calidad como las Cosas Que Salen Bien.

El estudio de mercado es una herramienta creada dentro del modelo racionalista que impera en la gestión y dirección de empresas desde la Revolución Industrial.

Esta herramienta no es válida para los que creemos que la dirección y aportación de valor es algo instintivo y basado en emociones y sensaciones.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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Nuestro Mayor Competidor es Nuestra Estupidez

La semana pasada te decía que la magia se encuentra fuera de la zona de confort.  En este artículo voy a hablarte de justo lo contrario, que es por lo que más negocios y empresas ha cerrado.  La estupidez, que según la primera acepción de la RAE es:

Torpeza notable en entender las cosas.

Los seres humanos tenemos el cerebro más evolucionado del mundo animal que nos permite ir más allá del mero instinto de supervivencia.  Nos permite pensar, analizar, valorar y tomar decisiones más allá de si algo es peligroso o no.

Esa capacidad de raciocinio también nos lleva a cometer errores.  Algunos errores pueden ser por equivocación, falta de información o de análisis.  Algo que alguna vez nos ha pasado a todos.

Pero otros errores son por necedad, que según la segunda y la tercera acepciones de la RAE, necio es:

Falto de inteligencia o de razón.

Terco y porfiado en lo que hace y dice.

Así que la mayor parte de las veces por las que se cierra un negocio o empresa no es por culpa ni de la crisis, ni de los centros comerciales, ni de las grandes cadenas, ni de la tecnología, ni de la mano de obra barata; sino de la estupidez humana.

¿Cuántas veces has pensado de las estrategias o decisiones de otros dueños de negocios o empresas: pero cómo hace esa tontería, no se da cuenta de que no tiene ni pies ni cabeza?

Y es que muchas personas (¿todas las personas?), a veces nos enrocamos en una postura y no queremos movernos.  Y cuanto más nos intentan decir que estamos equivocados o que volvamos a reflexionar sobre nuestra decisión, más tercos nos ponemos.

Hasta que nos damos de bruces con el muro y, algunos, se dan cuenta de su error.  Aunque hay otros siguen dándose contra el muro una y otra vez convencidos de su estupidez.

 

Estupideces

Seguro que tú también podrías contar muchas anécdotas en negocios que te parecieron una estupidez y que finalmente terminaron siéndolo.  Te invito a que escribas en los comentarios casos que tú conoces y así que aprendamos todos para no cometer esos errores.

Todos los casos que te pongo a continuación los he vivido o escuchado yo.  Ninguno es inventado, por increíble que parezca.

 

Seguir en la zona de confort

Sí, yo sé que cuesta mucho que después de muchos años haciendo lo mismo tengamos que olvidarlo todo o casi todo y empezar de nuevo, pero es que la mayoría de sectores han variado las formas y procedimientos en hacer las cosas.

Por ejemplo, un comerciante de ropa.  Ropa de calidad.  De la que te dura muchos años.  Y por tanto a un precio superior.

Es que el mercado ha cambiado.  Ahora la mayoría de la gente quiere ropa de usar y tirar.  Ropa de menor calidad y menor precio, porque lo que quieren es ir renovando regularmente su fondo de armario y no tener que ponerse durante varios años la misma ropa.

Inditex, H&M, Primark y otras cadenas lo han demostrado.

También hay muchos empleados/desempleados que no quieren salir de su zona de confort y quieren mantener/buscar puestos de trabajos como los de antes que ya no existen.

 

Negar la realidad

“La culpa no es nuestra.  La culpa es de la crisis”

Esta frase siempre me ha llamado la atención porque según la consultora Capgemini, en España han aumentado el número de ricos desde 2008 en un 50%.  Hay 66.000 ricos más que hace 8 años.

¿Es una paradoja?  Yo creo que no.  Simplemente es gente que ha salido de su zona de confort (ver punto anterior) y se ha dado cuenta de nuevas maneras de hacer dinero.

La crisis nos ha dado la oportunidad a todos de cambiar.  Ha sido una bofetada global para que espabilemos y nos demos cuenta que las cosas no podían seguir tal como eran.  Una bofetada para salir de nuestra zona de confort y ponernos a pensar y a mejorar.

Por ejemplo, pedir otro crédito para aguantar un poco más a ver si el negocio/empresa repunta.

