Termino en Guinea y Retomo en España

(Al final de este artículo te pido un favor, así que, por favor, no dejes de leer el articulo hasta el final 🙂 ).

Dentro de tres semanas termino el proyecto formativo que me ha tenido en Malabo – Guinea Ecuatorial durante los últimos cinco meses.

En noviembre vine aquí y parecía mucho tiempo, pero como pasa siempre, todo llega.  Y a mi me llega el momento de volver a España.

Las cosas ocurren.  Sólo tienes que saber qué deseas.  Cuando lo sabes, no sé como, pero las cosas empiezan a suceder.  Te pongo un ejemplo que me está pasando a mi.

Estar aquí en estos momentos no es una casualidad, sino una sincronicidad.  Es parte de una visión que tuve hace tres años (que se me había olvidado y que esta semana he vuelto a recordar).

Mi visión de hace tres años fue que en 2017 estaría en África central.  Algo totalmente impensable para mi hace tres años.  Incluso impensable hace seis meses.  Simplemente no estaba en mis planes ni había nada que hiciese sospecharlo.

Echando la vista atrás me doy cuenta de las cosas que han pasado para que yo esté en el año 2017 en esta parte del mundo.

  1. Hace un año mi mujer volvió a trabajar con una antigua socia, Silvia, con la que tenía poco contacto durante los últimos años.
  2. Silvia, al igual que yo, imparte formación.
  3. A Silvia le ofrecieron este proyecto pero lo rechazó.
  4. La escuela le preguntó si conocía a alguien que pudiese interesarle el proyecto y les habló de mi.
  5. Y aquí estoy.  Escribiendo estas palabras desde mi habitación con vistas al puerto de Malabo.

 

Crecimiento Profesional

He visto cosas que jamás pensaba que iba a ver en persona.

He conocido gente que no tiene nada luchar por alcanzar una vida mejor.

Eso me ha hecho ver la vida de otra manera.  Me ha hecho crecer.

Y me ha hecho poner mi granito de arena.

Poder ayudar a personas sin nada a labrarse un futuro con sus propias manos.  A tomar las riendas de su futuro y que dependan sólo de si mismos.  Y además ayudando a otras personas de su entorno, en sus mismas condiciones, a conseguirlo.

He podido ayudarles a creer en sí mismos.

Toda esta experiencia me sirve para contrastarla con mis creencias anteriores a venir aquí.  Mis creencias personales, pero también las profesionales.

Antes de venir a Guinea estaba convencido de que las personas son la fuente de éxito o de fracaso de una empresa.

Ahora mi convencimiento es mayor aún.

En este siglo XXI lo que hace que una empresa salga adelante es su vocación de servicio a las personas.

Las empresas deben volver a ser humanas, algo que eliminó el método racional.

Para el método racional las personas no eran más que mucha mano de obra y algunos directivos convenientemente adiestrados en sus Universidades y Escuelas de Negocios.

Ahora las personas somos la única fuente de generación de riqueza de las empresas.

(¿Alguna vez no lo hemos sido?)

Durante la segunda mitad del pasado siglo había alternativas de generación de riqueza.  En este siglo XXI esas alternativas se muestran ineficaces.

Mientras las instituciones educativas que enseñan a dirigir empresas no se den cuenta, seguirán lanzando al mercado laboral directivos ineficaces en el siglo XXI.

 

Vuelvo a España para Semana Santa

En tres semanas estoy de nuevo en España para quedarme definitivamente (que como has leído al principio eso es mucho decir).

Retomo mi actividad profesional que había dejado casi paralizada en noviembre al venirme a Guinea.

Por este motivo quiero pedirte un favor.

Es que si conoces a alguien que quiera desarrollar sus Habilidades Sociales Profesionales, nos pongas en contacto.

En esta página puedes conocer los servicios de consultoría que doy.

En esta otra página tienes una infografía de los valores de las Organizaciones Human To Human que ayudo a desarrollar.

¿A quién ayudo en este desarrollo de habilidades?

  • Empresarios
  • Personas directivas
  • Líderes de equipos
  • Responsables de RRHH
  • Responsables de Desarrollo y Formación de Personas

En este nuevo siglo las empresas necesitan tener trabajadores con perfiles mixtos con conocimientos propios del puesto de trabajo y con capacidades humanistas para colaborar con las personas que le rodean.

Ayudo a empresarios, responsables y equipos de trabajo a desarrollar las capacidades Cognitivas, Emocionales y Relacionales que necesitan las organizaciones de mañana (de hoy).

He desarrollado las habilidades sociales profesionales a personas que no tienen nada para que puedan “alcanzar el cielo”…

IMAGINA LO QUE PUEDO HACER EN TU EMPRESA O LA DE ALGÚN CONOCIDO TUYO.

También he abierto el periodo de inscripciones del próximo workcamp online Organizaciones Human To Human.

Y si en estos momentos no te acuerdas de nadie que me puedas recomendar, puedes hacerme también un gran favor compartiendo este artículo por tus redes.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

¿Tienes Estrategias para Poner al Cliente en el Centro?

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Los Muertos son Aquellos que Nadie Lleva en el Corazón

Así es como está tu empresa o negocio si nadie te lleva en el corazón.  Muerta.

Si no lo está ahora, poco le queda.

