Toda la Magia se Encuentra Fuera de la Zona de Confort

Así que sal fuera de tu zona de confort si quieres empezar a sentir y a hacer magia.

Ya no sólo en tu negocio, sino también en general, en tu vida ¿es mágica?

Hace dos años decidí salir de mi zona de confort del pozo donde había caído.  Sí, has leído bien. Estar en un pozo lleno de mierda también puede ser zona de confort, si te conformas y no haces nada por cambiar tu situación.

¡¡¡¡ VAMOS !!!!

¿A qué esperas? ¿Quieres seguir igual que hasta ahora?

Vale.  Nuestro cerebro reptiliano odia el cambio.  Pero también tenemos el cortex que nos permite sobreponernos a nuestros instintos más básicos y salir adelante.

Así que no tienes excusas.  Si estas así es porque quieres.  Tanto si es para bien como si es para mal.

 

Sueña

¿Cómo salí yo de mi zona de confort?  Soñando.

Cuando determiné que el único que podía solucionar mi situación era yo, me puse a soñar en cómo quería estar yo dentro de diez años (me quedan ocho para conseguirlo).

Es más o menos en un sitio así y con un negocio que mantenga el estilo de vida que quiero.

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Y desde que decidí esto, todo lo que he hecho (a nivel profesional) es con el fin de conseguirlo.

Todas mis decisiones y acciones están enfocadas en estar en una de estas dos hamacas dentro de ocho años.

A veces tomo decisiones erróneas y tengo que retroceder.

Otras veces mis decisiones son correctas y avanzo.

Pero tengo la fe de que lo voy a conseguir.  Y esto es mi mayor motivador.

¿Cómo sé si la decisión es correcta o no?  Hasta que no la tomo y lo compruebo no lo sé.  Pero eso no me impide seguir tomando decisiones.  Ante una encrucijada, este es mi método para tomar decisiones.

 

¡Arriésgate!

El que no se arriesga no gana.

Tendrás que tomar decisiones arriesgadas.   Si no arriesgas y sólo tomas decisiones prudentes, no saldrás del agujero.

Esto no quiere decir que te lances a una piscina sin agua.  No me malinterpretes.  Tienes que analizar y tratar de prever las consecuencias de tus decisiones, y obrar (y decidir) en consecuencia.

Hay dos maneras de salir de la zona de confort.

Una es centrándonos en qué es lo que queremos y en por qué lo queremos.  Esto nos lleva directos al éxito (si haces las cosas bien).  Esta manera de salir de la zona de confort es la que nos va a dar la fuerza, la pasión y la fe suficientes para lograrlo.

La otra manera de salir es centrándonos en el cómo lo vamos a hacer.  Esta manera de salir de tu zona de confort te lleva directo al fracaso.  Fuera de nuestra zona de confort no hay nada.  El vacío.  Por lo tanto no puedes saber desde el principio cómo lo vas a hacer.

No te preocupes, en el camino encontrarás la respuesta.

Recuerda lo que dijo Richard Branson:

Si alguien te ofrece una increíble oportunidad y no estas seguro de si lo puedes hacer. dile que si – y entonces aprende cómo hacerlo después. Aprende sobre la marcha.  Las oportunidades son pocas.

 

Estrés

Salir de la zona de confort produce estrés.  Estrés ante lo desconocido.

Pero como te decía antes, tenemos dos maneras de enfrentarnos a lo desconocido:

  1. desde el cómo:
  2. O desde el qué.

Para esto Hans Selye nos da la respuesta en sus estudios sobre el estrés.

Descubrió que hay dos tipos de estrés:

El distrés es el aspecto negativo del estrés, cuando sentimos que no podemos hacerle frente a determinada situación ya que estamos desbordados por sus demandas.  Es decir, enfrentar las situaciones desde el cómo.

Y el eustrés sería el estrés positivo, es decir, aquel que nos permite adaptarnos a los cambios y reaccionar rápidamente y con mayor fuerza ante los problemas y peligros que debemos enfrentar.  Es decir, enfrentar las situaciones desde el qué y el por qué.

(Aunque hay que tener cuidado, porque una situación continuada de eustrés puede dar lugar al distrés.  Así que con moderación.)

Al salir de tu zona de confort lo que haces es crearte otra zona de confort más grande, en la que te podrás mover mejor y con más soltura.  Recorrer otros caminos.

Pero tarde o temprano tendrás que volver a salir de esa nueva zona de confort que has creado.

Este es el proceso que yo he seguido para salir de mi zona de confort, espero que a ti también te sirva.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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Malas Decisiones que Llevan al Cierre de tu Negocio

Hay ocasiones en las que tomar una decisión para nuestro negocio basándonos en datos económicos nos lleva a hacer una elección que no es la mejor.  Y ya no sólo que no sea la mejor, sino que puede ser desastrosa.

Es posible que el párrafo anterior te parezca contradictorio.  – ¿Si es un negocio, habrá que tener en cuenta la cuestión del dinero para tomar decisiones?.  En principio puede parecer así.  Y no niego que haya que tenerlo en cuenta.  Pero no como elemento principal de decisión.

Voy a poner algún ejemplo de malas decisiones.

 

Elección de un Local

Seguro que casos como este conoces muchos, por desgracia.  ¿Cuanta gente que va a abrir un comercio, elige el local que va a alquilar en función del precio del local?

Es decir, si en la calle principal el valor de un local es 3X y en una calle poco transitada es X, mucha gente decide alquilar el local de la calle poco transitada porque llegar a X cada mes cuesta 3 veces menos que llegar a 3X.