Otro ejemplo, en la ultima empresa por cuenta ajena que trabajé, filial española de una multinacional francesa, el director siempre echaba la culpa a la crisis de que la filial fuese mal.  La central también lo notaba, claro, pero no tan acusado como en la filial.

En una reunión que hizo el director con todo el equipo para hablarnos de la situación de la filial, y después de echarle la culpa a la crisis y a algún cliente importante que no pagaba (todo influye, claro), se me ocurrió preguntar que si nosotros no tendríamos algo de culpa en la situación de la filial.

Yo veía a otras empresas del sector del software de gestión (pocas porque la mayoría seguía echando la culpa a la crisis) que estaban creciendo.  Con estrategias adaptadas a la realidad del momento y no a la “realidad imaginaria” del director de la filial.

El director de la filial seguía negando la realidad y terminó pasando lo que tenía que pasar (además de echarme la bronca por “engañar” a mis compañeros por plantear situaciones que no eran reales… en fin).

 

Engañar

Engañar a tus empleados diciéndoles que las cosas van bien cuando no es cierto.  Decir la verdad a tus empleados no es contraproducente.  Al contrario, creo yo.  Si las cosas van mal, díselo.  Tus empleados son los segundos interesados en que el negocio salga adelante.  El primer interesado eres tú.

Engañar a tus clientes.  Por suerte ya se a acabado, o se está acabando, con esa época en la que comprabas una cosa y te daban otra.  Otras calidades, otras funcionalidades, etc.  Ahora tenemos variedad donde elegir.  Y si no nos gusta cómo nos han tratado nos buscamos a otro.

Si ahora estás pensando que tu producto o servicio es único… te comento que si lo que haces aporta valor, no será único por mucho tiempo.  Así que o das un gran producto o servicio siempre, o con el tiempo te quedarás sin mercado.

(Para profundizar en esto te recomiendo el artículo sobre las líneas maestras.)

Engañar a tus proveedores/colaboradores.  Dales confianza al trabajar contigo y vuestra relación se irá sincronizando en el tiempo.  ¿Qué mejor que un proveedor/colaborador que nos conozca tan bien que parezca parte de nuestra empresa?

Si piensas que con una relación así el proveedor se va a aprovechar de ti y que te engañará, nunca progresarás.  Y además como dice el dicho: “piensa el ladrón que todos son de su condición”.

Y aquí acaba este pequeño repaso a algunas de las estupideces que se comenten en los negocios y empresas, y que realmente son nuestra mayor competencia.

Como te decía más arriba ¿qué otros ejemplos conoces tú de estupideces en los negocios? Por favor, escríbelos en los comentarios para que podamos aprender todos de ellos.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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Liderazgo personal (libros para el verano 2)

Hola,

Esta semana te voy a recomendar el libro Liderazgo Personal ¡Logre resultados y supere la crisis! de José María Cardona Labarga.

(Si, ya sé que la semana pasada te dije que hoy te hablaría de Reinicia… pero un error lo tiene cualquiera 🙁 . Me equivoqué del orden que tenía previsto recomendarte. Pero la próxima semana si te hablaré de Reinicia. Palabrita del niño Jesús)

Después de esta disculpa-aclaración sigo con el libro de esta semana.

Primero quiero hablarte brevemente del autor, para que conozcas su trayectoria.

José María Cardona Labarga, ha trabajado durante 30 años como consultor de estrategia empresarial y desarrollador de multitud de equipos de Alta Dirección.

Ha escrito 15 libros, 5 de los cuales (incluido este) sobre Dirección y Liderazgo.

Creó el modelo de liderazgo “Los 8 Hábitos de un buen Directivo” donde sintetiza y ordena todos los conocimientos e ideas que ha ido acumulando durante todos estos años.

 

Liderazgo personal ¡Logre resultados y supere la crisis!

Este libro, de menos de 200 páginas, sirve para hacer una iniciación suave y ligera al concepto de Cultura C que difunde José María y en la que yo también creo.

Si has asistido a alguno de mis talleres o conferencias lo habréis escuchado. Además siempre recomiendo la lectura de este libro para quien quiera iniciarse en esta Cultura C.

El motivo de recomendar este libro en esta serie de recomendaciones de lecturas para el verano que estoy haciendo que porque una parte de los más de 800 personas que estáis suscritas a mi boletín no han asistido a ninguna de mis conferencias o talleres.