Como ya he tratado en varias ocasiones, tenemos que posicionarnos emocionalmente en el corazón de nuestros clientes.

Esto nos lleva a tener que crear artículos y productos que les aporten beneficios o que les solucionen problemas.

Para esto debemos posicionarnos en el terreno del cliente con el fin de conocer qué necesidades reales tienen.

Y a partir de ahí desarrollar esos productos o servicios que tus clientes no puedan pasar sin ellos.

Porque un buen producto o servicio es el mejor marketing.  Y un buen producto no es el que tiene mejor calidad técnica.  Sino el que compra más personas.

La época de vender ya se ha pasado.

Ahora estamos en la época de comprar.

Como clientes cada vez somos más conscientes de lo que queremos y de que si no encontramos ahora lo que queremos, lo encontraremos más adelantes o lo fabricaremos nosotros mismos.

Es la figura del prosumidor de la que hablaba Alvin Toffler.

He oído decir hace poco que el siglo XXI es el siglo de la venta.  Estoy de acuerdo.  Tiene pinta de ser un siglo aún más consumista que el siglo pasado.  Pero el proceso se realiza de forma distinta.

¿Qué es lo que ha cambiado?

 

La Información

Ahora tenemos acceso a una gran cantidad de información que antes no teníamos.  Esto nos permite poder valorar y decidir la mejor opción de compra (aunque muchas veces seguimos equivocándonos 🙂 ).

Internet es una fuente de información muy importante.  Sí que es cierto que hay que saber recopilar y tratar esa información.  Pero estar está ahí.  Internet nos permite llegar a millones de personas gratis.

Además de diversas herramientas como el Mapa de empatía del cliente, el Lienzo de propuesta de valor y otros… una fuente inagotable de información es la preocupación.

Preocuparte de lo que les pasa a tus clientes para poder detectar necesidades.

Tenemos que marcar un mínimo de calidad de nuestros productos y servicios y a partir de ahí empezar a construir.

Esta época es la época de la historia en la que es más fácil (bueno, lo voy a dejar en menos difícil) para tener un negocio o empresa que funciona bien.

Para conseguirlo debemos centrarnos en las personas.

Recoger y analizar la información.

Hacer el trabajo que tienes que realizar.

Salir de tu zona de confort.

Y por supuesto tener unas nociones básicas de lo que es dirigir una empresa o negocio.

 

¿Es tu Negocio Interesante?

¿Son tus productos y servicios interesantes? ¿Fascinan a tus clientes?  O sólo son uno más.

¿Estás en el corazón de tus clientes?

Si no sabes qué responder a esta pregunta ve buscando un ataúd para tu empresa o negocio.

¿Qué no sabes si estas o no en el corazón de tus clientes?  Pues averigua estos datos:

  1. ¿Con cuánta frecuencia te compran tus clientes?
  2. ¿Cuántos clientes nuevos vienen a tu empresa o negocio por la recomendación de un cliente que ya tienes?

Si la respuesta es pocos, levántate del sofá y ponte a averiguar qué es lo que quieren tus clientes.

Que no es lo mismo a qué es lo que quieres ofrecer tú a tus clientes.  RIP.

(No hay que confundir esto con el cliente cautivo.  Ese que te compra porque no le queda más remedio debido a que no hay otro proveedor cerca o cualquier otro motivo.

Si es un mercado rentable vendrá alguien con alguna nueva forma de dar el producto o servicio y te quitará tu mercado.

Así que no te duermas en los laureles.)

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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Yo También Podría Pensar (Pero No Piensas)

Todos conocemos personas que a toro pasado dicen que ellos también podrían haberlo hecho.

En esos casos yo siempre me pregunto ¿y por qué no lo has hecho?

Todos conocemos esas personas que van de víctimas y que dicen que también podrían tener buenas ideas.  ¡Claro que sí!  Todos tenemos buenas ideas, pero ¿por qué no las has presentado?  ¿por qué no se te han ocurrido?

Lo único a lo que se dedican a es a menospreciar y tirar al barro las ideas de los demás.  No porque sean malas, sino porque esa otra persona les va a superar.

Es más fácil destruir que construir.  Y además no se necesita ser excesivamente inteligente.

Hace unas semanas presentaba una estrategia infalible para conseguir resultados: hacer las cosas.

No queremos personas que podrían hacer.  Queremos personas que hacen.

Es su actitud perezosa y de comodidad lo que les lleva a que sean otros los que consiguen ese ascenso, los que logran resultados, los que crecen en el escalafón económico-social.

Luego culpan a lo primero que pasa por delante y ya se creen justificados.

La actitud de querer salir adelante es lo que marca la diferencia.

Esa actitud de querer tener una vida mejor, esa actitud de no estar conforme con el estrato social en el que has nacido, esa actitud de vencedor y no de víctima.

Y los que tenemos esa actitud salimos adelante.  Nos costará más o nos costará menos.  Pero esa actitud es la que nos permite triunfar superando todas las adversidades.

Esta actitud es la que nos ayuda a superar los días malos, que son muchos, y a disfrutar de los días buenos que son menos.

 

Centrarnos en Nuestros Sueños

Saber cómo queremos estar dentro de unos años es ese sueño que nos permite seguir adelante y afrontar las dificultados.

