La Duda Detiene

Hace algo más de un año escribí este artículo sobre tomar decisiones.  Hoy toca sobre lo contrario.  La duda.

 Y es que dudar paraliza, detiene, obstaculiza, para, entorpece, estorba… y lo que es peor inmoviliza.

Dudar detiene la acción y el movimiento.  Y eso es lo último que nos debe pasar.  Detenernos.

Nunca hemos debido detenernos.  Y cada vez menos porque ahora todo es cada vez más rápido.

Podemos detenernos porque estamos cómodos en nuestra posición.  Por cualquier motivo podemos pensar que tenemos un buena posición en el mercado y nos confiamos.

En este caso, mañana nos daremos cuenta que nos han adelantado y no sabemos por donde. No nos olvidemos nunca de lo que le ocurrió a la liebre.

(Por eso la soberbia es un pecado capital.)

Pero la parálisis que a mi realmente más me preocupa es la parálisis por el análisis.  Detenernos por dudar.

Lógicamente tenemos que informarnos todo lo posible para tomar la mejor decisión posible. Recabar datos que nos amplíen el conocimiento sobre el problema

Pero hasta cierto punto.   Llega un momento en que la información que llega ya no es nueva. Se repite.  Y sigue sin resolvernos la duda.

 

¿Cuándo Tomo la Decisión?

Pues como en casi todos los aspectos de la dirección de empresas, ya sean grandes multinacionales o pequeños negocios, depende.

No hay una respuesta concreta.

(Y si alguien nos dice que sabe la respuesta, lo mejor, a mi parecer, es ser prudente.  Las empresas no son matemáticas.)

Depende de muchos factores.  El sector, el tipo de mercado, las implicaciones que pueda tener esa decisión…

¿Qué pasará a continuación?

No podemos saberlo.  Por suerte o por desgracia no somos el Oráculo de Delfos.

Por muchas consecuencias que podamos concebir, siempre habrá alguna que se nos escape.  Y si aplicamos la Ley de Murfhy, ocurrirá lo que no habíamos previsto.  🙂

(Aunque yo prefiero ser optimista.)

Así que ya ves.  Muchas veces la decisión será un salto al vacío.  Sin conocer las consecuencias. Pero es la única manera de seguir adelante.

Mi recomendación es que sigas adelante.  Detente lo necesario para tomar aire, documentarte, reflexionar y decidir.

Pero no dudes más de la cuenta porque dudar te detiene.  Y si hay algo que no puedes hacer es detenerte.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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