El libro fue escrito en 2010 y pone sobre la mesa reflexiones necesarias para ayudar a salir de la crisis a negocios como el tuyo. Más adelante profundizo sobre el libro.

Estas reflexiones son sobre causas no económicas que producen beneficios económicos.

Es un libro que, aunque no sea muy extenso y sea ligero de leer, si lo lees con la mente abierta te va a dar muchos temas sobre los que reflexionar profundamente.

A mí me ha pasado. Cuando lo leí en 2011 me pareció un libro interesante que hacía planteamientos, para mí, novedosos sobre las empresas, pero poco más.

Cuando lo volví a leer este año 2015, después de muchas vivencias y experiencias empresariales buenas y (algunas) malas, comprendí toda la sabiduría que contiene el libro.

Este libro sólo lo puedes conseguir desde este enlace porque por problemas con la editorial ya no se distribuye.

 

Destripando el libro

El libro se compone de 2 partes:

  1. Donde nos presenta reflexiones basadas en su experiencia y conocimientos sobre las empresas. Aunque él no lo dice, en mi opinión lo hace para inducirnos a los lectores a reflexionar también sobre estos temas.

Seguramente sean algunas de las reflexiones, las más importantes, las que le llevaron a desarrollar…

  1. Su modelo de liderazgo “Los 8 Hábitos de un buen Directivo”, que son:
    • Hábito 1: Gestión de la Información
    • Hábito 2: Misión y objetivos (estrategia)
    • Hábito 3: Preparación y Prioridades
    • Hábito 4: Delegación y Desarrollo
    • Hábito 5: Madurez y Autoconocimiento (La clave del Liderazgo Personal)
    • Hábito 6: Comunicación y Equipo
    • Hábito 7: Formación y aprendizaje
    • Hábito 8: Innovación y Cambio

 

Profundizando en el libro

En la primera parte empieza indicándonos cuál es el camino para pasar de una empresa con Cultura M, de Miedo y Mediocridad, a una empresa con Cultura C, de Calidad y Confianza.

Calidad en todos y cada uno de los procesos de nuestro negocio y Confianza (total, 100%) en las personas con las que nos relacionamos: empleados, colaboradores, proveedores, clientes.

José María aborda otras áreas de reflexión como son el Conocimiento, las Personas, el Comportamiento, la Crisis, la Responsabilidad Social Corporativa, la Productividad y el Liderazgo.

Pero hay un apartado en el que me quiero parar. Es el capítulo 5 en el que habla sobre Supuestos y Creencias y que nos ayuda a resolver preguntas como esta: ¿Por qué una persona inteligente y competente suele cometer errores?

Buena pregunta ¿eh?

Los errores los cometemos por lo que suponemos y creemos. Porque son reacciones intuitivas. Son reacciones primarias y esenciales. Los supuestos y creencias no son una cuestión lógica, razonada o secundaria.

Estos supuestos y creencias no dan sensación de seguridad, por esos nos adherimos a ellos. Pero que pueden estar equivocados.

Por ejemplo, todavía hay muchos directivos de empresas y dueños de pequeños negocios que suponen que lo que motiva a la gente es “garrote y zanahoria” (yo lo he sufrido en primera persona y os puedo asegurar que ni yo ni mis compañeros estábamos en absoluto motivados).

Aunque estos directivos hagan cursos o contraten coaches para desarrollar sus habilidades y técnicas para motivar, si primero no cambian su mentalidad (supuestos y creencias) de “garrote y zanahoria”, lo que se convierten es en peores manipuladores.

Para terminar este artículo quiero traerte algunos de los supuestos con los que José María se ha encontrado y que utiliza como ejemplos concretos de supuestos que él considera erróneos y cuáles serían los correctos.

Como en el ajedrez representa con un interrogante (?) el supuesto que considera erróneo y a continuación con el texto en cursiva e indica con una interjección (¡) el paralelo que estima correcto.

 

No es mi problema (?)

Sí es mi problema. Me hago cargo (¡)

 

Mi equipo funciona mal, pero yo soy bueno (?)

Si mi equipo funciona mal yo soy malo (¡)

 

Soy justo y objetivo (?)

Soy positivo y honesto (¡)

 

Me siento bien, aunque actúe mal (?)

Actúo bien, aunque me sienta mal (¡)

 

Una empresa debe crecer constantemente (?)

Una empresa debe mejorar constantemente (¡)

 

Actúo con bastante prudencia. Casi nunca me equivoco (?)