Algunos dicen que hay que tener un sueño definido y muy concreto, muy detallado.  Con todo lujo de detalles.

Yo no estoy tan de acuerdo con que haya que definirlo con tanto detalle.

Normalmente nuestros sueños, ese estado que queremos alcanzar dentro de unos años (aparte de cosas materiales como dinero, casas, lujo, yates, jets y otros) suelen ser algo etéreo que no tienen un marco definido.

Nuestros sueños reales y más profundos suelen ser estados mentales de cómo queremos sentirnos, de qué queremos ser, de cómo queremos transformarnos dentro de unos cuantos años.

Y esto es muy difícil transcribirlo a un papel y poder expresar en palabras escritas nuestros anhelos más profundos.

Es difícil transcribir en palabras ese estado del “ser” en el que nos queremos convertir.

En mi caso, mi sueño lo represento con esta imagen metafórica:

Todos mis cursos y conferencias los empiezo con el sueño.

Si no tenemos un sueño por el que luchar y seguir, nos hundiremos en el fango.

 

¿Qué Significa nuestro Sueño?

Como digo mi sueño es una imagen metafórica de lo que quiero y estoy consiguiendo.

Esta imagen que utilizo para presentar mi sueño significa para mi que ya he conseguido muchas cosas que me permitirán llegar hasta ese punto.

  • Tener negocios y fuentes de ingresos que trabajan para mi sin tener que estar con el ordenador y con el teléfono todo el día.
  • Haber dado a mis hijos la mejor formación posible.
  • Haber devuelto a mi familia todo lo que han hecho por mi, así como ayudar a todo mi entorno familiar.
  • En definitiva, estar satisfecho de mis logros.

No es sólo estar tumbado en esa playa maravillosa.   Sino disfrutar de mi tiempo con dinero y con salud.

Este sueño lleva implícito un estado de mi “ser” que me costaría muchas palabras poder describir.

Como ves no es necesario que sea un sueño súper original que no se le haya ocurrido a nadie, o no tiene por qué ser el más fastuoso del planeta.

Para ti ¿que significa tu sueño?  Ese sueño profundo que es el que realmente te mueve.

Si no tienes un sueño perfectamente definido no te agobies.  No pasa nada.  Pero sí debes tener tu sueño en el corazón, aunque no sepas expresarlo con palabras ni imágenes.

Nuestros sueños más profundos son estados mentales que queremos alcanzar.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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Lo que de Verdad Importa

No es el dinero.

No es el beneficio.

No son las pérdidas.

No es el control de gastos.

No es el plan de compras.

No es el plan de marketing.

No es el estudio de mercado.

No es el plan financiero.

No es el plan de recursos humanos.

No es la estrategia comercial.

No es la estrategia de distribución.

No son los servicios generales.

No son los servicios externos.

No son los productos.

No son los servicios.

No es la próxima negociación.

No es la próxima innovación.

No es el próximo avance tecnológico.

 

Son las personas

Hacer el bien a las personas.

Personas clientes.

Personas empleados.

Personas proveedores.

Personas acreedores.

Personas accionistas.

Cualquier persona que de un modo u otro vaya a recibir un impacto de nuestra empresa.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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¿Cuánto Tiempo Tardas en Atender a tus Clientes?

El trato a los clientes es un universo lleno de paradojas.

Una de estas paradojas es de la que voy a escribir en este artículo.  La paradoja del tiempo.

Conseguir y conservar clientes es una carrera de fondo, a largo plazo.

Tenemos que construir nuestra marca, darnos a conocer, generar confianza, estar presente en la mente de nuestros potenciales clientes… y tantas cosas más.

Todo esto lleva tiempo, mucho tiempo.

Sin embargo, para poder llegar a la meta de esta carrera a largo plazo no debemos quitar la vista del corto plazo.

Las carreras cortas, los sprints.  Esto es el contacto personal, nuestro o del equipo, directo con los clientes.  Porque la Atención al Cliente es cualquiera de las acciones y tareas que realizamos en nuestro negocio.

Puede que no sea una interacción directa con el cliente. Cualquier proceso y tarea de nuestro negocio tiene que estar pensado para atender al cliente, no a nosotros.

Y esto me lleva a una de las más importantes interacciones que realizamos con nuestros clientes.

 

Informa a tus clientes

El tiempo de respuesta que damos a los clientes.  El tiempo que tardamos en servir nuestros productos o servicios.

Al final del artículo presento dos ejemplos reales sobre el tiempo de respuesta, pero primero otro aspecto fundamental en la relación con nuestros clientes.

Como sabes he estado 15 años trabajando en soporte técnico en todos los puestos posibles, desde más abajo hasta más arriba.

Esto me permite afirmar feaciéntemente que si tienes al cliente informado regularmente, reduces (casi) totalmente las desavenencias con él.

Piénsalo detenidamente.  No nos enfadamos porque tarden en entregarnos los productos o en prestarnos los servicios.  Nos enfadamos porque no sabemos nada de en qué situación está nuestro caso.

Si te vas a retrasar en la entrega, informa al cliente.

Si no puedes servir lo comprometido, informa al cliente.

En cualquier situación, informa al cliente.  Sea una situación mala o buena.  La información produce tranquilidad y, por proyección, confianza.

