Lo que Dices No es lo Mismo que lo que Oyen

Si aún recuerdas lo que nos enseñaron en el colegio sobre la comunicación, básicamente esta se compone de un emisor, un mensaje y un receptor.

En las acciones comerciales de nuestra empresa, nosotros somos el emisor.  La oferta, campaña o la información que quieras transmitir es el mensaje.  Y el cliente es el receptor.

Hasta aquí todo bien.  Nada nuevo bajo el cielo.

Lanzamos nuestro mensaje comercial y el cliente lo recibe, interpreta y entiende lo que queremos transmitirle.  Al menos en teoría…

Porque normalmente los clientes interpretan y entienden algo distinto a la información que nosotros quisimos transmitirles.

Y aquí entra otro elemento de la comunicación que es el contexto, que se define como:

Circunstancias temporales, espaciales y socioculturales que rodean el hecho o acto comunicativo y que permiten comprender el mensaje en su justa medida.

El contexto es el problema (para mi esto es el motivo por el que fallan nuestras acciones de comunicación a los clientes).

La razón de que el contexto sea el problema es que nuestro contexto es distinto del contexto del cliente.

Esto es porque todos libramos, día tras día, una batalla dentro de nosotros mismos que nos condiciona casi la totalidad de nuestro comportamiento, día tras día.

Una batalla interior que nos hace bajar al barro a lucharla contra todo lo exterior.  Día tras día.

 

Ayuda a Ganar sus Batallas

Los diferentes contextos interiores en los que vivimos cada uno de nosotros son los que hacen que los mensajes se reciban con distinto significado del que fueron emitidos.

Para conseguir que un cliente nos de su dinero a cambio de una aportación de valor tenemos que transmitir el mensaje dentro del contexto del cliente, no del nuestro.

Nuestra misión como empresario, dueño de negocio, profesional, autónomo (o como quieras denominarte), es ayudar a nuestros clientes a ganar sus batallas.

A los clientes no les importa nuestra batalla interior.  Les importa la suya.

Esta batalla interior es la que hace que no entiendan lo que queremos decirles.  Que interpreten “erróneamente” nuestro mensaje.

Esta vez toca un artículo corto.  Creo que con lo ya escrito he conseguido transmitir el mensaje de cual creo que es el motivo de que los clientes “no nos entiendan”.

Espero haberme hecho entender 🙂

En internet podemos encontrar mucha información y ayuda de grandes profesionales con la que poder conseguir ayudar a ganar las batallas de nuestros clientes.

Yo te dejo una selección de mis artículos con la que aporto mi granito de arena para que ayudes a tus clientes a ganar sus batallas internas.

 

Mi Selección para Ganar Batallas

Recuperar valores.

Mensajes que lanzas a tus clientes: que no te importan.

Haz tú el primero trabajo de tus clientes.

El 90% de éxito de una empresa es intangible.

Las oportunidades profesionales se polarizan.

Una ventaja competitiva: preocúpate.

Ética y perspectiva.

Prefiero la buena actitud a la experiencia.

Facilita las relaciones de los demás hacia ti.

El mundo cambia con tu comportamiento, no con tu opinión.

Lo que de verdad importa.

Las 3 P de la Calidad.

¿Eres justo con tus clientes?

¿Sabes dar buenos consejos?

Donde dije digo, digo Diego.

¿Crees que no tengo nada mejor que hacer que esperarte?

 

Un saludo y ¡qué tengas una fantástica semana!

Luis

 

(Photo by Quino Al on Unsplash)


 

¿Tienes Estrategias para Poner al Cliente en el Centro?

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