Estoy actuando mal. Demasiado prudentemente (¡)

 

Debemos lograr beneficios reduciendo la rotación y subiendo márgenes (?)

Debemos lograr beneficios aumentando la rotación reduciendo márgenes (¡)

 

Toda decisión debe consensuarse en equipo (?)

Toda decisión debe ser tomada por la persona que tiene la autoridad y la responsabilidad (¡)

 

Mi jefe me dirige bien porque me dice todo lo que debo hacer (?)

Mi jefe me dirige mal porque no me desarrolla (¡)

 

Tengo que controlarlo todo para que esté bien. Aquí mando yo (?)

Tengo que confiar, delegar y desarrollar (¡)

 

Debo realizar una actividad frenética constantemente a toda velocidad (?)

Debo centrarme en lo importante para no dispersarme (¡)

 

La eficacia es cuestión de inteligencia, conocimientos, experiencia, esfuerzo y temperamento (?)

La eficacia es cuestión de autodominio, actitudes y hábitos (¡)

 

Y termina el capítulo dándonos ocho características esenciales de los conjuntos de supuestos y creencias:

  • No son algo pacífico (en el sentido de que forman la base de las virtudes y de los vicios).
  • Su repercusión es esencial.
  • Existen creencias en todos los aspectos de la vida.
  • Las creencias pueden no explicitarse o ser erróneas.
  • Son el inductor. La causa original.
  • La Cultura no es inocente.
  • La Cultura está pasando a ser lo importante.
  • Cambio cultural.

 

Reflexiona tranquilamente durante estas semanas sobre todas las enseñanzas y experiencia acumuladas y sintetizadas que José María Cardona Labarga nos da en este libro fundamental para cualquier dueño de negocio.

La próxima semana, esta vez si, te presentaré Reinicia 🙂 .

Si te ha gustado el artículo no te olvides de compartirlo en tus redes … ganas 1 hora de vida cada vez que compartes 🙂

Luis


 

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12+1 causas no económicas que generan beneficios económicos

En esta entrada voy a hablarte de áreas del negocio que trabajo con mis clientes para hacer sus negocios escalables.

Para conseguir resultados económicos debes aplicar una serie de causas económicas, está claro.  Pero también hay causas no económicas que hacen posibles esos resultados económicos.

Es más, sin aplicar estas causas no económicas no tendrás resultados económicos positivos.  ¡Vamos, que no ganarás dinero!.  Dinero a largo plazo.

Puede ser que en el corto plazo parece que funciona y te da resultados económicos positivos.  Pero esto no se aguanta.  Y lo digo por experiencia propia de una de las empresas por cuenta ajena en las que he estado trabajando.  Si sólo te centras en causas económicas te caerás con todo el equipo.

Además de las causas no económicas que voy a presentarte hoy hay otras variables (no económicas) que tienes que tener en cuenta como 6 palancas para que hagas tu negocio escalable, Excusas para no aprender lo que necesitas y Más excusas para no aprender o que necesitas.

Ya sabes, y si no lo sabes te lo cuento ahora, un negocio escalable lo que te permite es volver a ingresar sin necesidad de volver a realizar el trabajo o teniendo que realizar una parte muy pequeña del trabajo.

Un negocio escalable se basa en tres principios fundamentales:

  1. Sistematizar los procesos que se realizan en tu negocio, para se que puedan
  2. Multiplicar y repetir constantemente y así
  3. Globalizar el negocio pudiendo llegar a más clientes sin aumentar los gastos.

Para poder seguir estos principios fundamentales te vamos varias ideas y patrones que debes tener presentes al reorganizar tu negocio.

 

Causas no económicas que provocan resultados económicos

Crea una Propuesta de valor fascinante.

La propuesta de valor es ESO que hace que los clientes te compren a ti en vez de dejarse su dinero en cualquier otro lado.

Tus productos o servicios ¿van a transformar la vida a tus clientes?  ¿Son interesantes?  ¿O simplemente es uno más?.

En estos momentos tu competencia (directa e indirecta) es cualquier otra oferta que exista en el mercado en la que tus clientes potenciales se dejen su dinero.

Por lo que para captar la atención de tus clientes tienes que crear una propuesta de valor FASCINANTE para que se fijen en ti y no en otros.

Esfuerzo inteligente

Para este punto te recomiendo que vayas a este otro artículo que escribí Intentas todo lo que sabes (para sacar tu negocio adelante).