 

Dos ejemplos reales de “maltrato” a los clientes

Maltrato no entendido como la primera acepción del diccionario de la RAE:

  1. Tratar mal a alguien de palabra u obra.

Sino entendido como la segunda acepción:

  1.  Menoscabar, echar a perder.

 

Primer ejemplo

Regularmente trabajo desde una cafetería de mi barrio que es tranquila y agradable.  Hace unos días pasó algo que me dio la idea de escribir este artículo.

El responsable de la cafetería se estaba quejando de su proveedor, porque tardaba mucho en traerle el pedido realizado y se estaba empezando a plantear cambiar de proveedor.

Me pareció que no es la primera vez que este proveedor tarda en servir el pedido, esto es una suposición mía.

Lo que pensé en ese momento es: “qué pena perder un cliente sólo por tardar en servir”.

El responsable estaba esperando y no sabía cuando llegaría.  Esto era lo que le causaba más estrés.

Con una llamada o un mensaje desde el proveedor avisando que ya está en reparto o que llegará unos XX minutos habría eliminado el enfado y fidelizado al cliente.

 

Segundo ejemplo

En un reunión de empresarios oí a una de empresaria de marketing online que tarda en responder los correos de sus potenciales clientes 2 ó 3 días para que parezca que tiene mucho trabajo.

Cuando oí esto casi se me “caen los pelos del sombrajo”.  En un sector, mkt digital, que la velocidad es primordial, ella voluntariamente retrasaba la respuesta varios días.

Personalmente esta estrategia me parece nefasta.  Como clientes nos gusta sentirnos bien atendidos.

Cuando a mi me tardan más d 24 horas en dar respuesta cuando pido un presupuesto o a un correo de consulta, directamente rechazo al potencial proveedor.

Si me atienden así de mal en el proceso de captación de cliente nuevo, ¿cómo me tratarán cuando sea cliente?

Y por dar respuesta me vale con una simple contestación del tipo: “Recibido, en unos días te paso el presupuesto o te respondo tranquilamente…” o algo así.

Es decir, confirmar que ha llegado el correo.  Que muchas veces no sabes si ha llegado o no, y tienes que perder tu tiempo mandando otro correo o haciendo una llamada para que te confirmen si ha llegado.

A modo de ejemplo sobre esto me decía un día Víctor, corredor de seguros, que tardar 1 hora en devolver una llamada a un cliente puede suponerle perder el cliente.

Es cierto que el sector de los seguros es un sector muy competitivo, pero ¿qué sector actualmente no lo es?

Párate a pensar sobre tus tiempos de respuesta.  Es una de los factores que más valoramos los clientes.  Y si no puedes servir pronto, informa.

¿Y si mejoramos también el tiempo de respuesta a nuestros proveedores, a nuestros colaboradores, a nuestros empleados? ¿No crees que mejorarán los procesos de nuestros negocios?

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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Calidad. Centrarte en las Cosas Que Salen Bien

La Calidad (con C mayúscula) es un elemento fundamental a la hora de crear nuestra propuesta de valor, de la que hablé hace unas semanas.

Por Calidad no me refiero sólo a que nuestros productos y servicios hagan lo que decimos que hacen.  Eso ya lo doy por supuesto.

Si queremos competir en un mercado tan competitivo (valga la redundancia) como el actual, nuestros productos y servicios no se pueden limitar a ser correctos.  Así no nos quedará más remedio que luchar por precio.

Por lo que queda claro que tiene que haber algo más que sea lo que haga destacar nuestra propuesta de valor por encima de las demás.

Ese algo son las Cosas Que Salen Bien.

Un ejemplo con ordenadores portátiles.  ¿Qué diferencia un portátil de marca HP, con uno ASUS, con un Lenovo o con un Dell?  Por decir algunas marcas.   Tecnológicamente nada.

Todos arrancan el sistema operativo, se conectan a Internet, ejecutan sus programas, reproducen música y películas, etc.

¿Y qué diferencia tecnológicamente los ordenadores de estas marcas con un iMac de Apple? Tecnológicamente nada.

Entonces ¿qué es lo que tiene Apple que convierte a la mayoría de sus clientes en auténticos fans de la marca?

Y ya no sólo con portátiles.  La revolución de los reproductores de música, la revolución de los smartphones, las tabletas.

Los fans quieren los productos de sus empresas favoritas.  Incluso los coleccionan.  Tienen varios dispositivos.  Si sale un nuevo modelo no paran hasta conseguirlo.

¿Vosotros sabéis si los clientes de HP, ASUS, Lenovo o Dell también les pasa lo mismo?  Hasta donde yo sé, no.

Otro ejemplo es Harley Davidson.  Una Harley no es sólo una moto.  Es un estilo de vida.

 

Calidad desde Otro Punto de Vista

Esto ocurre porque se centran en trabajar y potenciar las Cosas Que Salen Bien.

Hay dos formas de entender y trabajar la calidad.  Una es reducir las Cosas Que Salen Mal.  Es decir, que nuestros productos hagan lo que decimos que hacen.  Pero esto da poco margen para sorprender al cliente.

Reducir las Cosas Que Salan Mal dista mucho de ser la única forma de valorar un producto o servicio.  Si nos limitamos a reducir lo que sale mal y corregir errores nunca aumentaremos la fascinación de nuestros clientes.

