Haz tú el primer trabajo de tus clientes

¿En qué condiciones luchas contra tu competencia?

Tienes una pequeña o mediana empresa.  Es posible que compitas con grandes cadenas o con grandes empresas que tienen mucho más músculo financiero que tú para hacer acciones de comercialización.

Los chinos que se están expandiendo por todas partes y entrando en nuevos sectores.

O cualquiera que sea lo que te hace competencia.

Sólo nos queda una alternativa para poder luchar contra ellos y ganarles.  Nuestra imaginación.  Bueno y también nuestra osadía (el mundo es de los osados, no de los inteligentes.)

En el artículo de hoy voy a hacer una sugerencia para aplicar imaginación en la propuesta de valor a nuestros clientes.  Algo que podemos hacer cualquiera de nosotros  por muy pequeña que sea nuestra empresa.

Es una gran ventaja competitiva que podemos incluir en nuestros productos y servicios y diferenciarnos de la competencia.

 

La imaginación al poder

Hacemos productos y servicios para solucionar problemas a nuestros clientes.  Hasta ahí bien. Pero nos quedamos en el terreno de nuestro negocio, no entramos en #elterrenodelcliente.

Algunos incluso intentan averiguar lo que quieren sus clientes y potenciales clientes para adaptar sus productos y servicios a lo que estos ansían.

Pero lo que hacen es introducir esa información que recopilan en los procesos de la empresa, deformando la información y cortando lo que no encaja. Por lo que mucha información crucial se queda por el camino.

Lógicamente ir modificando los procesos de las empresas en función de las variaciones de gustos, necesidades, caprichos, modas que van teniendo los clientes no es posible.

Seguramente ni Inditex pudiese hacerlo.

Así que la idea es trasladar una parte de la propuesta de valor al terreno del cliente.

¿Cómo?

Haciendo el primer trabajo que realiza tu cliente con tu producto o servicio.

 Y la mejor manera de explicarte qué es hacer el primer trabajo de tu cliente creo que es con…

 

Ejemplos reales

El primer ejemplo que te quiero poner son las tabletas de chocolate para hacer repostería.

Si haces repostería sabes que las medidas y cantidades de los ingredientes a utilizar tienen que ser exactas.

(Y si no lo sabes te lo digo yo, que mi mujer está haciendo repostería casera desde hace unos años y así no hay quien adelgace 🙂 )

Seguro que sí sabes que las tabletas de chocolate están “divididas” en onzas para que sea fácil partirlas.

Hay marcas que fabrican estas tabletas de chocolate para repostería en la que las onzas tienen un peso concreto y con toda la intención del mundo.

Por ejemplo, las onzas de una marca de tabletas de chocolate pesan 25 gr cada una.  Por lo que si la receta del pastel indica que tienes que utilizar 100 gr de chocolate, fácilmente sabes que tienes que utilizar 4 onzas.

Y así no tienes que estar con un peso para averiguar cuánta cantidad de chocolate son 100 gr.

Otro ejemplo, también del sector de alimentación, son las bolsas de ensaladas listas para comer.

Sólo tienes que comprarlas, abrirlas y aliñarlas.

¿Qué consumir esas bolsas de ensaladas es más caro que ir a la frutería a comprar los tomates, la lechuga, otros verdes y demás productos que echas en la ensalada?

Si es cierto.  Pero preparar esa ensalada lleva un tiempo: limpiar las hortalizas (pasarlas por agua, quitar las partes y hojas no utilizables, quitar algún gusano y cosas peores que a veces te encuentras) y trocearlas.

En estas bolsas de ensaladas ya está todo hecho.  Las hortalizas lavadas, limpiadas y troceadas.

Otro ejemplo.  Una empresa farmacéutica que suministra los medicamentos necesarios para una operación muy complicada.

Se dieron cuenta que antes de la operación una enfermera tenía que ir al quirófano a colocar los medicamentos en el orden en que se utilizan en la operación, siempre se utilizan en el mismo orden.  Por lo que es un tiempo, poco o mucho, que tenía que utilizar una persona en realizar el trabajo de ordenar los medicamentos.

Lo que hicieron es colocar los medicamentos en la caja para utilizar en el orden en que se utilizan en la operación.

Por lo que el hospital ya no tenía que utilizar una persona en realizar este trabajo y aprovechar ese tiempo para otras tareas.  Todos sabemos que en los hospitales siempre hay tareas que realizar.

Un último ejemplo programas informáticos autoinstalables y con una configuración predeterminada.

Con dar a siguiente, siguiente, siguiente y aceptar el programa ya se instala solo y queda preparado para empezar a utilizar.

Esto ayudó a democratizar el uso de los ordenadores.  Cualquier persona podía utilizar un ordenador.  Antes de esto sólo podían utilizar ordenadores los que tenían conocimientos avanzados de informática.  Que además eran considerados unos frikis.

 

¿Cómo sabían que yo quería eso?

Como ves esto “sólo” consiste en ponernos en la piel del cliente y conocer cuál es el primer trabajo que hace con nuestros productos y servicios.

La idea es facilitar la vida de los clientes realizando el primer paso que dan para usar nuestros productos y servicios.

Muchas veces me he topado con dueños de negocios de productos que me dicen que con productos no se puede hacer.  ¿Seguro que no?  Yo no estoy tan seguro.

¿A quién crees que va a comprar un cliente? ¿A productos iguales o a un producto o servicio que le facilita la vida haciendo el primer trabajo?

Los negocios maravillosos crean clientes apostólicos es debido a que el cliente se pregunta a si mismo ¿cómo sabían que yo quería eso? Nunca lo pedí.

Sólo hace falta imaginación, ganas para hacerlo y dejar de mirarte el ombligo

Además de salir de tu zona de confort.

¿Cuál es el primer trabajo que hacen tus clientes con tus productos o servicios?

 

Un saludo y qué tengas una fantástica semana,

Luis

 


 

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