El Balance es lo Más Inexacto que Hay

¿Cómo dices? ¿Qué el Balance no es exacto? ? ¿Pero si la parte del Activo tiene que ser igual que la parte del Pasivo?

Pues precisamente por eso.

Por ejemplo, la valoración de costes.  Existen varias formas “oficiales” de valorarlos y además está la forma “oficiosa” o no “oficial”, que es la que mejor nos va a la empresa en estos momentos.

Así que existen en la práctica casi tantos sistemas de valoración de costes como empresas.

Lo mismo podemos hablar de las valoraciones de amortizaciones, provisiones y otros.

Si cada empresa hace las valoraciones de la manera que mejor le conviene ¿cómo podemos esperar que el Balance sea exacto?

Otro elemento que podemos valorar son las desviaciones que ocurren en el día a día de cualquier empresa. ¿Alguien en su sano juicio puede pensar que el Balance de Mercadona o de Inditex van a ser exactos a final de cada año, con la cantidad de operaciones que realizan cada día?

¿Es que ningún cajero se equivoca al dar las vueltas de dinero? ¿Es que no hay deterioro de material en los almacenes? ¿Es que no roban en sus tiendas? ¿Es que… tantas cosas más?  Pero al final del año, todo cuadra perfectamente.

¿No te pasa esto a ti también en tu negocio?

Si tienes un pequeño negocio y cada tres meses tu gestor/asesor te “regaña” porque no tienes bien la información y casi siempre te falta algo, ¿imagina cómo tiene ser en las empresas gigantes?

(Aunque existen herramientas para hacer estas correcciones, al final sigue dependiendo de la valoración de una persona.)

Lo que tiene la empresa (activo) es igual a lo que es (patrimonio neto) menos lo que debe (pasivo).  Exacto.  Es que cuadran hasta los decimales.  ¡Qué arte!

Doy por hecho que la contabilidad de estas empresas monstruosamente grandes está en manos de grandes profesionales, con equipos más grandes aún de profesionales, que lo hacen cuadrar todo para que todo quede cuadrado.

Al que no le cuadra esto es a mi.

 

El balance no refleja la situación de una empresa

A nadie debe sorprender a estas alturas cuando digo que la contabilidad de una empresa es fácilmente manipulable (doy fe personalmente porque lo he vivido en la última empresa por cuenta ajena en la que he trabajado.)

Por lo tanto, los resultados de las Cuentas Anuales pueden dejar mucho que desear en cuanto a conocer la situación real de las empresas en un momento dado, tal y como indica el REAL DECRETO 1514/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el Plan General de Contabilidad.

Ya no sólo es que existen diferencias de valoración, como hemos visto al principio de este artículo, sino que además se pueden realizar ciertos “movimientos” (que son legales pero ¿son morales?) que posibilitan maquillar la situación de las empresas.

Y para meter todas las cantidades que no sabemos que hacer con ellas por qué sobran o faltan, el Plan Contable nos deja la cuenta 555 Partidas pendientes de aplicación, que, como si fuese un cajón de sastre, sirve para esto:

Remesas de fondos recibidas cuya causa no resulte, en principio, identificable y siempre que no correspondan a operaciones que por su naturaleza deban incluirse en otros subgrupos. Tales remesas permanecerán registradas en esta cuenta el tiempo estrictamente necesario para aclarar su causa.

Conclusión

Con este artículo lo que quiero conseguir simplemente es crear un debate sobre las herramientas y mecanismos que tenemos, con el sistema actual, para conocer la situación de las empresas.

El sistema de partida doble en cada asiento, que recopiló Luca Pacioli hace 500 años de las prácticas de gestión de los comerciantes venecianos, me parece que aún tiene vigor y valor.

A partir de ahí… no sé.  Tengo una sensación rara que no sabría describir, pero que no me deja estar tranquilo.

Por supuesto que no estoy hablando de ninguna conspiración de orden mundial, ni de que el fin del mundo esté cerca, ni cosas así.  Simplemente pregunto ¿habría otra manera menos “engañosa” de conocer la situación de una empresa?

¿Por qué tenemos que hacer todos esos equilibrios en las empresas para no caernos al río?  Sí, el agua está fría (y mojada), pero hay veces en las que hay que mojarse los pies, salpicarse un poco, o un mucho, y asumir la realidad.

Quizá de esa manera no viviríamos en un mundo que nos penaliza a todos sólo porque no se alcancen las cifras que algún interesado “predijo”.

O en un mundo que deja endeudarse a empresas por miles de millones sobre algo que sólo funciona en las hojas de calculo, con las previsiones de algún otro interesado.

¿Conoces o se te ocurre alguna forma de mejorar esto?  Si es que sí, por favor, compártelo con todos nosotros.

 

Un saludo y ¡qué tengas una gran semana!

Luis


 

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