Como te decía antes, de esta manera no nos quedará más remedio que competir por precio porque nuestros productos y servicios serán como los de nuestra competencia.  Correctos pero anodinos.

Calidad es hacer las cosas bien cuando nadie te mira.

Henry Ford.

 

Cosas Que Salen Bien

Para aumentar la fascinación y el hechizo de nuestros clientes sólo lo conseguiremos centrándonos en las Cosas Que Salen Bien.

Se trata de coger las experiencias que ofrecemos a nuestros clientes y convertirlas en algo maravilloso.

Fue lo que hizo Anita Roddick cuando fundó The Body Shop, o Lennart Lajboschitz, fundador de Tiger.  (Con esto no quiero decir que tengas que crear una multinacional, sólo quiero ponerlos de ejemplo de lo que es convertir una experiencia en algo maravilloso para sus clientes.)

Tu negocio ¿qué es lo que tiene de absolutamente encantador para tus clientes?

Si no lo sabes tienes que averiguarlo ya.  Ahora mismo.  Corre, deja de leer y ve a la calle a preguntar a tus clientes.

¿Ya has vuelto?  ¿Qué te han dicho tus clientes?

No has sacado nada en claro.  Entonces es que no has hecho las preguntas correctas (no te preocupes, esto de no hacer las preguntas correctas nos pasa a todos).

Aquí tienes una sugerencia de lo que puedes preguntar a tus clientes para saber cuales son las Cosas Que Salen Bien de tu negocio:

¿Qué es lo que más te ha gustado de trabajar conmigo/con mi empresa?

Con las respuestas de tus clientes podrás empezar a trabajar en tus Cosas Que Salen Bien.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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Si es Fácil, eres Fácilmente Reemplazable

Una de las cosas que ha traído esta crisis actual es que las cosas ya no son fáciles.  Cada vez es todo más difícil.  Ya no tenemos el control de lo que pasa en nuestro negocio, o al menos hemos perdido gran parte.

Los clientes cada vez son más exigentes y ya no nos dejan pasar “esas cosillas que no son para tanto”.

Y llaman por teléfono; y vienen a local; y hasta ponen hojas de reclamaciones por “algo que no es para tanto”.

¡Con lo bien que estábamos antes cuando los clientes no se quejaban!  ¿A que sí?

Y además, ahora, las malditas redes sociales, que se ponen a hablar mal de nosotros y no nos enteramos.

Así que, otro problema además de gasto.  Tener que pagar a alguien para que nos lleve eso de las redes sociales aunque yo no creo en ellas, pero si todos mis colegas del sector las tienen no voy a ser yo el único...

Y esta empresa de marketing, los que me llevan las redes sociales, que me dicen que haga concursos, descuentos agresivos para algunas campañas, y qué se yo que más cosas.

Y también me dicen que tengo que posicionar mi web en Google para tener más visitas… pero si yo lo que quiero es vender más, no tener más visitas en mi web (que además me han cobrado un dineral por hacerla).

El caso es no poder estar tranquilo.  ¡Con lo cómodo que estaba antes cuando cogía a cualquier chaval del barrio a que repartiese propaganda por el barrio!

NOTA DEL AUTOR:  Ahora un cambio de rol y me pongo en la piel del la empresa de marketing que lleva las redes sociales.

Buff, ya está este cliente pesado otra vez.  Que si él lo que quiere es vender más y que no ve resultados con las acciones que estamos haciendo.

Pues hemos conseguido xtantosmil seguidores en Facebook y en el concurso han participado 500 personas.

Si me hiciese más caso y aumentásemos el presupuesto en anuncios podríamos llegar a muchas más gente y el impacto sería mayor.

¡Con lo fácil que sería que me dejase a hacer a mi, que soy el que sé de esto!.

Y para colmo Google está siempre cambiando el algoritmo de búsquedas y tengo que estar retocando todas las campañas que tengo de mis clientes, además de las mías propias, claro.

¡Todo son problemas y el caso es no poder tener un día tranquilo!

 

Una Interacción Fallida no es Fácil

Pero es una bendición.

La próxima vez que te den ganas de despotricar contra un cliente, agencia o motor de búsqueda especialmente odioso, date cuenta de que esa interacción fallida es lo mejor que te ha pasado en todo el día.  Sin ella, serías fácilmente reemplazable.

Si es fácil, échate a temblar.  Eso significa que en poco tiempo tu trabajo lo estará haciendo una máquina.

Por lo tanto, desde que leas este artículo, cuando tengas algún contratiempo en tu trabajo, no te enfades ni maldigas a los Dioses por tu mala suerte.

Recuerda que estos problemas, que estos contratiempos que sólo tú puedes resolver, son los que te mantienen en tu puesto de trabajo, son los que mantienen tu negocio.

¿Cuantos ejemplos conocemos de sectores que han desaparecido y están desapareciendo porque ya es fácil resolver las tareas?

Un ejemplo claro son las labores agrícolas.  Antes de la Revolución Industrial más de la mitad de la población mundial trabajaba en alguna tarea, directa o indirecta, relacionada con el sector agrícola.

Ahora, que se ha multiplicado por más de 3 la población mundial, se dedica al sector agrícola menos del 5 % de esta población.

Y tu sector ¿cómo es de fácil?

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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Toma Ya las Riendas de Tu Futuro

Buff…. Prefiero no tener que pensar.  Quejarme es menos cansado.

