El Control Tiene que Dar Paso a la Colaboración

En el artículo de la semana pasada hablaba sobre la importancia de las colaboraciones que, como dueños de negocios, tenemos que realizar para que nuestro negocio no dependa totalmente de nuestra disponibilidad.

La colaboración únicamente no debe ser con terceros, personas o empresas, que están en el exterior de nuestro negocio.

Si tienes empleados te recomiendo crear una estructura basada en la colaboración y no en el control, que es lo que se ha venido haciendo asiduamente durante las últimas décadas.

Más adelante te comento tres tipos de estructuras que normalmente se dan en los pequeños negocios.

(Normalmente suelo escribir mis artículos en primera persona del plural, porque yo me aplico todo lo que escribo.  No tendría sentido ponerme a hablar desde un “púlpito” a decir a otros dueños de negocios lo que tienen que hacer y yo hacer otras cosas.

Creo firmemente en todo lo que escribo y publico.

Pero este artículo lo tengo que escribir en segunda persona del singular porque yo no tengo empleados, pero sí quiero darte mis ideas cómo tiene que estructurarse un pequeño negocio para que se mantenga en el mercado.)

 

El Fin del Control

Los dueños y jefes tienen que dar paso a nuevas estructuras más planas y horizontales.  Estructuras en red en los que cada uno tiene su función, que no es ni más ni menos importante que la de los demás, simplemente son un eslabón más de la cadena.

(Para conseguir esto, algunas personas deberán trabajar mucho con el control de su ego, pero esto no es el tema de este artículo.  Lo trataré más adelante porque esto del ego da para escribir muchas palabras.)

Y como cadena (en sentido metafórico) que debe ser tu negocio, ésta siempre se romperá por el eslabón más débil.

Así que tu misión como dueño de la empresa debe pasar de mandar y controlar a conectar y contribuir. 

Tienes que pasar de ser el jefe a ser el líder de la red (interna) en la que se tiene que convertir tu negocio.   Y como líder tienes que estar dentro de esa red.  En el mismo plano que los demás, no en un plano superior.

Tienes que pasar de una jerarquía a un movimiento entre “colegas” dentro del negocio, que no tiene por qué trasladarse fuera  del negocio (si no se quiere).

Es decir, tienes que dejar de ser el jefe (y sobre todo si eres un jefe tóxico) y pasar a ser el líder, el guía que lleve el negocio a buen puerto.  Un líder designado formalmente, sí.  Pero un líder al fin y al cabo.

Es posible que, ante este planteamiento, haya personas que piensen que un trabajo en red, plano y horizontal carece de estructura.  Pero no es así.  Claro que tiene estructura, una estructura generada desde una lógica distinta.

La lógica de la colaboración.  Una lógica que actúa entre iguales, cada uno de los integrantes de la red que tiene que ser tu negocio.

Es por esto, ser iguales, por lo que ya no funciona mandar y controlar.  Tienes la confianza suficiente en cada uno de los integrantes de la red de que se autodirigen para alcanzar los objetivos de tu negocio.

Una estructura que se adapta a los movimientos y nuevas estructuras sociales que están generándose en lo que llevamos de siglo.

 

Estructuras Actuales (Antiguas)

En muchos casos, en las pequeñas empresas, la estructura de trabajo está compuesta por trabajadores industrializados.  Trabajadores que están a la espera de que les digan lo que tienen que hacer.

El problema de esta estructura es que el dueño del negocio tiene que utilizar tiempo en buscar nuevas oportunidades de negocios, desarrollando nuevos productos o servicios, o estar fuera de la ubicación física del negocio.  No siempre puede estar diciendo a todos lo que tienen que hacer.

En un escalón superior de la escalera de los tipos de organizaciones, están los compañeros de viaje.  En este modelo de organización, las personas que lo integran tienen objetivos, enfoques y percepciones similares.

El jefe puede decir a sus trabajadores: -“Utilizar vuestro mejor juicio”.  De esta forma no necesita estar siempre encima de sus trabajadores.  Es un grupo dirigido que puede ser entrenado para que cuiden de si mismos.

El problema es que desarrollar este equipo cuesta mucho tiempo y dinero en reclutamiento, contratación y formación.

El equipo de iguales está en un escalón superior de la escalera.  Está formado por profesionales que son, cada uno, indispensables para la organización.  Se trata de artesanos con unas habilidades únicas que no tienen otros.

Para que este tipo de organización funcione, primero los artesanos tienen que están constantemente actualizándose para seguir siendo los mejores en su campo; y segundo que el jefe tiene que centrarse más en la colaboración que en el control.

Este tipo de organización está a punto de conseguir lo que yo propongo en este artículo.  Pero estas organizaciones tienen un problema, o varios para ser más exacto.  Un problema por cada uno de estos grandes artesanos… y es su ego.  El ego de cada uno de ellos.  Buffff

La base de esta organización es la coordinación y dejar que, a veces, sea otro el que lleva la voz cantante… y eso es mucho pedir en un grupo de “prima donnas”

¿Cuál de estas estructuras tienes en tu negocio actualmente? ¿Trabajadores industrializados? ¿Compañeros de viaje? ¿O un equipo de iguales?

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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