Como decía antes, este planteamiento puede parecer lógico, porque las decisiones de compra casi siempre las hacemos por el dinero que cuesta, si no nos aportan un valor emocional que haga cambiar el motivo de decisión.

Y ahí está el problema.  Estamos acostumbrados a que no nos aporten valor emocional y a tomar decisiones por precio.  “Si dos productos/servicios tienen las mismas características y no me aportan nada emocionante, elijo el más barato.”  (Lógico).

Tenemos que darnos cuenta que la elección, en este caso de un local, tiene que hacerse en función de las posibilidades de negocio que tiene, y no del precio del alquiler.

Amancio Ortega utilizaba una frase que ilustra muy bien esto:

No existen locales caros o baratos.  Existen locales buenos o malos.

Y parece que el tiempo ha dado la razón al Señor Ortega.

Alquilar un local para abrir un negocio en una calle poco transitada es una mala elección.  El esfuerzo económico de estar en la calle principal es mucho mayor, claro.  Porque el resultado también es mucho mayor.

Un resultado que nos puede llevar al éxito o al fracaso.

(Para el éxito del negocio también influye nuestra capacidad de sacarlo adelante, pero ese es otro tema que no corresponde a este artículo 🙂 .)

Estar en una calle sin clientes nos lleva a ir muriendo poco a poco.  Con menos gasto cada mes, pero muriendo al fin y al cabo.  Porque no alcanzarás los ingresos suficientes.

 

No Cambiamos de Hábitos

Las personas no cambiamos de hábitos, ni de rutas, para ir a una tienda en una calle por la que nunca paso.  A no ser que lo que ofrezca esa tienda sea tan sumamente espectacular que me merezca la pena el esfuerzo de ir hasta allí.

Ciertamente, si ya existe un negocio como el que queremos abrir en la calle principal, los clientes seguirán adquiriendo el producto o servicio en el comercio de la calle principal porque les es más cómodo.

Aunque ofrezcamos el producto o servicio más barato, entre en juego un valor emocional que da ventaja al comercio que esta en la calle principal.  Que es el desplazamiento.

“Si ya estoy en la calle principal aprovecho y lo compro, y así no tengo que perder el tiempo en ir hasta otra calle para ahorrarme algo de dinero.  No me merece la pena”.

Si el alquiler en la calle principal es más elevado es por algo.  Es porque en esa calle están los clientes.

– ¿Si ya existe una frutería en la calle principal, puedo tener éxito si abro otra frutería?

Seguro que tendremos más posibilidades de éxito que abriéndola en una calle por la que no pasa nadie.

Abre en la calle principal y compite.  Ofrece otra propuesta de valor y hazte con tu clientela.

Las calles principales de barrios residenciales tampoco suelen ser una muy buena elección.  Sin embargo, un local en un buen centro comercial si suele ser una buena elección.

 

Gastar Mucho Dinero al Principio

Otro ejemplo de mala elección es ¿cuándo gastamos el dinero?.

¿Conoces algún comercio que se haya gastado mucho dinero en reformar el local y luego los productos o servicios no están a la altura?

Yo sí.  Si ir más lejos una panadería-bollería de mi barrio.  Este último verano ha cambiado de dueños por un traspaso.  Los nuevos dueños se han pasado todo el verano y parte de septiembre (con los colegios ya empezados) haciendo una reforma grande.

Han dejado el local muy bonito, todo hay que decirlo.  Pero se han dejado casi todo el dinero en la reforma, y cuando entras a la panadería casi no tienen género, porque no pueden (o no quieren) asumir el gasto inicial de tener que tirar género porque no se vende hasta conocer a tus clientes.

Si entras en un comercio de este tipo y ves el mostrador con pocos productos para elegir o sin género porque ya han vendido todo lo que han fabricado, al final se van quedando sin clientes.  Porque se irán a otros comercios con mayor variedad para elegir, o con género que vender.

Yo siempre compraba el pan en esa panadería porque era la que más cerca estaba de mi casa y porque el pan, y otros productos, era (y sigue siendo) bueno.  Pero si me retraso un poco ya no tienen pan que vender y me tengo que ir a otro comercio.

Así que directamente me voy a otro comercio que está un poco más lejos, pero me aseguro comprar el pan y no tener que darme dos paseos.

Otro problema de esta panadería-bollería es que reabrieron cuando los colegios ya habían empezado.  La reforma era grande y se pasaron de plazo (un mal endémico de las empresas de reformas de este país).

¿Qué problema es que los colegios ya estuviesen empezados?  Pues que la gente ya ha tomado sus rutas de desplazamiento y ha hecho la elección de los comercios en los que comprar la merienda para los niños o un almuerzo.

Si no estamos disponibles en el momento de hacer esa elección, hemos perdido ese cliente.  Y recuperarlo cuesta mucho dinero en publicidad.  Un dinero que ya no tenemos porque nos lo hemos gastado en la súper reforma.

He puesto ejemplos de comercios porque son en los que más fácil se pueden ver estas malas decisiones.

Pero también pasa con empresas B2B.

¿Cuántas empresas han caído por tener unos gastos fijos muy elevados?

¿Cuántas empresas han caído por dar unos plazos de pago muy grandes a sus clientes y tener que vivir de pólizas de crédito?

Como ves malas decisiones hay en todas partes.  Tomar una decisión con el dinero como elemento principal de esa decisión no suele tener buen resultado (en los negocios).

Y para las medianas y grandes empresas tampoco es una buena decisión.  ¿Cómo queda la moral de los trabajadores si se despide a personal o se recortan prestaciones por no haber conseguido el objetivo de beneficio previsto?

Y tú ¿qué malas decisiones conoces que se toman en los negocios?

 

Un saludo,

Luis


 

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