Esta es la conclusión que saco cuando hablo con dueños de negocios o pequeños empresarios y les pregunto sobre qué otras posibilidades de negocio han sondeado.

La cosa está muy mal … y seguirá igual de mal si no toman medidas.

Estoy esperando a que termine la crisis … su crisis terminará cuando ellos quieran salir de la crisis.

A ver si … excusas, excusas y más excusas.

En vez de ponerse a trabajar.

Hoy en día cualquiera puede tomar las riendas de su futuro y que su éxito (lo que quiera que sea) dependa única y exclusivamente de sí mismo.

(La verdad es que siempre ha sido así y siempre lo será).

Lo que necesitamos para conseguirlo es remangarnos las mangas de nuestra camisa y buscar nuevas cosas importantes con las que aportar valor a la sociedad.

Es posible que nuestro sector esté  punto de desaparecer, si no ha desaparecido ya.  Tendremos que buscar otro sector.  Tendremos que volver a aportar valor de otra manera.

Yo sigo en Guinea Ecuatorial.  Y me están ocurriendo una serie de cosas que jamas hubiese sospechado que me fuesen a pasar.  Estoy aportando valor de una forma que no me imaginaba hace unas pocas semanas.

Es algo que me está haciendo crecer como persona en primer lugar y después como profesional.

(El crecimiento profesional es imposible si antes no hay un crecimiento personal).

Y no es por el curso de formación que estoy impartiendo aquí.  Ya he impartido mucha formación y seguiré impartiendo mucha formación, en España.  Esto ya me hace crecer poco.

 

Aportar Valor a la Sociedad

Este es el secreto (que no es ningún secreto).

Con mi negocio tradicional, la formación y la consultoría, lo que hago es aportar mi conocimiento.  Pero nada más.

Lo que me está haciendo crecer es valorar y profundizar en la idiosincrasia, forma de ser y de vivir de los ecuatoguineanos.

Sus patrones sociales.  Su cultura.  Su forma de plantearse y de vivir la vida.  Son distintas a las que tenemos en España.

Esto me está haciendo abrir mi mente y revisar mis valores y principios, para mantenerlos o para modificarlos.

Incorporar a mi manera de impartir el curso estos valores y principios modificados me está haciendo ser partícipe de un grupo excepcional, ahora que conozco cómo son.

Esto nos lleva a todo el grupo a un crecimiento extraordinario y sorprendente para propios y extraños.

Volviendo al tema del artículo, la única manera de seguir teniendo un negocio o pequeña empresa funcionando durante los próximos años es aportando valor.

Siempre ha sido así y siempre lo será.

El problema es que las vías tradicionales de aportación de valor del siglo XX, dominado por el modelo racional, ya no añaden valor.

Liberémonos del lastre, de la mentalidad que tenemos actualmente.  De esta mentalidad que nos hace no querer volver a pensar.

Tenemos que hacer un ejercicio interior de apertura mental y de revisión de nuestros valores y principios.

Este cambio de paradigmas es el punto inicial para poder volver a aportar valor a la sociedad.

Iniciado este nuevo camino con el remodelado de nuestros paradigmas, podremos salir a la calle a ofrecer nuevas soluciones a nuevos problemas.

Nuevas metas.  Nuevos esfuerzos (inteligentes).  Nuevas oportunidades.

 

No Rechaces nada Sólo Porque No te Apetece.  

Sólo porque no quieres tener que pensar otra vez y empezar de nuevo.

Si te ofrecen algo que no te encaja, recházalo.  Di que parece una gran idea pero que hay algo dentro de ti que te dice que no o que no por ahora.  Que lo tienes que pensar.

No busques respuestas de mercadillo (con todos mis respetos a los mercadillos que me gustan mucho) porque, si han hecho bien su trabajo, tendrán el contraargumento perfecto para cada argumento que des.

No des ninguno.  Están preparados y adiestrados en hacerte quedar como tonto o tonta si no coges inmediatamente lo que te ofrecen.  Es su táctica.  A nadie nos gusta parecer tontos.

En este siglo XXI el cronómetro se ha puesto ha cero y todos estamos empezando de nuevo.  No te quedes atrás.

El siglo XXI es el siglo de las personas.  No de la tecnología como muchos quieren hacernos creer.

La tecnología está a nuestro servicio, no al revés.

Si no sabes qué hacer para aportar valor de nuevo.  Si no se te ocurren ideas de negocio “geniales”.   Piensa en las personas.

Busca maneras de que esas personas tengan una vida que deseen vivir.  Busca maneras de que esas personas vuelvan a tener una ilusión por la que vivir.

No me refiero a que des talleres de motivación.

La motivación tiene que ser como la ducha, todos los días, sino no sirve para nada.  Busca y ofrece algo que les sirva para la vida.

(Como tantas cosas es muy fácil de decir pero muy difícil de hacer.  Es una búsqueda constante.)

 

Es que Yo Busco un Sueldo

Para los que buscan sueldo el mensaje es el mismo.

Ya no hay sueldos como los de antes.  Ni contratos como los de antes.  Ahora lo que funciona es la temporalidad.

Eso de trabajos para toda la vida ya no existe.