Es un tema algo complejo y ponerlo en unas pocas líneas puede que no me explique bien.

Concéntrate en lo que no cambiará

Productos sencillos que cubren necesidades básicas, una buena atención al cliente, velocidad en los servicios, … ¿cuáles son las cualidades permanentes de tu sector que siempre han gustado y siempre gustarán?  Tienes que centrarte en esto a la hora de desarrollar tu estrategia de productos o de servicios.

En cosas que gustaban hace 10 años, que siguen gustando ahora y que gustarán dentro de 10 años.  A todos nos gustaba, nos sigue gustando y nos gustará siempre que nos traten bien, que el producto o servicio cumpla con lo que dice que va a hacer.

Si te centras en tendencias o modas pasajeras puedes tener mercado ahora, pero dentro de un tiempo te habrás quedado sin mercado y tendrás que desarrollar nuevos productos o servicios, o hacer una gran readaptación a los que ya tienes.

Averigua lo que te hace único y multiplicalo

Lo que te hace único es tu mayor ventaja competitiva respecto a la competencia.  Es por lo que te compran a ti y no al de al lado teniendo los mismos productos.  Es por lo que tu negocio sigue adelante.

Pero eso que te hace único también limita tu capacidad de crecimiento.  Lo que tienes que hacer es multiplicarte y para esto tienes que crear clones de ti mismo.  Coger a una o varias personas y transmitirles todos tus conocimientos.

Esto hace que puedan trabajar igual que tu, sin necesidad de que lo hagas tú.

(Y por favor, no pienses eso de que si les formas se podrán ir y hacerte la competencia y cosas así.  Porque si no les formas es peor porque se quedan en tu negocio sin ser productivos.  Es un riesgo que tienes que tomar.

Si no quieres que se vayan se un buen líder y tenlos motivados para seguir contigo, y aún así también se irán, pero mientras estén contigo que saquen todo su jugo).

Por ejemplo, la señora Paquita, la pastelera del barrio.  Hace las mejores tartas del mundo y la gente hace cola en la calle para comprar sus productos.  Vienen desde otros barrios a comprar sus productos.  Hace 10 meses abrió otra pastelería en el barrio de al lado y ha tenido que cerrarla.

¿Por qué ha ocurrido esto?  Porque es la señora Paquita quien sabe hacer las tartas, en la nueva tienda ha puesto a alguien que sabe hacer tartas pero no son como las que hace la señora Paquita.

Lo que debería haber hecho la señora Paquita es tener a su lado durante el tiempo necesario a la persona que iba a llevar la otra tienda para enseñarle todos sus secretos y que pueda hacer las tartas igual que la señora Paquita

¿Qué % de tu trabajo es “la arrogancia de sentirnos importantes”?

Esta idea tiene relación con la anterior.  Si nos creemos que sólo nosotros somos capaces de hacer las cosas bien nunca podremos dejar de trabajar por horas.

Constantemente queremos hacerlo todo y o bien haremos pocas cosas, o bien no las haremos con la calidad suficiente.  Te sorprenderá la capacidad que tiene la gente de hacer las cosas bien, ¡incluso mejor que tú!.

Una vez pregunté a una persona que prestaba servicios externos de RRHH qué podía escalar de su negocio.  Me dijo que todo menos su forma de trabajar.  Ahí es donde se equivoca.  Si su forma de trabajar es su diferencia competitiva es lo que tiene que escalar (ver punto anterior).

Motiva a tus trabajadores y dales confianza (atento a la próxima idea)

Un líder debe regalar confianza en el contrato

Cuando contratas a alguien debes confiar en su buen criterio para hacer las tareas, ¿sino por qué le has contratado?

Los dos mayores inductores de motivación de los empleados son 1) que sientan que tienen el control de su trabajo y 2) que vean que su trabajo sirve para conseguir el objetivo del negocio.

Normalmente los dueños de negocios piensan que sus nuevos trabajadores se tienen que ganar su confianza, así que además del estrés de empezar en un nuevo trabajo se suma estrés de tener que ganarse la confianza del jefe, lo que hace que el nuevo trabajador esté más pendiente de otras cosas que de realizar bien su trabajo.

Si desde el principio le das tu confianza este nuevo trabajador se adaptará más rápidamente a tu negocio y será más productivo en menos tiempo.

