La Personalización de las Masas

Antiguamente, si queríamos tener algo personalizado, teníamos que ir a un artesano o profesional y que nos lo fabricase.  Sólo para nosotros.

Lógicamente el precio de tener artículos personalizados era muy elevado.

Si no disponíamos del dinero suficiente para poder adquirir artículos personalizados, debíamos conformarnos con los artículos producidos en serie.

Que eran iguales a los de todos los demás.  No permitían diferenciarnos.

Por ejemplo, yo recuerdo que me abuelo contaba como anécdota del paso del tiempo que cuando él se compró su primer coche no pudo elegir ni el color.  Entonces elegías el modelo y ya te lo entregarían del color que te tocase.

(Y el que conseguía que le regalasen en el concesionario unas alfombrillas para el coche era recibido a hombros en el barrio y considerado un gran negociador.)

Las cosas han ido cambiando mucho.

En la actualidad, Cuando entramos en un concesionario de coches podemos elegir prácticamente cualquier modificación en el coche.  Las posibilidades de configuración son muy elevadas.  Lo único que falta es que fabriquen el coche en el mismo concesionario 🙂

 Es más… las cosas siguen cambiando mucho.

Ahora se ha dado un paso más hacia delante.

 

La fábrica 4.0

Henry Ford construía todos sus coches en negro porque ese color se secaba antes y así tardaba menos tiempo en producir sus coches, con lo que reducía costes.

Pero, en mi opinión, eso era porque no conocía la fábrica 4.0.  Una fábrica en la que se puede conocer en un periodo muy corto de tiempo los gustos del mercado.

Tal como Alvin Toffler indicó hace 36 años en su libro (altamente recomendable) La tercera ola, ahora, los consumidores, ya no aceptamos lo que hay en el mercado. Ahora ya todos sabemos lo que queremos.  Y si no existe, lo construimos.

Precisamente, esto que comento en el párrafo anterior, lo están aprovechando muchos emprendedores para abrir sus empresas.

Ven las nuevas necesidades del mercado y aprovechan que se pueden mover rápido para explotar el mercado.

Pero las fábricas actuales también pueden aprovecharlo.

Tienen a su disposición las mismas herramientas y los mismos métodos que esos emprendedores que les están comiendo el mercado poco a poco (o mucho a mucho).

Tienen a su disposición Internet y toda la información que se mueve en la red.

 

El Cliente en el Centro

¡Por fin cada vez más empresas se están dando cuenta que el secreto del éxito siempre ha sido tener al cliente en el centro de toda la estrategia!

Ahora las fábricas también pueden hacerlo.

Gracias a Internet los clientes ya pueden elegir en tiempo real qué producto quieren y cómo lo quieren.  

Ya no es necesario tenerlo fabricado (en algunos casos).

Se puede fabricar bajo demanda.

Pueden tener unos productos base y sobre esos productos aplicar distintas personalizaciones, por poner sólo un ejemplo sencillo de todo lo que se puede hacer.

Gracias al Big data se puede saber, casi en tiempo real, los cambios en las tendencias y modas que están ocurriendo y así poder ofrecer productos y servicios que serán demandados.

El periodo de tiempo en conocer la demanda del mercado se ha reducido casi a cero.

Extraer esta información de la Red nos permitirá reducir los costes de diseño de artículos de prueba a ver si gustan en el mercado.  Entre otras reducciones de costes.

Y conocer esta información nos permitirá huir de los estudios de mercado.

Sí, hay que invertir.  Sí, hay que renovar los sistemas.  La Revolución industrial 4.0 ya está aquí y si quieres seguir produciendo y no quedarte atrás es recomendable que te subas al tren de la tecnología.

Precisamente de esto hable, hace unos meses, en una vídeoentrevista en la plataforma HablemosD.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

¿Tienes Estrategias para Poner al Cliente en el Centro?

Puedes incrementar el servicio, la productividad, el conocimiento, el cambio y la rentabilidad de tu empresa.  Te ayudo a identificar lo que añade valor a tus procesos, a tus productos y servicios y potencia el trabajo de tu equipo.

 

Escríbeme un correo y cuéntame lo que quieras.

Qué tal te va, qué dificultades tienes, qué te ha parecido este artículo, si has aplicado algo y te ha ido bien. O si no te funciona como esperabas.

Aprovecha para comentarme sobre qué temas te gustaría que hablase. Lo que quieras. Quiero hacerte tu día a día más fácil.

Si te ha gustado, suscríbete a mi boletín para recibir todas las semanas más consejos e ideas directamente en tu bandeja de entrada.

Suscríbete ahora