Las empresas necesitan resolver cosas puntuales.  Puede ser durante 3 meses o durante 20 años.  Pero cuando la empresa lo tenga resuelto, prescindirá de ti.

Escucho a personas de más de 50 años diciendo que ya no tienen tiempo de lanzarse a aventuras.  Que lo que necesitan es un sueldo.

No, lo que necesitas es pararte a pensar y buscar algo con lo que volver a aportar valor a la sociedad.

Si con tus conocimientos y experiencia ya no aportas valor, nunca conseguirás ese sueldo que buscas.

Debes adquirir nuevos conocimientos y mantener una buena actitud.

Busca algo con lo que aportar valor en la empresa del siglo XXI o a las personas del siglo XXI.

Sino, lo vas a pasar mal.

Muy mal.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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Tipos de Gastos y Cómo te Afectan

En las empresas podemos clasificar cuatro tipos de gastos distintos.  Y tenemos que conocer muy bien a qué categoría corresponde cada gasto para poder trabajar correctamente sobre ellos y así poder optimizarlos.

Hace casi un año hablaba en este artículo sobre que sólo hay dos maneras de aumentar el beneficio de una empresa:

  • Aumentar los ingresos, o
  • Disminuir los gastos

Yo te puedo ayudar en algo que depende completamente de ti.  Que es la estructura de gastos de tu negocio o pequeña empresa.

Eres tú el que decide en qué gastos incurrir, cuándo incurrir en ellos y cuántas veces.

Al final de ese artículo de hace un año, hacía referencia a los tres tipos de errores más comunes que yo he visto tanto en empresas como en pequeños negocios.

Después de publicarlo me di cuenta que se había quedado un poco cojo porque debería haber explicado cuales son los tipos de gastos de un negocio y cómo clasificarlos.

Antes de seguir quiero hacer una matización.  Habrá veces que oigas o leas que se habla “costes” en vez de “gastos” y que parecen lo mismo.

Es lo mismo pero no es igual, como decían “Martes y Trece”.

Costes son los gastos que incurrimos en la producción de nuestros productos o realización de nuestros servicios.  Es decir, son necesarios para poder fabricar los productos que vendemos u ofrecer nuestros servicios.

Todo lo demás son gastos.  Aunque como digo es posible que oigas entremezclados estos conceptos y en ocasiones mal utilizados.

Y sin más preámbulos vamos a ver los tipos de gastos que tiene cualquier negocio.

 

Tipos de gastos

Gastos directos

Son en los que se incurren directamente en la fabricación y comercialización de tus productos o servicios. (Los gastos incurridos en fabricación también se llaman costes, como comentaba antes).

  • Materia prima,
  • mano de obra,
  • comisiones de vendedores,
  • marketing,
  • alquileres de naves industriales donde se fabrica …

Gastos indirectos

Son los necesarios para el funcionamiento del negocio pero que no son aplicables al proceso de fabricación y venta.

  • Material y personal administrativo,
  • devoluciones de cuotas de préstamos,
  • alquileres de oficinas …

Gastos variables

Son los que varían en función de la cantidad de fabricación de productos o de servicios prestados.

  • Materias primas,
  • procesos de fabricación,
  • transporte,
  • horas de consultoría,
  • acciones comerciales …

Gastos fijos

Son los que pase lo que pase tienes que pagar sí o sí.  Vendas más o vendas menos.

  • Salarios,
  • alquileres,
  • devolución de cuotas de préstamos …

Como has visto algunos gastos pueden entrar en dos categorías distintas.  No pasa nada, no son excluyentes entre si salvo estas correlaciones:

Gastos Directos <–> Gastos Indirectos

Gastos Variables <–> Gastos Fijos

Es importante que cojas una hoja en blanco y clasifiques tus gastos. 

Es el primer paso para empezar a no cometer los tres errores más comunes con los gastos y, a continuación, empezar a reducirlos.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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Las 4 Fases del Beneficio

Cuando abrimos un negocio se puede pasar por cuatro fases en relación con el beneficio que genera el negocio.

Llegar a la fase 4 es lo que hace que tu negocio trabaje para ti y que puedas dejar de trabajar tú para tu negocio.

La gran mayoría de los pequeños empresarios y profesionales se quedan en la fase 3, que es la que convierte nuestro negocio en una jaula de oro.

Pasar de la fase 3 a la fase 4 requiere un cambio psicológico por parte del dueño del negocio.  Es ese cambio de mentalidad lo que le permite convertirse en un pequeño empresario.

Este cambio de mentalidad requiere que salgamos de nuestra zona de confort porque dejamos de tener el control absoluto de nuestro negocio y tenemos que empezar a confiar.  Es por eso que es tan difícil para muchos.

Muchos emprendedores se caen del camino en las fases 1 y 2.  Muchos dueños de negocios están en la fase 3.  Pero sólo unos pocos se atreven a dar el salto a la fase 4.

Utilizo el verbo atreverse porque, como he dicho antes, tenemos que dejar el control directo de áreas del negocio y dejarlo en otras personas en las que debemos confiar.  Repito esto porque es, para mi, el punto de inflexión para pasar a la fase 4.

Y los pequeños empresarios somos mucho de … –es que como yo no lo hace nadie-, tan negativo para poder alcanzar la libertad económica y vital que buscamos con nuestro negocio.