Y te recuerdo que igualmente se va a ir de tu empresa si quiere hacerlo.  El personal no productivo serán los que se quieran quedar en tu negocio, y eso es malo para ti.

Contrata/trabaja con directivos de sí mismos

No te gustaría tener trabajadores que sólo les tuvieses que decir el objetivo que tienen que conseguir, facilitarles las herramientas para hacerlo y que ellos solos realicen su trabajo sin mayor implicación por tu parte.

¿Cuántas horas de trabajo te liberaría trabajar con gente así?  Pues para hacerlo tienes que desarrollar/contratar personas que tomen sus propias decisiones de cómo realizar su trabajo, que se autocontrolen, que establezcan los hitos y la velocidad para realizar el trabajo.

Te sorprenderá lo que pueden llegar a conseguir sin mucho apoyo ni control.  Pero para esto es fundamental que les regales confianza con el contrato.

Busca y fomenta los ingresos pasivos

De esto hable la semana pasada en este artículo.  Si quieres profundizar no dejes de leer el artículo.

Lo que se trata de hacer en esta idea es establecer una forma de trabajar con tus clientes por resultados para que puedas ir teniendo ingresos en el futuro por un trabajo que ya has finalizado.

Algunas cosas que vale la pena hacer, vale la pena no hacerlas particularmente bien

En una escala del 1 al 10 en la realización de las tareas ¿todas las tareas tienes que hacerlas de 10?  Seguro que no.  Seguro que hay tareas (nunca de relación directa con tu cliente) que con un 5 sea suficiente.

Optimiza la utilización del tiempo y enfócalo en las tareas que realmente sí son importantes.

Diseño: con el mismo dinero puedes hacerlo bonito o feo

Pues eso, creo que no hay mucho más que decir.  Se que el diseño no es lo tuyo, tampoco es lo mío.  Pero es importante.  El 83% de las decisiones las hacemos por los ojos ¿cómo quieres ser percibido?

Busca ideas en Internet, de tu competencia, de los que no son tu competencia.  Estate atento cuando andes por la calle.  Cualquier cosa puede darte ideas.

Pues ya sabes, ponte las pilas con el diseño de tu imagen corporativa, con tu imagen y la de tus trabajadores frente a tus clientes, con la imagen de tus productos y servicios, con la imagen de todo lo que sea hacia el exterior.

Y además también con la imagen hacia el interior porque a todos nos gusta trabajar en un sitio bonito.

Cuida los detalles, sirven para decir a tus clientes que te importan

La calidad y la excelencia están en todas y cada una de las interacciones que tenemos con nuestros clientes.  No podemos dejar pasar nada porque la experiencia que nos llevamos como clientes es el conjunto de todo el proceso.  Si algo falla enturbia el resto del proceso.

Tenemos que estar pendientes que todos los detalles sean correctos.  Hay cosas que deben ser perfectas y otras cosas que pueden ser “suficientemente correctas”, pero nunca mal.  (Repasa la causa dos puntos más arriba).

Y nosotros como dueños de negocio tenemos que ser los primeros en demostrar a nuestros clientes que nos importan.

Si no lo demostramos nosotros ¿cómo podemos pretender que nuestros empleados lo hagan? Aunque seas autónomo o profesional independiente, si no lo demuestras tú ¿cómo quieres que tus colaboradores lo hagan?.

Deshazte de los residuos que tienes en tu negocio

Deja en tu negocio tareas sólo productivas.  Esto, que a priori parece que debería ir en el área de productividad lo he incluido aquí porque cuantas más tareas residuales, que no aportan valor, tengas en tu negocio menos escalable lo vas a poder hacer.

Los residuos a la basura.

Analiza bien tu negocio y seguro que tienes muchas tareas que no te aportan nada y que lo que hacen es de lastre de tu negocio.

Como te he dicho antes ¡a la basura!.

Escuchar es tu competencia fundamental básica

Quizá te resulte raro encontrarte esta idea aquí.  Pero si no escuchas ¿cómo vas a saber lo que funciona o lo que no funciona? ¿Cómo vas a saber lo que quieren tus clientes?  Visualiza el módulo Escuchar para aprender mucho más sobre esto.

 

Si conoces el libro Reinicia verás que algunas de estas causas las he cogido de ahí.  Si no conoces el libro ¡no puedes dejar pasar el verano sin leerlo!

Un saludo,

Luis

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 ¡Muchas gracias!

 

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