Y sin más presentaciones, estas son las 4 fases que se tienen en relación con el beneficio en los negocios:

 

Fase 1: Pérdidas

Esta es la fase del comienzo del negocio.  Cuando lo abrimos y no tenemos más que gastos y pocos ingresos.

En esta primera fase casi todos los meses hay pérdidas.  Es una fase despiadada que puede terminar con la moral de cualquiera, porque, además, la duración es indeterminada.  Unos negocios están más tiempo en esta fase que otros.

Para superar esta fase necesitamos mucha paciencia y haber hecho una buena provisión de fondos.  Esta es la clave para superar esta fase.

Muchos emprendedores (y también autoempleados) se lanzan abrir el negocio con el capital necesario para la primera inversión de local (si lo necesita), mercancía, marketing…

No saben (o no quieren saber) que después vienen varios meses perdiendo dinero.  Y no son sólo 3 ó 4 meses como piensan algunos.

Cuesta mucho hacer clientes y ganar su confianza para que vuelvan regularmente.

La premisa en esta fase es conseguir vender algo.

 

Fase 2: Cero

En esta fase ya tenemos unos ingresos regulares.  Hay algunos meses que aún perdemos dinero, pero hay otros meses que ganamos dinero.  Los meses con beneficios compensan los meses con pérdidas.

Pero aún no tenemos beneficio como tal.  Sólo compensamos los gastos.

Esta situación también suele durar unos meses, normalmente menos que la fase 1.

Ya ha pasado lo peor pero no tenemos que dormirnos en los laureles.

Nos estamos haciendo nuestra clientela pero aún no tenemos beneficio con el que poder vivir.  Seguimos haciendo uso de esa provisión de fondos que debemos tener, porque todo lo que se ingresa es para pagar las facturas del negocio.

Si quieres más información sobre el Punto Muerto mira este vídeo:

La premisa en esta fase es mantener las ventas, que no se reduzcan.  

 

Fase 3: Beneficio

Ya por fin el negocio funciona.  Todos los meses da beneficio.  Unos meses más que otros, pero ya da beneficios.

Pero esto lleva parejo (normalmente) mucha más carga de trabajo.

Tenemos muchos clientes a los que atender.

Después de tantos meses pasándolo fatal (y seguramente habiendo pedido más dinero para poder sobrevivir) ya estamos consiguiendo dinero suficiente para mantenernos por nosotros mismos.

¡Ya tenemos un negocio consolidado!  Yujuuuuu

Sabemos que no debemos bajar la guardia porque podemos volver a las fases 2 ó 1.  Así que cada vez cogemos más clientes para que no pase esto.

Esos nuevo clientes implican más trabajo, lógicamente, pero haber llegado a la fase 3 nos da mucha fuerza para seguir adelante.

En esta fase nuestro crecimiento es lineal y tiene un tope, que es la cantidad de trabajo que podamos hacer.

No tenemos por qué estar solos.  Algunos contratan personal para hacer algunas labores o contratan los servicios de algún profesional, como un gestor, para algunas tareas.  Pero no mucho más.

Si seguimos durante mucho tiempo en esta fase se puede convertir en una jaula de oro.  Ganas dinero, quizá bastante, pero te quedas sin vida personal.

La premisa en esta fase es vender todo lo que se pueda.

 

Fase 4: del negocio a la pequeña empresa

Aquí es cuando nos damos cuenta que vender más no es suficiente.  Lo que se trata es de vender mejor.

Fijarnos más en los flujos de caja.  Desarrollar procesos para que las ventas y/o ejecución de tareas no dependan únicamente de nosotros.

Confiar en el trabajo de otras personas, ya sean internas o externas.

Dedicarnos más a dirigir el negocio que a gestionarlo.  Establecer las perspectivas que quieres alcanzar, desarrollar los procesos para conseguirlo y crear el equipo que lo logre.

¿Cuánto se tarda en pasar de la fase 3 a la 4?  Un segundo.  Lo que tardas en tomar la decisión de llevar tu negocio a un peldaño más arriba.  El resto del tiempo es trabajar para conseguirlo.

Para llegar a la fase 4 tenemos que cambiar nuestra mentalidad de tener un negocio personal a una mentalidad de empresario correcta.

Y esto es lo más difícil.  Porque tenemos que aprender cosas que no nos gustan.  Para ser empresario debes tener ligeros conocimientos de todas las áreas de la empresa: finanzas, marketing, producción, ventas, laboral…

Sin estos conocimientos no podrás tomar las decisiones acertadas.  No es necesario ser un experto.  Tendrás que contratar los servicios de varios de ellos para que te aconsejen.  Pero tienes que comprender de qué te están hablando.

Es decir, tienes que confiar en otras personas y perder el control en la ejecución de las tareas.

La premisa en esta fase es vender mejor.  Y así tener un negocio escalable para, después, poder vender más.

 

Y tú ¿en qué fase estas?

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis

 


 

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Puedes incrementar el servicio, la productividad, el conocimiento, el cambio y la rentabilidad de tu empresa.  Te ayudo a identificar lo que añade valor a tus procesos, a tus productos y servicios y potencia el trabajo de tu equipo.

 

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Qué tal te va, qué dificultades tienes, qué te ha parecido este artículo, si has aplicado algo y te ha ido bien. O si no te funciona como esperabas.

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